03 Ene Practicando la ‘diplomacia marginal’, negociador israelí aseguró la liberación de Brittney Griner
Mickey Bergman, vicepresidente y director ejecutivo del Centro Richardson, hablando en un evento para familiares de venezolanos presos, en una foto sin fecha.
Mickey Bergman, del Centro Richardson, que se especializa en liberar presos políticos estadounidenses, le cuenta al Times of Israel acerca de las conversaciones que contribuyeron a la liberación de la jugadora de básquetbol
Por: Tal Schneider
La semana pasada, en un pequeño aeropuerto de Abu Dhabi, la basquetbolista estadounidense Brittney Griner fue intercambiada por el traficante de armas ruso Viktor Bout.
Griner fue encarcelada por las autoridades rusas en febrero, unos días antes de que el país lanzara su invasión en Ucrania, por posesión de menos de un gramo de aceite de cannabis. Más tarde fue condenada a nueve años de prisión.
Bout, quien fue la inspiración para el personaje ficticio de Viktor Orlov, interpretado por Nicholas Cage en la película «Lord of War», ha sido descrito por las autoridades estadounidenses como el traficante de armas más destacado del mundo. En 2008, después de una larga persecución, fue arrestado en Tailandia, extraditado a los Estados Unidos y luego sentenciado a 25 años en una prisión federal.
Jugando un papel clave en las negociaciones secretas, que condujeron a la liberación de Griner, hubo un pequeño equipo que trabaja para el Centro Richardson; una organización estadounidense especializada en el retorno de presos estadounidenses en todo el mundo. Uno de los ejecutivos de la organización es Mickey Bergman, quien creció en Israel.
Bergman, de 46 años, vive en Virginia, cerca de Washington, DC, y trabaja en estrecha colaboración con Bill Richardson, ex gobernador de Nuevo México y embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, quien además dirige el Centro Richardson, el cual lleva su nombre.
Bergman estuvo detrás de la liberación del ex marine Trevor Reed en Rusia, en abril de 2022. También coordinó la liberación del periodista judío-estadounidense Danny Fenster en Myanmar en noviembre de 2021. En estos días, junto con el personal del Centro Richardson, Bergman participa en las negociaciones para liberar a Paul Whelan, un contratista de seguridad privada y ex marine estadounidense quien fue arrestado en Rusia y acusado de espionaje en diciembre de 2018.
En esta imagen tomada de un video proporcionado por el Servicio de Seguridad Federal de Rusia, la estrella de la WNBA y dos veces medallista olímpica de oro Brittney Griner, se sienta en el avión mientras vuela a Abu Dhabi para ser intercambiada por el ciudadano ruso Viktor Bout, en Rusia, el 9 de diciembre de 2022.
En unos meses, Bergman recibirá el premio “James Foley” por su labor en el Centro Richardson. El premio lleva el nombre de un periodista y fotógrafo freelance, quien fue secuestrado en Siria en 2012 por el grupo terrorista Estado Islámico, y decapitado dos años más tarde.
“Nominado al Premio Nobel de la Paz 2019, como parte de su trabajo en el Centro Richardson, el Sr. Bergman ha contribuido a ser pioneros en la disciplina de la diplomacia marginal, explorando los espacios justo más allá de los límites de la capacidad y autoridad gubernamentales”, Diane Foley, presidenta y fundadora de James W. Foley Legacy Foundation, afirmó en un comunicado. «El señor Bergman y su equipo han facilitado la liberación de más presos políticos que cualquier otra organización. El mundo es un lugar más seguro gracias a su diplomacia innovadora que rompe barreras”.
En una entrevista con The Times of Israel, Bergman habló sobre las negociaciones que llevaron a la liberación de Griner, y de los esfuerzos en curso para liberar a Whelan. A continuación, presentamos nuestra conversación, llevada a cabo en hebreo y luego condensada y editada para mayor claridad. La entrevista original puede leerse en el sitio hermano hebreo del Times of Israel, Zman Israel.
Times of Israel: Cuéntenos, ¿cómo la familia de Brittney Griner comenzó a trabajar junto al Centro Richardson?
Bergman: Nuestro mandato siempre viene de las familias. Trabajamos en su nombre, y sin ningún costo para ellos. El agente de Brittney me contactó a fines de febrero de 2022, cuando escuchó que habíamos volado a Rusia para negociar la liberación de Trevor Reed y de Paul Whelan.
Inmediatamente después de eso, conocimos a Cherelle Griner, la esposa de Brittney, y continué hablando con ella sobre quién podía ayudarla dentro del gobierno de los EE. UU., con quién debería hablar y qué debíamos pedir.
Estas familias se encuentran en una situación desconocida. No hay información, ni explicaciones. Su mundo se pone patas arriba, y sus vidas cambian de la noche a la mañana. Ese es el motivo por el cual nunca presionamos a las familias para que nos pidan ayuda. Entonces, al final de esa reunión inicial acordamos que nos mantendríamos en contacto, pero aún no habíamos sido reclutados oficialmente.
Conozcamos cómo comenzaron las negociaciones con los rusos, poco después de la invasión en Ucrania
Bill Richardson y yo volamos a Moscú dos veces para reunirnos con los líderes rusos. También volé solo a reuniones en Armenia. Debido a que nuestra delegación es privada e informal, nuestras reuniones nunca se llevan a cabo en oficinas del gobierno. Nos reunimos en restaurantes, vestíbulos de hoteles y hogares privados. Las conversaciones son muy amistosas. A lo largo de los años hemos desarrollado relaciones personales, y eso es lo que nos ha ayudado a resolver estas crisis.
Básicamente, llevamos a cabo discusiones abiertas informales con la otra parte. No hacemos grandes declaraciones, y nos enfocamos en escuchar y comprender a la otra parte para desarrollar ideas que nos permitan llegar a un acuerdo.
Cameron Hume (izquierda), Bill Richardson (centro) y Mickey Bergman del Centro Richardson en La Plaza Roja de Moscú en septiembre de 2022.
En julio de 2022, por ejemplo, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, en un discurso público, dijo que la administración hizo una oferta significativa a los rusos, pero los rusos no respondieron. Su discurso fue visto por los rusos como una bofetada en la cara, porque pensaron que la oferta estadounidense no era simétrica y, por lo tanto, no era razonable.
Como resultado directo, nuestro viaje a Moscú se suspendió. Durante algunas semanas tratamos de encontrar una solución por teléfono y por Zoom, y no tuvieron éxito. Volé solo para reunirme con las contrapartes rusas cara a cara, y dos semanas más tarde, Richardson y yo estábamos de vuelta en Moscú. No existe sustituto para el contacto directo.
Una de mis reuniones duró varias horas. En las primeras tres horas, [los rusos] ‘explicaron’ lo que para mí realmente estaba pasando en el mundo. Si yo fuera diplomático, habría tenido que protestar, pero como no soy diplomático, me senté y escuché la narrativa del gobierno ruso. Cómo [Vladimir] Putin ve el mundo, el regreso a [un mundo dividido en] bloques, y quién está en el bloque ruso.
Es irrelevante si estoy de acuerdo con esto o no. Para mí, lo más importante es entender la narrativa [de la otra parte], porque me ayuda a entender por qué los rusos hacen lo que hacen, y de esta manera nos ayuda a anticipar cómo reaccionarán ante las acciones y declaraciones estadounidenses.
Se suponía que el acuerdo original incluiría a Paul Whelan. ¿Qué salió mal?
A lo largo de nuestras negociaciones con respecto a Brittney, nos negamos a hablar de un trato que no incluyera a Whelan. En febrero de 2022, incluso antes de que Griner apareciera en escena, volvimos a los EE. UU. con dos opciones: un intercambio uno por uno por Trevor Reed, o un intercambio dos por dos por Reed y Whelan.
Elizabeth Whelan, izquierda, hermana del veterano del Cuerpo de Marines de EE. UU. y prisionero ruso Paul Whelan, sostiene una foto de su hermano en Lafayette Park, cerca de la Casa Blanca, en Washington, el 4 de mayo de 2022.
En el otoño, pensamos que habíamos llegado a una ecuación que funcionaría, pero la dinámica actual entre las administraciones estadounidense y rusa impidió negociaciones efectivas. Factores externos, de los cuales no puedo hablar, entraron en escena durante esa etapa.
Esto resultó en una sensación de urgencia e hizo que los estadounidenses entendieran que en ese momento solo un trato uno por uno era posible. Decidieron optar por el trato Griner-Bout. Solo un par de días antes de que se cerrara el trato, nos dimos cuenta de que Paul Whelan fue dejado fuera del mismo. En mi opinión, la decisión del presidente [de seguir adelante con el canje] fue la correcta dadas las circunstancias, pero es una decisión complicada y problemática. La condición de Paul no es buena. Tenemos la intención de volver a Moscú en un futuro próximo para encontrar una solución adecuada.
¿Cómo utiliza el gobierno ruso casos como el de Griner para su propio beneficio?
En la mayoría de los casos, las personas que son secuestradas o arrestadas han hecho algo menor. Pero entonces suceden dos cosas. Por un lado, son acusados de cargos excesivos; Griner, por ejemplo, fue acusada de narcotráfico. Además, el gobierno comienza a pedir cosas a cambio de ese prisionero. En ese momento queda claro que esta persona es un preso político. En los EE.UU hay una definición legal para tal situación: detenido injustamente.
Incluso si el arresto inicial está débilmente justificado, y no estoy diciendo que el arresto de Britney fue justificado, el proceso se convierte rápidamente en un arresto político. Trevor Reed, por ejemplo, fue arrestado porque estaba borracho en una fiesta de Año Nuevo en Moscú. Fue acusado de poner en peligro la vida de oficiales rusos.
Habiendo crecido en Israel, ¿cómo se siente cuando se reúne con funcionarios de regímenes dictatoriales?
Mickey Bergman (izquierda) y Danny Fenster después de la liberación de Fenster de Myanmar en noviembre del 2021.
Habitualmente, mi origen israelí es irrelevante. No hay secretos en el mundo. Todo el mundo sabe que soy israelí y ex oficial de las Fuerzas de Defensa Israelí. A veces ayuda en una charla informal, y a veces es problemático. En Corea del Norte, Venezuela y Myanmar, fue irrelevante. Cuando trabajo con los iraníes, tiene importancia, especialmente cuando había campañas en Twitter y en los medios afirmando que soy un agente del Mossad. Esto perjudicó nuestra capacidad de comunicación con Irán e incluso llegó a un punto en el cual mi familia y yo recibimos amenazas.
¿Por qué las familias y la administración trabajan con ustedes? ¿Puede un particular hacer ofertas que el gobierno no puede?
Trabajar con la administración estadounidense es muy complejo, a veces más complejo que trabajar con los rusos o los iraníes. Esto no es porque sean malas personas. Al contrario, son servidores públicos inteligentes, buenos y dedicados. Es solo que el gobierno de los EE.UU. tiene intereses complejos con un país como Rusia, especialmente en estos días. Nosotros, el Centro Richardson, y las familias, tenemos un solo interés y eso inevitablemente genera fricciones.
A veces, la fricción es pública y, a veces, el ego de alguien es herido. La administración hubiera preferido que nos fuéramos y no nos metiéramos en el medio, pero luego los prisioneros no son liberados. Cuando trajimos al periodista judío estadounidense Danny Fenster desde Myanmar el año pasado, lo hicimos sin la ayuda de la administración.
Pensaron que no tendríamos éxito, especialmente sin su ayuda. Cuando volvimos con Danny los puso bajo presión, y no se veía bien. Así que tenemos cierta capacidad para tratar de hacerles hacer cosas que no siempre quieren hacer rápidamente. Una vez más, no es porque haya gente mala en la administración. Al contrario, la gente allí es inteligente, buena y tiene buenas intenciones. Pero el mundo es complejo y este trabajo es complicado.
Debido a que no trabajamos para la administración, tenemos la capacidad de probar diferentes ideas. y de reunirnos con personas que encuentran difícil tratar con la administración. Al final del día, parece un poco gracioso porque somos solo tres personas con recursos limitados.
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel