07 Jun Ulrich Shnaft, miembro de las Waffen-SS, oficial del ejército israelí y espía egipcio
Nació en 1923 en Königsberg, Alemania, hijo de una madre soltera, quien al no poder mantenerlo, lo ingresó en un orfanato y poco después fue adoptado por una familia alemana de la clase media.
Ulrich Shnaft. Foto: Bemajané/órgano de prensa que pertenecía al ejército.
Por Dr. Israel Jamitovsky
La imaginación no tiene fronteras ni límites, pero otro tanto sucede con la realidad. Es la historia de Ulrich Shnaft, miembro de las Waffen-SS., Oficial del Ejército israelí y espía egipcio. Todo ello sucedió en los primeros años del Estado de Israel, pero su historia- digna de una buena película- afloró nuevamente en la prensa israelí a raíz que los Servicios de Seguridad General de Israel permitieron acceder a su expediente.
Ulrich Shnaft nació en 1923 en Königsberg, Alemania, hijo de una madre soltera, quien al no poder mantenerlo-recuérdese la crisis del período entreguerras- lo ingresó en un orfanato y poco después fue adoptado por una familia alemana de la clase media. En 1941 se graduó como técnico de maquinaria automotriz y posteriormente se incorporó a las Waffen-SS. Fue destinado al frente oriental en el cual resultó herido. Una vez recuperado fue enviado a Yugoslavia y a Italia y es en este país donde fue capturado por las fuerzas estadounidenses y llevado a un campo de prisioneros. En junio de 1947, a dos años y medio de su captura fue puesto en libertad, habida cuenta que no había tomado parte en crímenes de guerra.
Una vez liberado, se trasladó a Múnich compartiendo un apartamento con un joven judío. Habida cuenta que su situación económica era angustiosa, decidió hacerse pasar como judío (adujo que su padre era judío) y con la ayuda de su compañero de finca, recibió ayuda del Joint. En octubre de 1947, se une a un grupo de judíos que planeaban viajar clandestinamente a la Tierra de Israel adoptando a tales efectos el nombre de Gabriel Weissman. Se dirigieron a Marsella, Francia, permaneciendo dos meses en un espacio de la Agencia Judía.
En 1947 se embarca con un colectivo judío hacia la Tierra de Israel pero antes de llegar al puerto de Haifa, la Marina Real Británica interceptó la embarcación y Shnaft junto a los demás pasajeros los enviaron a un campo de internamiento británico en Chipre. Durante su estadía en la Isla, Shnapt se incorporó a la célula local de la Haganá (organización combatiente de la Izquierda Sionista) estando implicado en distintas acciones, en especial en distintos intentos de fuga. Tras la Declaración de la Independencia de Israel y con la guerra de independencia tocando a su fin, pusiero nen libertad a Schnaft y, una vez en el puerto de Haifa, lo enviaron al Kibutz Kiryat Anavim, en el cual amen de trabajar en el espacio agrícola, aprende el idioma hebreo.
DESTACADO MILITAR QUE SUSCITÓ SOSPECHAS
En agosto de 1949, Schnaft se enrola en el Ejército de Israel, en el marco del servicio obligatorio, completando un curso de jefes de escuadrón de infantería. Sus superiores impresionados por sus conocimientos militares le ofrecieron permanecer en el ejército tras el término de su servicio, de tal modo que al poco tiempo de su retiro, aceptó la propuesta, volvió a alistarse y se matriculó en el curso de oficiales, graduándose con honores en calidad de teniente de artillería de reserva. En 1952, presentó la solicitud de servir en el ejército en forma permanente y en una unidad activa, pero se la denegaron.
Al parecer una investigación rutinaria de su historial practicada por las autoridades militares, reveló que en una ocasión, algunos compañeros de la unidad de Schnaft durante el servicio obligatorio, informaron a sus superiores de un incidente acaecido durante una salida nocturna. Según el informe, mientras estaba ebrio Shnaft exhibió a sus compañeros una foto suya con el informe de la SS, alegando que se encontraba en Israel con una identidad falsa. A ello hay quienes sostienen que a las sospechas, se aunaba su fisonomía típica de alemán y cristiano. Pese a carecer de pruebas de las sospechas de su pasado a lo que hubo que agregar su actividad desplegada en la Haganá en Chipre, de todos modos, se procedió a rechazar su petición de incorporarse a un espacio permanente del Ejército de Israel y a la vez decretar su baja inmediata del servicio militar.
¿ESPIONAJE POR CONVICCIÓN O FORZADO POR LAS CIRCUNSTANCIAS?
Una vez retirado del servicio militar, Schnaft se trasladó a la ciudad de Ashkelón, sita en el sur de la costa israelí. Alquiló un apartamento en la ciudad y en ese contexto tuvo una aventura amorosa con la mujer del propietario de la finca-igualmente alemana y 20 años mayor que él-con la que se mudaría a la ciudad de Haifa, después que el propietario les descubriera y echaran de su casa.
Cuando Schnaft y su amiga arribaron a Haifa, Alemania Occidental había comenzado un rápido proceso de recuperación y crecimiento económico, por lo cual decidió retornar a su país natal. Así en 1954 y con sólo 20 dólares en el bolsillo, la pareja llegó a Génova e inmediatamente se dirigieron al consulado alemán en dicha ciudad a los efectos de obtener el visado de entrada en Alemania. La solicitud de Shnaft fue denegada habida cuenta que sólo poseía pasaporte israelí y en aquel momento Israel y Alemania Occidental no habían establecido relaciones diplomáticas. Ante la negativa, Shnaft se reunió personalmente con el cónsul relatándole su genuina historia, pero el cónsul simplemente no le creyó. Su versión le pareció increíble. La mujer por su parte obtuvo la visa y se encaminó a Alemania. Más tarde se reuniría con su esposo y ambos se trasladaron a Alemania Occidental.
Sin dinero, sin visado y sin compañía, ante esta coyuntura, Shnaft se dirigió al Consulado Egipcio en Ginebra ofreciendo brindar información del espacio militar de Israel a cambio de ayuda diplomática para ingresar a Alemania Occidental. En este contexto, Shnaft se entrevistó con el Agregado Militar Egipcio en Roma, se traslada a Egipto departiendo con oficiales de la inteligencia egipcia, a quienes brindó información sobre distintas facetas del Ejército de Israel: unidades, bases, armamento, programas de entrenamiento y nombres de oficiales. Se estima que el daño no pasó a mayores considerandos que Shnaft nunca tuvo acceso a secretos militares.
En este contexto, los egipcios le solicitaron retornar a Israel portando una identidad falsa, iniciar una carrera militar y ser su espía en este espacio, pero Shnaft rechazó la propuesta recordándoles lo convenido, es decir, información a cambio de ayuda para ingresar a Alemania. Finalmente en Ginebra le emitieron un laissez-passer a Alemania y en marzo de 1954 Ulrich Shnaft retorna a Alemania Occidental por primera vez desde su marcha con la identidad falsa de un superviviente judío del Holocausto.
LOS ERRORES DEL EXCESO DE CONFIANZA
Al retornar a Alemania, Shnaft residió con su tía en Frankfurt y pudo localizar a su compañera del pasado que en ese momento residía en Berlín con su marido. Un día se personó en su casa y cuando ella rechazó su propuesta de volver a convivir, Shnaft le confesó la verdad sobre su pasado nazi amén de su trabajo para la inteligencia egipcia. La mujer se apresuró a contarle a su marido la confesión de Shnaft, quien a su vez informó de su contenido a las autoridades del Shin Bet, el Servicio de Seguridad de Israel.
La carta llegó en octubre de 1955 y el Shin Bet resolvió promover una operación para juzgarlo en Israel. En diciembre de 1955, uno de los agentes-Shmuel Moriya judío de origen iraquí- se topó “por casualidad” con Shnaft en Berlín, señalando que había servido en las Waffen-SS durante la guerra al igual que otros voluntarios árabes. En cierto momento Shnaft se persuadió que Moriya era un oficial iraquí, le contó su historia entera así como su odio a Israel y a los judíos. A raíz de ello Moriya le ofreció trabajar para el gobierno iraquí, interesado en recibir información sobre la situación económica de Israel en una tarea que en principio no conllevaba riesgo alguno.
Shnaft acepta la oferta y en 1956 regresa a Israel con un pasaporte falso. Lo detuvieron inmediatamente después de bajar del avión, juzgado y condenado a siete años de prisión, y lo liberaron tras cinco años por buena conducta. Tras su puesta en libertad, retornó a Frankfurt, pero todo el resto a partir de ese momento configura hasta hoy en día un genuino misterio. Se desconoce qué actividades desplegó, cuándo y en qué lugar falleció. Zeev Eckstein convicto por el asesinato del cuestionado líder húngaro Israel Kastner durante la Segunda Guerra Mundial, fue compañero de Shnaft en la cárcel de Ramla. En su libro Frazada de Retazos señala que Shnaft se convirtió en Alemania en un cura luterano y partidario de Israel, aunque no existen evidencias de tal afirmación. Corresponde por cierto, que un buen cineasta y un excelente guionista trasladen al cine esta increíble historia.
Fuente: Aurora Digital