17 Abr Moody’s rebaja la perspectiva crediticia de Israel por la reforma judicial
La agencia de calificación de riesgo estadounidense degrada la perspectiva credicitia del país de positiva a estable; aunque mantiene la calificación crediticia en A1 y proyecta un «crecimiento continuo y sólido» económico a mediano plazo.
Benjamín Netanyahu y el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich en Jerusalen el 12 de enero de 2023 Foto: GPO / Amos Ben Gershom
La agencia de calificación crediticia Moody’s rebajó hoy la perspectiva de Israel de positiva a estable debido a la fuga de capitales e incertidumbre económica que ha provocado la reforma judicial del gobierno de Benjamín Netanyau, que ha desatado una fractura social sin precedentes.
Tanto Moody’s como otras agencias de calificación llevaban meses amenazando con esa rebaja, aunque mantiene la calificación crediticia en A1 en medio del «fuerte crecimiento económico» de Israel, que fue del 6,5 % en 2022.
La paralización temporal de la reforma por parte de Netanyahu a finales de marzo, para promover un diálogo nacional con la oposición y alcanzar un amplio acuerdo sobre esa legislación, no ha impedido que Moody’s revisara las perspectivas económicas de Israel por «el deterioro del gobierno, como lo ilustran los eventos recientes en torno a su propuesta para reformar el poder judicial del país».
La reforma planteada inicialmente por el Gobierno buscaba aumentar el control del Ejecutivo sobre la Justicia y socavar la independencia de ésta, así como la capacidad fiscalizadora de la Corte Suprema, con polémicas medidas como una nueva ley de selección de jueces que da control total el Gobierno o la «cláusula de anulación», que permite que una mayoría simple parlamentaria revierta fallos de la Corte Suprema.
«Si bien las protestas masivas han llevado al gobierno a pausar la legislación y buscar el diálogo con la oposición, la forma en que el gobierno ha intentado implementar una reforma de gran alcance sin buscar un amplio consenso apunta a un debilitamiento de la fortaleza institucional y la previsibilidad de las políticas», agregó la agencia en su último informe sobre Israel.
Israel recuperó la máxima calificación de Moody’s en abril de 2022, después de que rebajaran su perspectiva a estable en abril de 2020 por la desaceleración global provocada por la pandemia, la misma que obtiene ahora aunque mantiene la calificación crediticia en A1, en una escala que va desde AAA (la más alta) a C (la más baja).
«La economía de Israel ha demostrado ser resistente a muchos impactos económicos y geopolíticos en las últimas décadas y ha crecido a un ritmo rápido, ayudado por las industrias de alta tecnología competitivas a nivel mundial de Israel. Proyectamos un crecimiento continuo y sólido a mediano plazo», indicó Moody’s.
Israel ha crecido a un ritmo sostenido de 4,1% de media la última década, ayudada en gran medida por la pujante industria de la alta tecnología, que representa el 15 % del PIB y casi el 50 % de las exportaciones; aunque ese sector fue uno de los primeros en unirse a las protestas masivas contra la reforma, e incluso algunas empresas ya han retirado sus capitales del país.
Moody’s también advirtió de que las calificaciones crediticias de Israel también podrían verse «bajo presión a la baja si las tensiones actuales se convirtieran en una crisis política y social prolongada con un impacto negativo material en la economía, posiblemente relacionado con entradas de capital sustancialmente menores en el importante sector de alta tecnología y la reubicación de empresas israelíes en el extranjero”.
La OCDE ya advirtió de la pérdida del ritmo de crecimiento por la «incertidumbre global y nacional», y prevé una desaceleración del PIB, con un crecimiento en torno al 3 % en 2023 y 2024.
Las perspectivas económicas también están afectando a la moneda local, que en los últimos años fue una de las monedas más fuertes a nivel mundial, pero desde que se anunció la reforma se ha depreciado un 4 % interanual respecto al dólar, su nivel más bajo en tres años. EFE
Fuente: Aurora Digital