Las prioridades de Abraham

Estimados Lectores:

Esta semana hablamos de la revelación divina que tuvo Abraham, pocos días después de su circuncisión. Todo en la vida de Abraham fue logrado con gran esfuerzo, no tuvo nada regalado, nada gratis, cada logro fue hecho con mucho sacrificio.

Lo que más me llama la atención de su vida, es que cuando llego el momento más ansiado de su vida, la revelación de Di-s mismo, no fue tan importante para el como atender a los tres forasteros sedientos que se aproximaban a su carpa, dejando a Di-s de costado.

Esta misma tarde escuche la historia de una señora que en la Argentina abrió comedores para niños en estado de desnutrición. Su propio origen era muy humilde, en su infancia la comida no abundaba, pero siempre su madre dejaba servido un plato en la mesa, y cuando los chicos le preguntaban para quien era, la madre respondía «Es para Di-s si nos viene a visitar». Un día vieron a un vagabundo sentado en el frente de la casa comiendo del plato que su madre servia, los hijos corrieron a reclamarle a la madre, «Ese hombre que está comiendo la comida no es Di-s» a lo que la madre sabiamente respondió, «y ustedes ¿cómo saben que no es Di-s?»

La lección que nos da Abraham es muy poderosa, por más espirituales que seamos, por más elevados que nos encontremos, si no saltamos de nuestro lugar para ayudar al sediento y al hambriento (no solo de comida, hay hambre y sed de afecto, de atención, enseñanza y muchas cosas más) no somos merecedores de la revelación divina.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy

 

Fuente: Jabad.com



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