08 Nov Huyeron de la persecución en la Alemania nazi. Luego, los británicos los pusieron detrás de alambre de púas
Por: Amy Spiro
Imagen principal: Un centinela armado hace guardia mientras los civiles extranjeros, internados por Inglaterra, caminan dentro del campo de internamiento en Reino Unido, 2 de junio de 1940.
Un nuevo libro arroja luz sobre la historia poco conocida de miles de refugiados judíos alemanes detenidos en campos de internamiento en Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial -incluidos varios de mis ancestros.
Era mayo de 1940, y los ciudadanos británicos estaban invadidos por una ola de pánico de que Alemania invadiría sus costas en cualquier momento.
Aterrados por un inminente ataque, el gobierno británico autorizó el arresto y detención de todos los ciudadanos alemanes que residían en Reino Unido. En última instancia, aproximadamente 30,000 alemanes fueron detenidos y enviados a los campos de internamiento -la vasta mayoría de los cuales eran refugiados judíos que habían huido de los nazis, muchos con asistencia británica.
Entre ellos estaban mi abuelo, mi bisabuelo y mi tío abuelo. Esos tres hombres estaban entre las aproximadamente 2,000 personas detenidas en el Campo Hutchinson en la Isla del Hombre durante la Segunda Guerra Mundial.
Mi bisabuelo, el rabino Dr. Paul Holzer, y mi abuelo, Otto Levy, murieron ambos antes de que yo naciera. Los familiares dicen que ninguno de ellos -ni mi tío abuelo, Marcus Horovitz -hablaron mucho de sus experiencias en el campo.
Extranjeros enemigos, que fueron arrestados en una gran redada policial, abandonan Londres, Inglaterra, 17 de mayo de 1940, bajo una fuerte escolta militar a los campos de internamiento.
Un nuevo libro del periodista británico Simon Parkin, ¨La Isla de los Cautivos Extraordinarios¨, ilumina las vidas de esos hombres detenidos en el Campo Hutchinson después de huir de Alemania, donde sufrieron el trauma de ser ¨encarcelados por el liberador de uno¨.
Considerados ¨extranjeros enemigos¨, los refugiados retenidos en el Campo Hutchinson fueron arrestados en masa en 1940 después de que a la mayoría se les había otorgado anteriormente exenciones de internamiento. Algunos habían llegado como adolescentes en un Kindertransport; otros -como mi bisabuelo -habían estado prisioneros en campos de concentración y habían logrado escapar a Reino Unido. Una vez ahí, fueron colocados detrás de alambre de púas.
¨Durante mayo de 1940 -que es cuando realmente la paranoia nacional está en su punto más alto en Reino Unido …[hay] esa mezcla de miedo a la invasión, además de que los periódicos sensacionalistas británicos han avivado el temor sobre los refugiados a los que se les permitió la entrada al país¨, le cuenta Parkin a The Times of Israel en una reciente entrevista telefónica desde Reino Unido. ¨Y esto le permite al gobierno, o a las fuerzas del gobierno, tomar esta política¨.
Aproximadamente el 80% de aquellos arrestados eran refugiados judíos, y la mayoría de ellos fueron retenidos en una serie de diferentes campos en la Isla del Hombre, ubicada en el Mar Irlandés entre Inglaterra e Irlanda. Se cree que el campo más famoso es el Campo Hutchinson, que en su apogeo albergó a 1,200 prisioneros, muchos de los cuales eran destacados artistas, músicos e intelectuales.
Un viaje accidental
Parkin, un periodista residente en Reino Unido, tropezó por primera vez con la historia de Hutchinson mientras investigaba la historia de los prisioneros de guerra británicos en los Archivos Nacionales. Tenía la intención de escribir un libro completamente diferente.
¨Fue mientras hojeaba uno de esos documentos que me encontré con este número del periódico ´The Camp´, que había sido hecho en Hutchinson, y que era una especie de fanzine [N.T. Revista temática de poca tirada] hecho a mano con ilustraciones …Parecía estar escrito por los prisioneros, pero era claramente antinazi, y era un documento bastante llamativo¨, dijo Parkin. ¨Y eso fue lo que me llevó al mundo del internamiento¨.
El periódico autoeditado, titulado simplemente ¨The Camp¨ [El Campamento], brinda un mundo de información sobre las actitudes y estado psicológico de los prisioneros detenidos en el Campo Hutchinson -incluso con las limitaciones y la vigilancia de las autoridades británicas.
Mi bisabuelo, un rabino congregacional de mucho tiempo, escribió una misiva en el periódico en alemán antes de Rosh Hashanah en 1940, hablando de ser ¨arrancados de nuestros seres amados¨, y solo manteniendo a raya ¨el dolor quemante de la separación con la esperanza que pronto estaremos reunidos con ellos¨.
En otro número, escribió un despacho de celebración notando la llegada al campo de un rollo de Torah, que fue fundamental para asegurar a sus prisioneros practicantes religiosos.
Los artículos del periódico, notas e incluso cartas al editor revelan ira, desconcierto y una sensación de traición por haber sido encerrados por los británicos, junto a la desesperación de probar su buena fe antinazi e incluso caricaturas utilizando el humor negro para burlarse de Hitler. En una carta abierta en la primera página de ¨The Camp¨ el 15 de octubre de 1940, el editor hizo un llamado al comandante del campo rogando para que a los prisioneros se les permitiera trabajar para el esfuerzo de guerra y ¨probar nuestra lealtad a Gran Bretaña y nuestro odio al nazismo¨.
Una carta escrita por el rabino Dr. Paul Holzer, el 21 de septiembre de 1940, del boletín ¨The Camp¨ en el campo de Hutchinson.
Aunque la mayoría de los prisioneros en Hutchinson eran judíos, otros eran sospechosos de tener simpatías nazis y las sospechas eran altas. En otros campos de internamiento similares -en particular, el campo de mujeres -la mezcla de refugiados judíos y adherentes nazis fue aún más pronunciada -y más espantosa para aquellos que habían huido de los campos de concentración y la persecución nazi.
¨Hubo mucha paranoia en los campos; había mucha preocupación de si todos eran quien decían que eran¨, dijo Parkin. ¨Con esta atmósfera de preocupación de que Gran Bretaña estaba a punto de ser invadida, había esta especie de enorme ansiedad de que los británicos reunieran a todos los judíos y los pusieran en los campos -así cuando los nazis llegaran, los británicos ya habían hecho su trabajo por ellos¨.
Hutchinson fue algo único con su variedad de prisioneros consumados y mundanos. Como escribe Parkin: ¨Los chicos en sus uniformes, los ancianos cojeando, los empresarios bien vestidos, la intelectualidad con el pelo alborotado, el hombre religioso usando kippah o sombreros de piel en medio verano: o bien los nazis habían orquestado un conjunto cómicamente inventivo de disfraces para sus espías o, mucho más probable, las autoridades británicas habían arrestado a miles de hombres que eran exactamente lo que parecían: inocentes enredados en el lío de la historia viva¨.
A pesar de las devastadoras circunstancias, muchos de los refugiados prisioneros buscaron aprovechar al máximo su tiempo ahí, organizando actividades de ocio, un café exclusivo, e incluso conciertos y exhibiciones de arte. Los relatos del tiempo pasado en Hutchinson se leen como inquietantemente surrealistas: refugiados encerrados, separados de sus familias y seres amados, sin embargo, participando en conferencias, actuaciones, eventos deportivos y esfuerzos artísticos.
A veces podía parecer como un retiro artístico idílico, hasta que uno recuerda el trauma psicológico y emocional de los prisioneros. Algunos se suicidaron mientras estaban internados.
Documentos del Ministerio del Interior detallando el internamiento de varios de mis familiares después de una exención inicial del internamiento.
