04 Ene Bitan del Likud dice que no votará para poner fin a la prohibición de diputados racistas, múltiples concesiones a los aliados
El parlamentario del Likud, David Bitan, visto durante una votación en una sesión plenaria de la Knesset en Jerusalem, 20 de diciembre de 2022.
El diputado critica a su propio partido por ‘solo pensar en formar un gobierno’, y afirma que demasiadas carteras de gabinete han sido destruidas o entregadas intencionalmente a socios de la coalición
Por Michael Horovitz
El diputado David Bitan del Likud, dijo este sábado que se oponía a poner fin a la prohibición de los legisladores abiertamente racistas que sirven en la Knesset, y que no votaría para apoyarlo, mientras critica al primer ministro Benjamin Netanyahu por hacer demasiadas concesiones a los aliados de extrema derecha y ultraortodoxos durante las conversaciones por la coalición.
El ultraderechista Otzma Yehudit afirmó este jueves, que Netanyahu había accedido a su demanda de aprobar la legislación que eliminaría la cláusula casi constitucional en la ley básica de Israel: La Knesset estipula que aquellos que incitan al racismo serán descalificados para postularse para el parlamento.
“Luchamos durante años contra el antisemitismo y el racismo en todo el mundo, entonces, ¿qué tipo de mensaje estamos enviando si acordamos renunciar [a la prohibición]”, dijo Bitan en el programa “Meet the press»
“Por supuesto, me opondré. Todos deben oponerse. No están pensando en el futuro, sino sólo en formar un gobierno”, expresó Bitan.
No fue tan lejos como para decir que votaría en contra de tal proyecto de ley, y explicó que estaría ausente durante la votación del mismo.
“Este partido ha cedido demasiados puestos importantes en el gabinete a sus socios intencionales de la coalición durante las negociaciones”, y dijo que los roles importantes que aún estaban en manos del Likud habían sido destruidos.
El líder del Likud, Benjamin Netanyahu, rodeado de diputados luego de una votación para el nuevo presidente de la Knesset, el 13 de diciembre de 2022. Abajo a la derecha está el líder de Otzma Yehudit, Itamar Ben Gvir.
El Likud acordó, como parte de las conversaciones de coalición, dividir las autoridades de varios ministerios claves, para permitir que los otros partidos de la coalición tengan mayor poder, incluida la expansión de los roles del Ministerio del Interior para Shas y del Ministerio de Seguridad Pública para Otzma Yehudit; entregando aspectos de la cartera de educación a Shas y al anti-LGBT Noam; y la eliminación de la autoridad del Ministerio de Defensa sobre los asuntos civiles y de la construcción en Judea y Samaria, entregando este asunto a Sionismo Religioso.
Bitan, quien está acusado de múltiples cargos de corrupción y no puede servir como ministro, dijo que aceptaría presidir el Comité de Asuntos Económicos de la Knesset.
“No creo que haya nada más que tomar”, dijo.
El diputado también abordó los temores de que el gobierno entrante promueva una agenda política antiliberal: “No creo que todo esto vaya a suceder”.
“Hemos visto esta historia muchas veces. Partes de ella han cobrado vida y otras partes no. Hay también acontecimientos alrededor del mundo y en Israel que afectan el resultado final. También habrá presión internacional”, afirmó.
Algunas de las cláusulas y planes en los acuerdos emergentes entre el Likud y sus socios incluyen establecer la pena de muerte para los terroristas, avanzar en la anexión de Judea y Samaria, permitir la potencial discriminación anti-LGBT y promover los eventos públicos segregados por género.
También este sábado, unas mil personas protestaron contra el gobierno entrante y sus políticas inminentes, en la ciudad costera norteña de Haifa.
El Movimiento por un Gobierno de Calidad y otros grupos de protesta, pidieron a los israelíes que se manifiesten en contra de la «peligrosa legislación propuesta por el gobierno criminal designado.»
El exministro de defensa y ex parlamentario del Likud, Moshe Ya’alon, que participó de la manifestación, etiquetó al gobierno entrante como una “máquina venenosa bien engrasada, con elementos criminales, y dañina para la democracia. La lucha aquí no se trata de derecha o izquierda, sino de honestidad o corrupción”.
Netanyahu anunció el miércoles por la noche que él y su Likud habían logrado formar una coalición con Otzma Yehudit, con Sionismo Religioso, con Noam y con sus ultraortodoxos socios de larga data Shas y UTJ; partidos que ganaron un total de 64 bancas en la Knesset de 120 bancas, en las elecciones de noviembre pasado.
Sin embargo, los acuerdos de coalición completos no han sido firmados aún por las partes, con varios problemas importantes por resolver.
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel