Colección de canciones Yiddish que estuvieron desaparecidas durante décadas nominada para un Grammy

«Gloria Yiddish: Las Canciones Perdidas de la Segunda Guerra Mundial», incluye 18 pistas compuestas por judíos en la Unión Soviética y Ucrania.

Un tesoro de rara música folklórica judía que se creía perdido después de que fue incautado por las autoridades soviéticas vuelve a la vida en un nuevo álbum.

BOSTON (JTA).- En la desesperación de las feroces batallas de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial contra los nazis, un hombre judío de 42 años de Odessa escribió una canción en yiddish burlándose de los fracasos de Hitler para tomar el control de los recursos de carbón y petróleo de Ucrania.

“Sobre la Alta Montaña”, escrita por Veli Shargorodskii sobre la experiencia de la guerra en 1943-44, termina con las palabras «Alemania está en problemas, Hitler está kaput!»

La canción satírica estuvo entre cientos reunidas durante la guerra por Moisei Beregovsky (1892-1961), un etnomusicólogo y erudito yiddish ruso-judío. Beregovsky lideró un equipo de colegas y voluntarios para el Gabinete de Cultura Judía de Kiev, un departamento de la Academia de Ciencia Ucraniana.

Beregovsky y su colega Ruvim Lerner (1912-1972), planeaban publicar una antología de las canciones reunidas, a continuación del trabajo pionero de Beregovsky preservando canciones folklóricas judías y música yiddish y klezmer.
Pero después de la guerra, su esperanza recibió el cruel golpe del antisemitismo despiadado de Stalin. En 1950, Beregovsky fue arrestado y condenado por nacionalismo judío y encarcelado por cinco años. Las autoridades soviéticas confiscaron su monumental colección de música durante los años de la guerra, y él y Lerner murieron creyendo que su trabajo había sido destruido.

Ahora, a continuación de una inimaginable serie de eventos improbables, estas raras y reveladoras canciones, presuntamente perdidas en la historia, fueron redescubiertas y han sido devueltas a la vida en «Gloria Yiddish: Las Canciones Perdidas de la Segunda Guerra Mundial» (Six Degrees Records).

El etnomusicólogo judío soviético Moisei Beregovsky.

La grabación ha sido nominada para un Premio Grammy, entre cinco finalistas en la categoría de música mundial.
Los ganadores serán anunciados el 10 de febrero en una transmisión en vivo desde el Staples Center en Los Angeles.
“Gloria Yiddish” se encuentra entre menos de un puñado de grabaciones en idioma yiddish que han sido honradas por la Academia de Grabación. Los Klezmatics obtuvo un Grammy en el 2007 por mejor álbum de música contemporánea/mundial; en el momento, los premios en la música mundial estaban divididos entre tradicional y contemporáneo. En 1982, los Klezmorim fueron nominados por mejor álbum étnico.

“Yiddish Glory” representa una ambiciosa empresa de muchos años liderada por Anna Shternshis, una profesora y erudita de la cultura soviética y yiddish en la Universidad de Toronto, y Pavel Lion, un músico y erudito de la literatura yiddish de origen ruso que va por el pseudónimo de Psoy Korolenko.

Producida por Dan Rosenberg, la música fue arreglada por Sergei Erdenko, aclamado como el violinista romaní vivo más grande de Rusia.

Ellos reunieron una banda de todas las estrellas incluyendo a la vocalista ganadora del premio Juno, Sophie Milman, una intérprete judía de jazz residente en California que nació en Rusia.

Para ver el video hcer clic en el link https://www.timesofisrael.com/a-collection-of-yiddish-songs-thought-to-be-lost-nominated-for-a-grammy/

La grabación, aclamada en decenas de listas de los mejores álbumes del 2018, incluye 18 pistas. La extensa contraportada incluye las letras para todas las canciones en traducciones al inglés y el ruso, así como también un fascinante material de fondo e imágenes de archivo.

