Marzo 30 del 2022

Un hijo de sobrevivientes del Holocausto se reunió con una hija de un salvador en Yad Vashem

«Quería llenar los espacios en blanco sobre la historia de mi familia, que solo ellos sabían», dijo Isidore Zuckerbrod.

Isidore Zuckerbrod (izquierda) y Renata Szyfner en el Muro de Honor en el Jardín de los Justos entre las Naciones en Yad Vashem. Foto: Yad Vashem

El hijo de un sobreviviente del Holocausto se vio ayer con la hija de ciudadanos polacos que salvaron a sus padres y muchos otros judíos. Lo hicieron durante la segunda guerra mundial y los reconocieron como Justos entre las Naciones.

El reencuentro entre Isidore Zuckerbrod y Renata Szyfner, quien vive en Orlando, tuvo lugar en el museo del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén. Allí, la pareja intercambió historias que escucharon de sus padres cuando eran niños.

“Las versiones que tenemos individualmente llenan los vacíos que faltan. Se superponen como un tapiz tejido y brindan una imagen más clara de los eventos que tuvieron lugar hace 78 años”, afirmaron los dos.

En marzo de 1942, luego de la liquidación del gueto de Mielic en Polonia, los padres de Zuckerbrod encontraron refugio con Katarzyna y Eugeniusz Szyfner, la abuela y el padre de Szyfner. Esta última familia y otros judíos empezaron a ayudar a necesitados en 1941 en el desván de un gallinero de su propiedad hasta que el Ejército Rojo liberó el área en agosto de 1944.

Zuckerbrod nació ocho semanas después del Día de la Victoria en Europa en 1945. Sus dos hermanos mayores fueron asesinados en 1944 mientras se escondían en un lugar separado de sus padres. Gracias a la reunión con Szyfner, pudo conocer el momento de sus muertes.

Al final de su visita guiada al museo, ambos ingresaron al Salón de los Nombres, una cámara de Yad Vashem que contiene más de 2.7 millones de páginas de testimonios. Estos poseen los nombres de las víctimas del Holocausto.

“Quería llenar los espacios en blanco sobre la historia de mi familia, que solo ellos sabían”, añadió Zuckerbrod. “Mi hermano y mi hermana habían estado escondidos en un lugar separado. Fueron asesinados en el mismo lugar en el que se suponía que estaban a salvo. Nunca supe lo que realmente sucedió hasta ahora. Gracias a las historias que Renata me contó de su padre, ahora sé la fecha de su muerte, así que puedo llorarlos apropiadamente cada año”.

“Es vital que las próximas generaciones continúen perpetuando la memoria del Holocausto”, concluyó en la reunión Joel Zisenwine, director del departamento de Justos entre las Naciones de Yad Vashem. “El hecho de que se hayan buscado y estén aquí hoy parados en Yad Vashem ilustra cuán relevante es el Holocausto todavía hoy, casi 80 años después del final de la Segunda Guerra Mundial”.

 

Fuente: Aurora Digital



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