05 Sep Cambiando conflictos: Judíos abandonan Ucrania y Rusia hacia la Franja Occidental
POR: Jeremy Sharon
Imagen principal: La familia Libenson (desde la izquierda): el bebé Yosef Zalman, Israel, Lea, Nathan y la madre de Israel, Haya-Rina, en el patio de su nuevo hogar en el asentamiento de Neve Daniel, a unos 15 kilómetros al sur de Jerusalem.
Una pequeña porción de los 33,000 nuevos inmigrantes de Ucrania, Rusia y Bielorrusia se mudaron a los asentamientos, huyendo de la guerra y la represión para vivir dentro de una de las disputas geopolíticas más largas.
En un rincón tranquilo del asentamiento Neve Daniel de la Franja Occidental, con vistas pastorales de colinas en terrazas de olivares y viñedos, vive una joven familia inmigrante, llegada recientemente y ahora ocupada echando raíces.
Los Libenson han sido recibidos cálidamente y están adaptándose lentamente a la vida en el nuevo entorno, similar al proceso de integración de muchos inmigrantes nuevos.
Pero la familia Libenson es también parte de una gran ola de inmigración a Israel, ligada a lo que se ha convertido en uno de los eventos más definitorios del siglo XXI: la invasión de Rusia a Ucrania.
Desde que Moscú lanzó su ofensiva el 24 de febrero, unas 33,000 personas de Ucrania, Rusia y Bielorrusia habían hecho aliyah a Israel hasta mediados de agosto. De esos, más de 12,000 han venido de Ucrania, casi 20,000 de Rusia y apenas un poco más de 1,000 de Bielorrusia.
Esta avalancha de inmigrantes de la región, que ocurrió en menos de seis meses, no sólo eclipsa las cifras anteriores al COVID, sino que también supera las cifras totales de inmigración durante la mayoría de los años de la última década.
Según los informes, un número substancial de inmigrantes rusos han regresado a Rusia después de obtener la ciudadanía y un pasaporte, pero el número de los que han hecho de Israel su nuevo hogar sigue siendo extremadamente alto a pesar de todo.
´Un destino natural para los judíos´
Lo que distingue a la familia Libenson del resto de la ola es dónde eligieron empezar sus nuevas vidas como israelíes.
Son parte de un pequeño número de inmigrantes de Europa Oriental que han cambiado la Ucrania devastada por la guerra o la Rusia y Bielorrusia reprimidas políticamente por uno de los conflictos geopolíticos más largos y complejos de los tiempos modernos, mudándose a los asentamientos de la Franja Occidental.
El Consejo Yesha, una organización paraguas de las autoridades municipales de asentamiento en la Franja Occidental, estima que alrededor de 50 familias inmigrantes de Ucrania y Rusia se han trasladado a vivir en los asentamientos desde el inicio de la guerra.
A pesar de su pequeño número, estos colonos recién acuñados parecen ser profundamente ideológicos.
Israel y Lea Libenson hicieron aliyah en mayo con sus dos hijos, Nathan y Yosef Zalman, y la madre de Israel, Haya-Rina, desde una ciudad no lejos de Moscú.
La pareja se volvió religiosa practicante aproximadamente hace ocho años y dicen que desde entonces consideraban hacer aliyah cada vez más.
Ahora establecidos en su nuevo hogar, hablan fervientemente del derecho del pueblo judío a toda la tierra de Israel definida bíblicamente y descartan rápidamente las aspiraciones palestinas de independencia, que la expansión de los asentamientos hace más difícil.
La familia LIbenson en el patio de su nuevo hogar en el asentamiento de Neve Daniel.
Los Libenson comenzaron su proceso de aliyah hace tres años, pero la pandemia de COVID-19 y el hecho de que Lea se embarazó retrasó su mudanza a Israel, hasta que finalmente recibieron visas de inmigración en marzo de este año.
Mientras tanto, la creciente represión política en Rusia despertó viejo recuerdos de la era soviética cuando a los judíos y a otros se les prohibió abandonar el país.
Los vuelos a Israel llegaron a tener exceso de demanda después de la invasión de Ucrania, y arrojando una nube más sobre la situación está el esfuerzo que empezó en julio el Ministerio de Justicia de Rusia para cerrar las operaciones locales de la Agencia Judía, la cual facilita la aliyah.
A la luz de los crecientes problemas en Rusia, la oficina de Europa Oriental del Consejo Yesha estableció un grupo en el servicio de mensajería encriptada Telegram para proporcionar información a aquellos buscando hacer aliyah.
Los Libenson se enteraron del grupo en Telegram por información de boca a boca y supieron sobre la posibilidad de trasladarse a un asentamiento en la Franja Occidental. Yesha posteriormente los puso en contacto con Esther Fleisher del Consejo Regional de Gush Etzion, que comenzó a discutir las opciones con ellos.
Eventualmente Israel y Lea decidieron mudarse al asentamiento de Neve Daniel, a menos de 15 kilómetros al sudeste de Jerusalem, y Fleisher encontró para ellos un departamento para alquilar. El Consejo Regional de Gush Etzion pagó por los primeros tres meses de renta mientras la familia se establecía.
