24 Oct Israel enfrenta sus 2 mayores desafíos desde que se estableció como estado; ¿cambiarán de rumbo nuestros líderes?

Para consternación de todos, el presupuesto estatal no ha sido modificado para que se pudieran asignar miles de millones a la seguridad y a causas civiles derivadas de la guerra.

Israel enfrenta dos desafíos en este momento. Primero, gestionar la guerra contra Hamas en Gaza, con todas sus implicaciones locales, regionales e internacionales. El segundo es civil: cuidar de los evacuados, las víctimas, y las familias de los secuestrados y desaparecidos, y planificar la rehabilitación de las comunidades en el área circundante.

Las mejores fuerzas israelíes están asignadas a la primera tarea. Es cierto que algunas de ellas aún están lidiando con el enorme fracaso del 7 de octubre, pero ahora que las cosas están en marcha, el sistema de seguridad está llevando a cabo una campaña aérea que se espera que maneje con éxito el complejo desafío militar planteado por Hamas, que ha estado preparando a Gaza para esta operación terrestre durante años.

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Video: ‘Es una masacre’ – Kibutz israelí resalta la destrucción del ataque de Hamas / Crédito: Reuters

Las FDI se encontrarán con sorpresas en la Franja de Gaza, lo cual es una razón importante para el prolongado asalto aéreo y los meticulosos preparativos para la contraofensiva, destinados a inclinar la ventaja hacia el lado israelí.

Sin embargo, la actividad militar en el terreno es solo un lado de esta operación. Se deben preservar varios otros elementos críticos para lograr el objetivo estratégico de la guerra: negar a Hamas sus capacidades militares y de gobierno. El primero es actuar de manera muy enfocada en el norte para mantener una fuerte defensa y disuasión, y evitar abrir un frente más amplio contra Hezbolá e Irán.

Los esfuerzos concurrentes deben prevenir la escalada en Judea y Samaria y en Jerusalén oriental, así como entre los ciudadanos árabes de Israel. Todos estos factores se verán influenciados tanto por las imágenes que provienen de Gaza como por el poder que Israel proyecta. Esto también afectará la legitimidad internacional, que es crítica para la continuación de la operación, y la opinión pública internacional, especialmente en Washington, cuyo apoyo a Israel es crítico en los aspectos diplomáticos y de seguridad (municiones y ayuda militar adicional, así como disuadir al eje iraní de expandir el conflicto).

En contraste, para la segunda tarea, se han asignado elementos relativamente débiles, y esto es bastante angustiante. Estos son parte de un servicio público inepto que ha favorecido a los amigos sobre la gestión profesional durante años. Las luchas de poder que se han desarrollado dentro de la Oficina del Primer Ministro y entre la Oficina del Primer Ministro y el tesoro (sobre autoridad, presupuestos y responsabilidad) nos enseñan que nadie involucrado comprende verdaderamente la magnitud del momento. Incluso ahora, a 10 días del desastre, nuestros líderes están enfocados en sus propias necesidades mezquinas y hay muy poco trabajo: una receta precisa para una crisis continua.

La lista de problemas que requieren atención inmediata es interminable, pero se puede destilar en tres categorías principales. La primera es lidiar con los cautivos, donde la respuesta del gobierno ha sido inconsistente y deficiente. La segunda es atender las necesidades de los evacuados, que todavía tienen más preguntas que respuestas, que van desde problemas de suministro y equipo hasta la dependencia excesiva de la generosidad de los sectores privado y empresarial y dudas sobre el futuro en términos de vivienda, educación y bienestar. La tercera es la rehabilitación del área circundante, que requiere grandes presupuestos y una acción eficiente entre los diversos ministerios.

Estos dos desafíos, seguridad y civiles, son los problemas más complejos que Israel ha conocido desde 1948. En lugar de celebrar su 75º año, Israel se enfrenta a una tarea inmensa, sin precedentes y exigente que requiere sus mejores recursos y mentes.

Desafortunadamente, viene acompañado de demasiado ego y política. Para consternación de todos, el presupuesto estatal no ha sido modificado para que se pudieran asignar miles de millones a la seguridad y a causas civiles derivadas de la guerra. Hasta que eso suceda, Israel continuará por el viejo camino que ha fallado. Si Israel quiere salir de esta grave crisis en su historia, debe actuar de inmediato y corregir su rumbo.

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Israel Hayom
https://www.israelhayom.com/2023/10/16/israel-is-facing-its-2-biggest-challenges-since-statehood-but-our-leaders-wont-change-course/