Judíos de todos los ámbitos de la vida escribieron letras en primera persona -desde soldados judíos del Ejército Rojo y refugiados hasta víctimas y sobrevivientes de los ghettos de Ucrania. Ellas suenan con desafío, venganza, amor, esperanza y humor judío.

Shternshis se sorprendió con la nominación.

“Dada toda la historia, dónde comenzó todo…es increíble”, dijo ella a JTA en una entrevista telefónica.
Es un tributo extraordinario a Beregovsky y sus colegas, quienes arriesgaron sus vidas y sufrieron consecuencias por su dedicación a la cultura y memoria judía, dijo Shternshis, directora del Centro de Estudios Judíos Anne Tanenbaum de la Universidad de Toronto.

Shternshis supo sobre el material por casualidad a principios de los 2000, cuando estaba haciendo una investigación en la Biblioteca Nacional Vernadsky de Ucrania en Kiev, donde los bibliotecarios descubrieron la colección de Beregovsky en cajas sin marcar en los años 1990.

Ella reconoció el hallazgo como un tesoro escondido histórico y cultural.

Anna Shternshis, una erudita en estudios rusos y yiddish, lideró la creación de «Gloria Yiddish» basada en su trabajo con el archivo de Moisei Beregovsky que casi se perdió en la historia.

“Estaba sorprendida en tantos niveles”, dijo Shternshis, recordando cuando ella hurgaba en miles de páginas de papel amarillento, algunas veces en jirones con letras tipeadas o escritas a mano. Empapada en la historia de la literatura rusa del Holocausto y la música de la región, no podía creer que no reconociera ni una sola canción.
Las canciones eran notablemente distintas a la música de Vilna, Varsovia y Lodz, con referencias a Stalin y la Unión Soviética.

«La música no tenía paralelos», dijo Shternshis.

Sólo alrededor del 10 por ciento de las canciones incluían la notación musical. Algunas hacían referencia o daban pistas de melodías populares de la época.

«Sobre la Alta Montaña», la primera canción, encabeza con el conmovedor llamado de la trompeta de David Buchbinder. La letra es un guiño a una vieja adivinanza de conteo yiddish; la animada melodía de Korolenko recuerda esa famosa melodía folklórica.

Varias canciones ofrecen descripciones vívidas y a ras de tierra de las masacres en Babi Yar, Tulchin y Pechora en Ucrania.

Página del archivo de Moisei Beregovsky de las canciones en yiddish escritas por judíos en la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial.

«Mames Gruv» (La Tumba de mi Madre) es una canción sobre un niño lamentando la muerte de su madre interpretada por Isaac Rosenberg, el hijo de Shternshis, quien tenía 11 años al momento de la grabación. Él está más que emocionado de poder asistir a los Grammys, dijo Shternshis, quien tiene que perderse la ceremonia.

El quinto corte, «Mayn Pulemyot» (Mi ametralladora), describe el orgullo de un soldado judío al usar su ametralladora para matar a soldados alemanes. «Shelakhmones Hitlern» (Regalos de Purim para Hitler) toca una nota más ligera al comparar a Hitler con Haman, el villano de la fiesta judía de Purim.

Milman trae voces suaves y sensuales a «Kazakhstan», una oda estilo cabaret de gratitud a la tierra donde un cuarto de millón de refugiados judíos sobrevivió. Es la única canción en el álbum en la cual Erdenko compuso una nueva melodía, combinando estilos romaníes, yiddish y rumanos. La canción es profundamente personal para Milman, cuya abuela sobrevivió como una refugiada judía soviética en Kazakhstan, y para Erdenko, como un tributo a los romaníes quienes también fueron víctimas del Holocausto.

Rosenberg, el productor del proyecto, a menudo piensa sobre los compositores que llevaron la pluma al papel, muchos de los cuales fueron asesinados durante el Holocausto.

«Ellos sentían que era importante tratar de compartir sus historias personales, sus advertencias contra el fascismo, y sus sueños de un futuro mejor con la débil esperanza de que sus historias algún día sería escuchadas», escribió él en un email.

 

Fuente: The Times of Israel
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil



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