03 Ago Investigan un caso de antisemitismo en la Universidad del Sur de California
El Departamento de Educación norteamericano investigará la universidad luego de que la líder del gobierno estudiantil judío fuera obligada a dejar su cargo por su apoyo a Israel.
Rosa Ritch. Foto: cortesía
La Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación de Estados Unidos dijo ayer que empezó una investigación. La razón es el presunto acoso antisemita en la Universidad del Sur de California que forzó a la renuncia en 2020 del líder del gobierno estudiantil judío.
La investigación federal marcó la última de una serie de batallas legales por antisemitismo en las universidades norteamericanas. Los estudiantes judíos relataron el acoso de sus compañeros y la indiferencia de los administradores en varios campus.
Tal es así que la estudiante Rosa Mitch, exvicepresidente del Gobierno de Estudiantes de Pregrado, renunció en agosto de 2020. La razón fue que había sido acosada e intimidada por su identidad judía y apoyo a Israel.
La investigación es una respuesta a la denuncia de Mitch que alega que la universidad permitió un ambiente antisemita hostil en el campus. Esto viola el Título VI de la Ley de derechos civiles de 1964.
La universidad dijo en un comunicado en respuesta a la investigación que estaba “orgullosa de su cultura de inclusión para todos los estudiantes, incluidos los miembros de nuestra comunidad judía. Durante los últimos dos años, la USC ha asumido una serie de compromisos para combatir el antisemitismo y el odio antijudío”.
Y siguió así: “Seguimos dando estos pasos para seguir construyendo sobre el ambiente acogedor que hemos creado para nuestra comunidad judía. Esperamos atender cualquier inquietud o pregunta del Departamento de Educación de EE. UU. con respecto a este asunto”.
La denuncia alega que Mitch no se le permitió la igualdad de chances de participar en la vida del campus y acceder a oportunidades educativas por ser judía. La universidad estaba al tanto del acoso y dejó que el ambiente empeorara. El mismo empezó cuando ella se presentó para un puesto en el gobierno estudiantil. Cuando estaba en campaña, sus carteles terminaron rotos y los anuncios de otros estudiantes judíos también.
En su carta de renuncia, escribió: “Mis compañeros de estudios me han acosado y presionado durante semanas porque se oponían a una de mis identidades” como sionista. “Me han dicho que mi apoyo a Israel me ha hecho cómplice del racismo y que, por asociación, soy racista. Los estudiantes lanzaron una agresiva campaña en las redes sociales para ‘acusar a [mi] sionista. Esto es antisemitismo. La renuncia es la única opción sostenible que puedo tomar para proteger mi seguridad física en el campus y mi salud mental”.
Fuente: Aurora Digital