Israel Libenson, un escriba religioso, sentado en su escritorio en su hogar en el asentamiento de Neve Daniel en la Franja Occidental.
¨Éste es el destino natural para los judíos. Viene de nuestros corazones y almas¨, dijo Lea.
La pareja señaló que, en su ciudad natal, había un marco muy cómodo de vida comunitaria judía, con una sinagoga, yeshivá, fuerte vida comunitaria y eventos frecuentes.
¨Pero, siempre supimos que el futuro del pueblo judío está en Israel, especialmente para que los niños crezcan en un ambiente judío. Sólo aquí pueden hacer eso y pueden caminar libremente con una kippah¨, dijo Israel.
¨Ninguna cantidad de comodidad iguala el valor de poblar la tierra¨.
Enfatizaron lo cálidamente que fueron recibidos por los residentes de Neve Daniel y dijeron que había sido inundados con ofrecimientos de ayuda mientras se acostumbraban a su nuevo hogar.
Al preguntárseles cómo se sentían sobre mudarse a un territorio amargamente disputado que otro pueblo busca como su propia patria, la pareja fue desafiante.
¨Los palestinos no tendrán un estado aquí¨, declaró rotundamente Israel.
¨Es lógico que el Estado de Israel desarrolle sus fronteras a aquellas definidas por la biblia¨, continuó, agregando que cree que la redención mesiánica final del pueblo judío estaba cerca y que los palestinos no podrían establecer un estado antes de esa liberación.
La pareja indicó que amigos de ellos les habían advertido que no se mudarán a los asentamientos, diciendo que era peligroso. Sin embargo, la pareja dijo que no habían sentido ninguna falta de seguridad desde que llegaron.
Pero dijeron que cuando viajan cerca de los centros de población palestina en la Franja Occidental habían ¨sentido la hostilidad de los palestinos¨, aunque eso no los hizo dudar en cuanto a su elección de hogar.
¨Esta [hostilidad] sólo aumenta nuestra motivación para estar aquí y poblar este territorio y hacerlo parte de Israel¨, dijo Israel.
¨Vivir aquí nos hace sentir que realmente estamos cumpliendo la mitzvah [mandamiento religioso] de poblar la tierra de Israel, en lugar de ir a una ciudad que ya ha sido establecida¨.
´Queríamos ver cómo podíamos ayudar´
El número de inmigrantes de Ucrania, Rusia y Bielorrusia mudándose a los asentamientos es extremadamente pequeño en comparación con el número total de inmigrantes de la región, pero el Consejo Yesha ha hecho y continúa haciendo esfuerzos concertados para atraer a los judíos de estos países a mudarse a la Franja Occidental.
Aunque la afluencia de inmigrantes de Ucrania, ahora se está desacelerando, la severa represión política en Rusia y los ecos del pasado que evoca para los judíos en ese país, significan que es poco probable que la marea de inmigrantes rusos disminuya en el corto plazo.
La oficina de Yesha para Europa Oriental está ahora preparada para ayudarlos a mudarse a la Franja Occidental.
Establecida en el 2020 con el objetivo de ayudar a los judíos de la ex Unión Soviética que ya se habían mudado a los asentamientos, la oficina asumió la tarea de ayudar a los judíos ucranianos que huyen a continuación de la invasión rusa, dijo el director del Consejo Yesha, Yigal Dilmoni.
El CEO del Consejo Yesha, Yigal Dilmoni.
Dijo que, al inicio de la guerra, la organización -como varias otras -comenzó a conectar a los judíos ucranianos con operadores de transportes que estuvieran llevando a los refugiados al oeste, lejos de los combates, y dice que ayudó a miles de personas a huir de la zona de guerra.
Yesha posteriormente envió partidas de ayuda a Moldavia para asistir a los refugiados judíos que habían huido ahí y también despachó una delegación de trabajadores sociales ruso parlantes para brindarles asistencia para los problemas relacionados con el trauma que han sufrido muchos refugiados.
¨Notamos que las familias que estaban llegando a Israel con el padre atrapado en Ucrania [debido a una prohibición de salida para los hombres en edad militar]. Estas familias y niños habían experimentado un trauma severo, pero no estaban recibiendo apoyo de salud mental¨, dijo Dilmoni.
¨Queríamos ver cómo podíamos ayudar sobre temas que no están siendo abordados por otros¨, dijo.
El director del Consejo Regional de Gush Etzion, Shlomo Neeman, quien también es director de la oficina para Europa Oriental de Yesha, decidió después enviar una delegación de voluntarios a varios países fronterizos con Ucrania para ayudar a los refugiados y proporcionar información sobre mudarse al área.
Miembros de la misión de Gush Etzion también visitaron los hoteles donde los refugiados se estaban alojando para entregarles folletos y otros materiales publicitarios sobre las atracciones de vivir en el área.
Una familia de refugiados que se mudó de Ucrania a la Franja Occidental es la de Eduard y Olena German, quienes hicieron aliyah con sus tres hijos: Ilana, David y Adael, en marzo de este año.
Después de explorar varias opciones, decidieron mudarse a la ciudad asentamiento Maale Adumim, justo al este de Jerusalem, que es el tercer asentamiento más grande de la Franja Occidental.
Eduard y Olena German junto a su hijo David y el director de Yesha, Yigal Dilmoni, en su nuevo hogar en el asentamiento Maale Adumim de la Franja Occidental.
´El único lugar al que pensamos ir fue Israel´
La huida de los German desde la invasión rusa es típica de muchos refugiados ucranianos viviendo en el este del país, pero no por eso menos angustiosa.
¨Antes del 24 de febrero nadie pensaba que los rusos atacarían, pero esa mañana nos despertamos con el sonido de las explosiones¨, dijo Olena.
La familia vivía en la ciudad de Kharkiv en el este de Ucrania, que fue un objetivo principal durante la primera etapa de la invasión rusa.
Viviendo cerca del centro de la ciudad de Kharkiv, Olena dijo que ella y su esposo pensaron inicialmente que podrían permanecer en su ciudad ya que la lucha estaba teniendo lugar en las afueras de la ciudad y no creyeron que estaban en peligro inminente.
¨Cuando los rusos comenzaron a bombardear áreas residenciales y vimos los aviones de combate sobrevolando, nos dimos cuenta de lo cerca que estaba la guerra y decidimos huir¨, dijo Olena.
¨El único lugar al que pensamos ir fue Israel¨.
Olena y Eduard explicaron que, si bien la causa inmediata para su mudanza a Israel fue la invasión rusa, ellos habían estado planeando hacer aliyah durante algunos años y dijo que lo hicieron por ¨convicciones sionistas¨.
Después de varios días, la pareja logró encontrar a un grupo que organizaba el transporte fuera de Kharkiv y después de esperar en el punto de reunión en el helado invierno ucraniano mientras estaban expuestos a los bombardeos rusos por varias horas, Olena, Eduard y sus tres hijos abordaron un autobús con destino a Lviv en el occidente de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia.
Luego embarcaron en un viaje de 40 horas, viajando a lo largo de carreteras secundarias principalmente de noche para evitar al ejército ruso, y finalmente terminaron en Lviv.
Después de esperar durante seis días en la frontera, los funcionarios de la Agencia Judía los ayudaron a cruzar la frontera a Hungría, donde se quedaron en un hotel en Budapest mientras hacían los arreglos para su aliyah.
Mientras estaban en el hotel, vieron folletos colocados allí por la delegación de Yesha y se interesaron de inmediato.
Dilmoni estaba en Budapest en el momento y se sentó con la familia para discutir la opción de mudarse a un asentamiento en la Franja Occidental.
Olena dijo que la pareja nunca había pensado en mudarse a un asentamiento, pero después de escuchar sobre ello a través de Dilmoni, consultaron más con la coordinadora de la oficial de Europa Oriental de Yesha, Elisha Henkin, que también estaba en Budapest en el momento.
Al llegar a Israel, fueron llevados a la ciudad norteña de Nof Hagalil y comenzaron a explorar. La pareja consideró algunos asentamientos más profundamente en la Franja Occidental como Ariel, Shilo u Ofra, pero eventualmente decidieron Maale Adumim, debido a su proximidad con Jerusalem.
La pareja dice que ahora están felizmente instalados y disfrutando de su nuevo hogar, señalando la cálida bienvenida que recibieron de parte de la comunidad desde su llegada.
Al preguntárseles cómo se sentían sobre mudarse de una zona de conflicto intenso, en la que se ha convertido en su antiguo país, al centro del conflicto israelí-palestino, la pareja no se inmutó.
Eduard y Olena German hablan con el CEO del Consejo de Yesha, Yigal Dilmoni, en su nuevo hogar en el asentamiento Maale Adumim de la Franja Occidental.
¨A largo plazo, la guerra permanente no es sólo sobre Judea y Samaria, sino por toda la Tierra de Israel¨, dijo Eduard, usando los términos bíblicos para la Franja Occidental.
También descartó la comparación entre Ucrania como un país cuyos territorios han estado ocupados y los palestinos, que desean establecer un estado en la Franja Occidental contralada por Israel y la Franja de Gaza con una capital en Jerusalem Oriental.
Eduard insistió en que son, más bien, los ucranianos y los judíos cuyas historias nacionales son paralelas,
¨La nación ucraniana fue forjada hace muchos años, pero sólo obtuvo su independencia hace 30 años. Así también, el pueblo judío se forjó hace miles de años, pero sólo recuperó su independencia hace apenas 70 años¨, insistió.
Y dijo que habían deliberado mudarse a un asentamiento para poder afirmar el control de la región por parte de Israel.
¨Para nosotros está claro a quién pertenece la tierra y quién debería vivir aquí. Hemos venido para vivir aquí como un acto político para fortalecer la presencia judía en el área¨.
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel