¿A dónde fueron todos los judíos del mundo árabe?

Judíos yemenitas

El establecimiento del Estado de Israel provocó el fin de siglos de vida judía en el mundo árabe parlante cuando alrededor de un millón de judíos huyeron o fueron exiliados a rincones lejanos de la tierra.

Alrededor de un cuarto de millón de judíos emigró de los países árabes en los años alrededor de 1948, con el establecimiento del Estado de Israel. La mayoría vino a Israel y ayudaron a construir el país, pero miles más emigraron a otros países y establecieron comunidades judías sefaradíes, algunas veces en lugares inusuales.

Un estudio llevado a cabo por Beit Hatfutsot para Ynet arroja algo de luz sobre el asunto. Los judíos comenzaron a dejar los países árabes incluso antes del establecimiento de Israel, y más se fueron a medida que el conflicto entre los países árabes y el naciente estado judío se intensificaba.

Desde algunos países, el proceso fue rápido y la mayoría de su población judía se fue en unos pocos años. Pero en otros, fue un proceso extenso en el que los judíos se fueron en varias oleadas.

Judíos yemenitas

El hecho de fondo es que de aproximadamente un millón de judíos que vivían en países árabes en 1947, sólo unos pocos miles quedan hoy. Cientos de años de historia desaparecieron, casi instantáneamente.

Desde la soleada África del Norte a la nevada Quebec, o el Amazonas

A diferencia de la mayoría de los judíos marroquíes quienes se fueron tranquilamente, los judíos de otros países no tuvieron esa opción. En Yemen e Irak, la mayoría de los judíos huyeron en operaciones organizadas por el Estado de Israel, a menudo con la ayuda de los movimientos sionistas locales. Muchos de los que no se unieron al éxodo masivo se quedaron atrás hasta este mismo día.

Para la mayoría de los judíos, Israel era el destino natural y preferido. La emoción derivada del establecimiento mismo de un estado judío independiente en la tierra de Israel era inmensa y estaba articulada con la realización de generaciones de anhelos y plegarias por el regreso a Sion, por un deseo de ser parte de la empresa sionista.

Hubo otros factores también, a menudo personales. Aquellos que tenían miembros de la familia que ya estaban asentados en otros países y podían apoyar financieramente a sus parientes, a menudo se unieron a ellos en lugar de emigrar a Israel.

Además, las familias prósperas y bien educadas, tales como aquellas que dominaban el inglés o el francés o tenían profesiones que les permitirían integrarse fácilmente en los países occidentales, a menudo prefirieron emigrar a países distintos a Israel, al menos inicialmente.

Los aproximadamente 6,000 judíos que vivían en Libia en 1967 fueron transportados a Italia debido a los peligros que enfrentaron a continuación de la Guerra de los Seis Días en 1967. La mayoría de ellos emigraron luego a Israel.

Judíos en Trípoli, Libia, 1946.

Algunas comunidades judías de tierra árabes se fueron y se asentaron en otros países mucho antes de que el Estado de Israel fueran establecido. Judíos de Marruecos se asentaron en el Amazonas en el norte de Brasil y Perú durante el auge del caucho del siglo XIX.

La comunidad sefaradí en la provincia canadiense de Quebec cuenta con unos 25,000 miembros hoy, la mayoría en Montreal. Muchos judíos dejaron Marruecos a finales de los años 1950 y como francoparlantes encontraron un hogar en la provincia francocanadiense.

Emigración en masa o en oleadas

Los judíos de Siria se asentaron en varias comunidades en América Latina, tales como Ciudad de México, Buenos Aires, Sao Paulo y Panamá, alrededor de fines del siglo XX.

Sinagoga sefaradí en la Ciudad de Guatemala

También hubo comunidades de judíos de Irak que se asentaron en India y el Lejano Oriente, o en Inglaterra, donde los judíos yemenitas de Adén se asentaron.

En la mayoría de los lugares donde los judíos se asentaron establecieron una sinagoga tradicional e hicieron esfuerzos para preservar las costumbres religiosas y culturales de su tierra de origen. Sus costumbres sirvieron como un ancla para preservar su identidad entre las generaciones posteriores.

En cuanto al idioma, muchos judíos hablaban un dialecto judío-árabe único que era diferente del de los judíos de otros lugares. El dialecto de Bagdad era diferente del de los judíos de Túnez o Yemen.

En países que fueron colonizados por Francia, muchos judíos adoptaron el idioma francés. Muchos de esos lugares tenían escuelas judías financiadas por la Alliance Israelite Universelle, una organización judía internacional con sede en Paris fundada por el estadista francés Adolphe Crémieux para salvaguardar los derechos humanos de los judíos alrededor del mundo.