¨Ninguna cantidad de sol y ocio podía evitar la agonizante apreciación de la situación para los hombres con esposas e hijos o negocios abandonados que no sabía cómo sobrevivirían sus familias sin sus ingresos y que comprendían la precariedad de su posición, y la de Gran Bretaña de manera más general¨, escribe Parkin en el libro.
Muchos estaban aterrorizados de que serían repatriados a Alemania o intercambiados en un intercambio de prisioneros. Otros temían que los nazis invadirían la Isla del Hombre y les encantaría encontrar tantos judíos ya detenidos como blancos fáciles.
SS Arandona Star
En uno de los incidentes más trágicos involucrando a refugiados de guerra en Reino Unido, un barco que transportaba a 1,500 internados italianos y alemanes para su deportación en Canadá -el SS Arandona Star -fue torpedeado por un submarino alemán el 2 de julio de 1940. Más de 800 personas murieron.
El gobierno británico inicialmente juró que no había refugiados a bordo del barco -qué sólo verdaderos prisioneros de guerra y partidarios declarados de Hitler estaban siendo deportados. De hecho, docenas, si no cientos, de aquellos a bordo eran refugiados judíos. Muchos de ellos perdieron sus vidas.
Algunos de los sobrevivientes judíos del bombardeo del barco -después de ser rescatados de esta horrible experiencia -fueron enviados de regreso al Campo Hutchinson como internos.
El hundimiento del SS Arandora Star ¨resultó en una de las mayores pérdidas de vidas en la Segunda Guerra Mundial en el mar, y muchos, muchos refugiados estaban en ese bote y perecieron¨, dijo Parkin. ¨El barco estaba lleno de personas que no deberían haber estado en ese barco. Se suponía que era para nazis empedernidos, y no lo era¨.
l SS Arandora Star siendo atado en Southampton, Inglaterra, 26 de agosto de 1939.
La historia del Kindertransport -la de Reino Unido ayudando a rescatar a alrededor de 10,000 niños judíos alemanes de un probable exterminio -es una conocida mundialmente, enseñada en las escuelas británicas y celebrada por el gobierno. Por el contrario, la decisión de las autoridades británicas de arrestar a 30,000 refugiados judíos alemanes sólo un año después rara vez se discute.
¨Gran Bretaña se ha enfocado en una narrativa más simplista de enfrentarse a este gran mal sin complicaciones que era el régimen nazi, y salir victorioso de eso¨, dijo Parkin. ¨El Kindertransport es enseñado en las escuelas, y el internamiento no¨.
Es fácil trazar una comparación directa entre el comportamiento británico hacia los extranjeros alemanes y el trato de Estados Unidos a las personas de ascendencia japonesa durante la guerra. Más de 120,000 hombres, mujeres y niños, principalmente de California, fueron detenidos y colocados en campos de internamiento bajo sospecha de deslealtad hacia su nación de adopción.
Décadas después, el gobierno de Estados Unidos lanzó una investigación sobre el hecho, emitió una disculpa formal y pagó reparaciones a todos los ex detenidos vivos, en un capítulo que en gran medida se considera vergonzoso para Estados Unidos (que, cabe señalar, rechazó miles de refugiados judíos durante la guerra).
Hasta la fecha, Reino Unido nunca se ha disculpado por detener a refugiados judíos alemanes o admitido haber actuado mal.
¨El gobierno británico nunca se ha disculpado por ello, o verdaderamente reconocido apropiadamente que fracasó al no distinguir entre los refugiados genuinos y los llamados extranjeros enemigos¨, dijo Parkin.
¨Creo que el tema del internamiento debería ser enfrentado de alguna manera -porque si no, entonces estas cosas pueden seguir sucediendo, de generación a generación, si no mostramos estas historias como una advertencia de lo que puede suceder cuando se permite que la paranoia sea azuzada en la prensa nacional y la retórica antirrefugiados se desboque¨, dijo.
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Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel