Marzo 23, 2023

¿Por qué la Torre de Londres tiene un lugar paradójico en historia judía de la Inglaterra Medieval?

La Torre Blanca en la Torre de Londres.

La nueva investigación del Dr. Rory MacLellan, que llevó a cabo un proyecto de 2 años en los Palacios Reales Históricos, pinta una icónica fortaleza como un lugar de encarcelamiento, y un refugio, para los judíos del siglo XIII.

POR: Robert Philpot

LONDRES.- Durante casi 1,000 años, la Torre de Londres se ha alzado sobre la orilla norte del río Támesis como un palacio real, una fortaleza, y otrora un lugar infame de tortura y muerte.

Pero, para los judíos del Londres Medieval, ha desempeñado un papel paradójico como un palacio de encarcelamiento y refugio, ejecución y empleo.

Ese papel es destacado y explorado en una nueva investigación que brinda la descripción más completa y detallada de los prisioneros, refugiados y personal judío hasta la fecha, incluidas las biografías de casi 250 individuos o grupos de judíos conocidos que se sabe que estuvieron en la Torre desde la llegada de la comunidad a Inglaterra hasta su expulsión en 1290.

Dos cuervos de la Torre en las jaulas de cuervos, cerca de la Torre Wakefield en la Torre de Londres.

¨La Torre de Londres es uno de los sitios judíos medievales más significativos en el país¨, le dijo a The Times of Israel el Dr. Rory MacLellan, quien dirigió el proyecto de dos años en Palacios Reales Históricos. ¨A diferencia de otros países, no quedan sinagogas medievales en pie en Inglaterra. Si eras un judío viviendo en la Inglaterra Medieval, habrías conocido la Torre¨.

Los hallazgos de MacLellan se detallan en el último número de la revista History.

El papel de la Torre para los judíos -que se cree que se asentaron en el país poco después de la conquista normanda de 1066 -se deriva de su estatus legal único en la Inglaterra del siglo XIII. Como lo registran documentos contemporáneos, los judíos, y sus posesiones eran considerados la propiedad del rey. ¨Todos los judíos, en cualquier reino en que se encuentren, deben estar bajo la tutela y protección del rey feudal…porque los judíos y todas sus posesiones son del rey¨, dicen las ¨Leyes de Eduardo el Confesor´.

Vistos como una fuente de ingresos valiosa, los funcionarios reales estaban encargados de proteger a los judíos del populacho y al mismo tiempo garantizar que pagaran los tallajes -una forma variable y arbitraria de impuestos -cuando el rey los necesitara.

¨Es muy explotador, pero hay ese elemento de protección¨, dice MacLellan. ¨Pero es una relación muy cínica y egoísta. Cuando la Corona trata de proteger a los judíos del ataque, no lo está  haciendo realmente por ideas modernas de tolerancia y multiculturalismo. Lo hace porque los judíos son un recurso financiero¨.

Si bien a los judíos se les prohibió la mayoría de las ocupaciones que no fueran préstamo de dinero, la Corona recurrió a ellos frecuentemente para obtener sumas considerables. En 1273, por ejemplo, la Corona se apoderó de un tercio del valor de los bienes muebles de todos los judíos. Aquellos que no pagaron podían ser encarcelados o enviados al exilio. Incluso la muerte no proporcionaba alivio: él recibía un tercio de la herencia de un judío después de su muerte. Similarmente, los judíos convertidos al cristianismo terminaron perdiendo una parte considerable de sus propiedades para el monarca. Y, en un giro particularmente oscuro, el muro exterior de la Torre -incluida la famosa Puerta del Traidor -fue financiada parcialmente por impuestos punitivos impuestos a los judíos.

El Dr. Rory MacLellan realizó un proyecto de dos años sobre la Torre de Londres que incluyó la investigación más completa hasta la fecha de la comunidad judía medieval de Inglaterra.

En la cúspide del sistema legal y administrativo judío paralelo de la Inglaterra Medieval se encontraba el Tesoro de los Judíos en Westminster. Sus jueces supervisaban los casos legales -que iban desde disputas sobre deudas y ventas de propiedades, hasta acusaciones penales serias como robo, fraude, y asesinato -que involucraban a judíos o deudas contraídas por judíos. Los rollos de declaración de culpabilidad del Tesoro -resúmenes de casos judiciales -fueron la principal fuente para la investigación de MacLellan. Aquellos judíos encontrados culpables por la corte eran enviados a menudo a la Torre.

La evidencia de primera mano de la relación entre los judíos y la Torre se remonta a 1190. En ese año, el alguacil de la Torre de Londres -el funcionario real que era responsable de gravar y proteger a los judíos en la capital -registró varios recibos de judíos: 40 libras de Murianda el judío y 55 libras de multar a Isaac, hijo del rabino. Los registros del alguacil también muestran que el rey, Ricardo I, recibió un pago gracias a los disturbios en contra de los judíos que estallaron después de su coronación el otoño anterior: 28 chelines y 2 peniques de la propiedad de los judíos asesinados en Bury St. Edmunds, y más de las posesiones de los judíos asesinados en Norwich.

Una fotografía de la Casa de las Joyas en la Torre de Londres donde se guardan las Joyas de la Corona.

Los poderes del alguacil eran, como detalla MacLellan, de amplio alcance. Incluían el derecho a arrestar a judíos -tanto en Londres como en cualquier otro lugar en el país -y encarcelarlos; llevar a los acusados y testigos judíos al Tesoro de los Judíos y hacer cumplir las sentencias en su contra; e imponer multas a los judíos, así como ayudar con la recolección de los tallajes e impuestos. El poder para multar a los judíos -que se extendía más allá de los muros de la Torre a las 10 parroquias alrededor del cercano Guildhall, que formaba el centro del asentamiento judío en Londres -era usado liberalmente. MacLellan ha encontrado registros de más de 700 multas de este tipo impuestas entre 1275 y 1278.

La vasta mayoría de las 236 entradas en la biografía de MacLellan son de judíos encarcelados en la Torre. Y, aunque los registros están incompletos y al menos 1,000 judíos se cree que fueron encarcelados en la fortaleza durante el siglo XIII, los nombres e historias de 173 personas han sido identificadas en la investigación.

El arco de la Torre Sangrienta de la Torre de Londres mirando al norte, mostrando detalles de cerca del rastrillo de hierro.

En su mayoría, fueron encerrados por recorte de monedas -cortar los bordes de las monedas para venderlas o hacer otras nuevas -por lo que se cree que 600 judíos fueron encerrados en la Torre durante el apogeo de una represión draconiana a fines de 1270. Si bien el recorte de monedas estaba muy extendido  -y una práctica en la que los cristianos también estaban muy felices de incursionar -fueron los judíos los que soportaron la peor parte de lo que se convirtió en, dice MacLellan, ¨un pánico moral¨. Casi 300 judíos -la mayoría de los cuales fueron encarcelados en la Torre -fueron ejecutados; una proporción significativa de la fuerte comunidad judía de 3,000 personas en Inglaterra.

Pero, como identifica la investigación de MacLellan, hasta 1275, pocos de los judíos que fueron encerrados en la Torre fueron acusados de recortar monedas. En su lugar, la mayoría fueron encarcelados por atrasos en los tallajes – y muchos de estos es probable que hayan sido perdonados y liberados después del pago de una multa. MacLellan ha encontrado casos donde los judíos se encontraron en la Torre acusado de asesinato, ocultamiento de tesoro, manejo de bienes robados, y blasfemia, siendo mucho más raro esto.

El Jardín Perdido de la Torre de Londres y el exterior de la Torre Sangrienta.

Otros casos son ahora infames. En 1255, por ejemplo, 92 judíos que fueron encerrados en la Torre fueron acusados de asesinar ritualmente a Hugh, un niño cristiano de 9 años, en la ciudad de Lincoln, fueron traídos a la Torre. Dieciocho de los prisioneros fueron colgados rápidamente ¨después de la hora de la cena¨, según el ¨Liber antiquis legibus¨ de Londres. Enfrentando un destino similar, uno de los hombres, John de Lincoln, se convirtió al cristianismo y fue perdonado y liberado. Otro, el Maestro Benedict hijo del Maestro Moses de Londres, también fue indultado y liberado. Gracias al hermano del rey, Ricardo, Conde de Conrnwall, y los frailes de Londres, el resto de los judíos también escaparon eventualmente a la ejecución y fueron liberados de la Torre seis meses después.

Doce de las entradas se centran en judíos encarcelados en la Torre acusados de secuestrar y circuncidar un niño cristiano e intentar convertirlo al judaísmo en Norwich en 1234. El caso contra los judíos se prolongó durante varios años -durante los cuales la mayoría probablemente murieron en prisión o fueron ejecutados -pero lo que realmente sucedió ahora es poco probable que se sepa, cree MacLellan.

MacLellan también ha identificado tres casos en los cuales los judíos escaparon de la Torre. El empresario de York, Abraham hijo de Josce, por ejemplo, fue encarcelado en 1270 después de ser encontrado culpable de fraude. Sin embargo, logró huir de la fortaleza en algún momento antes del 18 de marzo de 1272, cuando le dio al rey 12 bezants a cambio de un perdón por abandonar la Torre sin el permiso del guardián de la cárcel o del monarca.

El cambio de guardia en la Torre de Londres, 14 de noviembre del 2022.

También un refugio

Como la investigación deja claro, también hubo ocasiones en que los judíos apreciaron mucho más una estadía en la Torre. Entre otras responsabilidades del alguacil, estaba proteger tanto a individuos judíos como a la comunidad como un todo. En septiembre de 1289, a los judíos se les ofreció refugio en la Torre cuando fueron atacados durante la coronación de Ricardo I en Londres. Fue tan seria la matanza que el cronista y diplomático del siglo XII, Roger de Howden, registró que sólo aquellos judíos que se escondieron en la Torre o en casas de amigos escaparon a la muerte.

El caos que rodea tales orgias de asesinato hace imposible precisar el número exacto de judíos que se refugiaron en la Torre, pero MacLellan estima que la cifra está probablemente en los cientos.

Si bien otras coronaciones contemporáneas no provocaron violencia contra los judíos, el conjunto de circunstancias en 1189 encendió la mecha, dice MacLellan. ¨El fervor de las cruzadas a finales de 1180 fue probablemente el factor impulsor de las masacres, combinado con el ya presente perjuicio antijudío, el resentimiento económico y la oposición a la relación de la corona con los judíos¨, escribe.

El estudio de Sir Walter Raleigh en la planta baja de la Torre Sangrienta en la Torre de Londres, mostrando un escritorio y paredes con proyecciones.

Sin embargo, se tomaron precauciones para proteger a los judíos cuando monarcas posteriores -incluido Henry III en 1220 y su reina, Eleanor de Provenza en 1236 -fueron coronados, y la Torre una vez más proporcionó un lugar de refugio.

Treinta años más tarde, cuando la guerra civil golpeó a Inglaterra, los judíos de Londres nuevamente se encontraron bajo amenaza. Cuando la capital fue arrebatada a Henry por el líder rebelde, Simon de Montfort, la especial relación de la comunidad judía con el monarca los puso en la línea de fuego. En medio de rumores de que estaban planeando destruir Londres, las fuerzas de Montfort asesinaron a los judíos y prendieron fuego a sus casas. En realidad, indica MacMellan, los rebeldes estaban motivados no solamente por el perjuicio contra los judíos, sino también por el deseo de destruir los registros de sus deudas y la oportunidad de librar una guerra económica contra la Corona¨.

Aunque muchos judíos debían sus vidas a la seguridad de la Torre, MacLellan ha identificado los nombres de tres de aquellos que se refugiaron ahí: Elias Blund, que murió en la Torre, probablemente de las heridas que sufrió en el ataque, Leo hijo de Preciosa, y Hagin, abogado del hermano del rey e hijo del Maestro Moses.

Tres años después, cuando Londres cayó ante otro asalto de los barones rebeldes, los judíos, como era de esperar, se dirigieron rápidamente a la Torre. Fueron puestos a trabajar rápidamente, ayudando a defender parte de los muros de la fortaleza. El sitio de 1267, dice MacMellan, es la única ocasión registrada en la Inglaterra Medieval en que judíos y cristianos lucharon uno al lado del otro.

Los arcos de la Torre Wakefield y de la Torre Sangrienta, mirando al sur. Muestra a los visitantes alejándose hacia la entrada a la exposición de la Torre de las Torturas.

Sin embargo, como descubre la investigación, esta no fue la única instancia de cooperación entre las comunidades judías y cristianas de Inglaterra.

¨Repetidamente encontré a prisioneros judíos en la Torre que estaban acusados de tener cómplices cristianos, algo que no fue tratado como algo inusual¨, escribe MacLellan. Indica que los cristianos entraban frecuentemente al distrito judío de Londres para hacer negocios con los judíos y ha identificado un caso en la corte que involucra una deuda donde una mujer judía eligió ponerse del lado de su vecino cristiano, en lugar de su amiga judía. Además, los disturbios antijudíos en Londres fueron instigados con más frecuencia no por los vecinos de los judíos, sino por extraños.

¨La mayoría de la gente se acerca más a este3 pensamiento de la Europa del Este de 1800 donde los judíos vivían en ghettos, y ese no es el caso en la Inglaterra Medieval en lo absoluto¨, explica MacLellan. ¨Podía haber una calle que tenía más personas judías en ella que cristianos, pero no estaba separada en lo absoluto. Es mucho más permeable, no está guetizado¨.

Quizás el hallazgo más fascinante de MacLellan es que al menos tres hombres judíos trabajaron en la Torre durante el período medieval. Dos de ellos eran conversos al cristianismo. Philip le Convers fue un ballestero por 12 años, mientras que Sir Henry de Winchester, a quien se le dio una casa en la Torre en agosto de 1278 por órdenes de Eduardo I, fue parte de una investigación encubierta del recorte de monedas.

La Torre Blanca en la Torre de Londres.

El único judío practicante que se sabe que trabajó en la Torre fue Jurnet, el hijo de Abraham, que fue empleado como un sargento. Irónicamente, él había tenido un hechizo anterior en la fortaleza, cuando fue encarcelado ahí por atrasos en los impuestos. Un respetado miembro de la comunidad judía -otros judíos repetidamente lo llamaron en casos de la corte como testigo, abogado o para pagar la fianza -fue perdonado eventualmente y liberado. La investigación de MacLellan sugiere que la responsabilidad de Jurnet como un sargento en la Torre puede haber incluido cargar cuerpos hasta el cementerio judío de Londres para su entierro.

Pero todo esto fue destrozado en 1290 cuando -en una primicia fatal para un reino europeo -Eduardo ordenó que todos los judíos en Inglaterra deberían convertirse o salir al exilio en el extranjero. ¿Una razón clave? Los impuestos de explotación y persecución a los que el rey había sometido a los judíos del país habían debilitado a la comunidad financieramente – y por lo tanto, reducido su capacidad de contribuir a los cofres del monarca.

La Torre proporcionó el escenario para el último y doloroso acto de la vida judía en la Inglaterra Medieval. Aproximadamente la mitad de los 3,000 judíos estimados del país salió al exilio desde un muelle en los bancos de la fortaleza.

Sin embargo, 600 años después -bastante después de que a los judíos se les permitió regresar a Inglaterra en el siglo XVII -la Torre, una vez más, vino a simbolizar un refugio. Para muchos de aquellos huyendo de los pogromos zaristas, el Muelle de la Torre marcó su lugar de llegada a Londres y la apertura de un nuevo capítulo de la historia judía de Gran Bretaña.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel



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