La mayoría de la primera generación de los emigrantes continuaron hablando su idioma natal, al menos en casa. En Israel, sin embargo, hubo una inmensa presión para aprender y adoptar el hebreo. Los árabes parlantes también eran vistos con desconfianza, ya que era el idioma del enemigo. Consecuentemente, la mayoría de la primera generación de los inmigrantes abandonaron su idioma natal, aparte de unas pocas palabras y expresiones, y no lo pasaron a la siguiente generación.

Judíos tunecinos emigrando a Israel en los años 1940

En general, los judíos que emigraron a América Latina adoptaron el español (o portugués en Brasil) y los judíos en Estados Unidos adoptaron el idioma inglés. En años recientes, ha habido un interés renovado en muchos por el lenguaje de sus ancestros y algunos han empezado a usar los idiomas hablados por sus padres o abuelos en sus países de orígenes.

Mientras que la mayoría de los judíos yemenitas emigraron en masa a Israel, los judíos de Egipto se dispersaron alrededor del mundo. Más de 15,000 judíos egipcios se asentaron en América del Sur, siendo la razón que los judíos egipcios salieron en varias oleadas, influenciados por una variedad de factores afectando la comunidad, así como también las conexiones formadas con los diferentes países de destino a través de los años.

Los judíos que permanecieron en Egipto por razones financieras perdieron todo, o la mayor parte, de sus posesiones cuando Nasser nacionalizó las propiedades de los ricos en 1961. A continuación de la derrota de Egipto en la Guerra de los Seis Días, hubo disturbios antijudíos y todos, excepto 2,000 judíos, dejaron el país.

Hay muchos judíos de origen tunecino o marroquí en Israel, pero la mayoría de los judíos argelinos se asentaron en Francia; unos 130,000 en comparación con solo 30,000 que escogieron asentarse en Israel. En Francia, los judíos se asentaron en su mayor parte en Marsella, Paris y Estrasburgo. Argelia fue distinta de las otras colonias francesas en África del Norte en que era como la propia Francia y sus judíos tenían la ciudadanía francesa.

Judíos egipcios en camino a una boda, 1947

El Dr. Yosef Sharvit, un conferencista en la Universidad Bar Ilan y un experto en la historia judía argelina, explica que los judíos argelinos fueron los únicos entre las comunidades de la Diáspora que fueron criticados por no emigrar en masa a Israel.

Shami y Halabi

Sinagoga siria

Los judíos de Siria pueden ser divididos en dos comunidades separadas: los judíos de Damasco (Shami) y los judíos de Alepo (Halabi) y cada uno tiene sus propias tradiciones. Los judíos de Alepo comenzaron a emigrar a México en 1912 y establecieron la sinagoga y comunidad Magen David. Aquellos que permanecieron en Siria estaban más inclinados al sionismo y muchos se mudaron a Israel antes de 1948, algunos incluso tan temprano como en el siglo XIX.
Muchos judíos sirios dejaron el país durante el siglo XIX debido a un deterioro de la economía. La apertura del Canal de Suez eliminó las rutas tradicionales por tierra para el comercio y afectó a muchos empresarios judíos. Al principio, muchos judíos se mudaron a Beirut (entonces todavía parte de la provincia siria del Imperio Otomano) y desde ahí a Egipto donde la economía fue impulsada por el canal, antes de irse a países de occidente.
Aquellos que permanecieron en Siria después de 1948 tuvieron dificultad en dejar el país. Sólo en 1992 el régimen de Assad permitió a los judíos emigrar libremente, y la mayoría se fue.

El juicio amañado del judío iraquí Shafiq Ades en Basora, 1948

Irak tenía otra de las comunidades judías más antiguas en el mundo. En 1948, la comunidad era relativamente próspera y tenía un profundo impacto en la cultura local y muchos no pensaban en irse. Pero después de la declaración de independencia de Israel, Irak envió tropas para luchar junto a los países árabes invasores y los sentimientos antijudíos se dispararon. Los judíos locales fueron perseguidos, chantajeados y muchos fueron acusados de espionaje y despedidos de los trabajos en la administración pública.

El gobierno iraquí permitió a los judíos emigrar, creyendo erróneamente que sólo un puñado se iría, pero la mayoría de los que se fueron perdieron gran parte de sus propiedades. Alrededor de la mitad de los que se quedaron eventualmente se asentaron en Londres. Cuando Saddam Hussein llegó al poder casi todos los judíos restantes huyeron a Irán (bajo el Shah) y luego a Israel.

 

Fuente: Ynetnews
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil



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