08 Nov Esfuerzos urgentes en Ucrania para proporcionar generadores a las comunidades judías
Por: Mendel Super
El rabino Moshe Moskovitz en Kharkov con un nuevo generador eléctrico para el Centro Jabad provisto por la Red Judía de Ayuda de Ucrania (JRNU por sus siglas en inglés).
Los temores aumentan a medida que un duro invierno se avecina en medio de un sector energético paralizado.
Mientras la intensa lucha continúa en Ucrania, aumentan los temores por el inminente invierto y lo que eso presagia para el país con un tercio de su sector de energía comprometido por recientes ataques a las plantas de energía e infraestructura crítica. El gobierno de Ucrania les ha dicho a los refugiados que no regresen hasta la primavera y los funcionarios en Kiev advierten que el próximo invierno puede ser testigo de la ronda de combates más intensa hasta ahora.
¨Las redes no darán abasto¨, advirtió con dureza la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk. ¨Necesitamos sobrevivir al invierno¨.
En respuesta, los cientos de miembros del personal de la Red de Ayuda Judía de Ucrania (JRNU por sus siglas en inglés), la red de botas sobre el terreno de Chabad-Lubavitch, están intensificando operaciones en curso antes del invierno. Una iniciativa importante del grupo es la adquisición de 49 generadores comerciales para calentar los centros comunitarios que servirán como refugios de calor y 550 generadores pequeños para los hogares con necesidades desesperadas. Las cifras son asombrosas: los generadores más grandes pueden costar hasta $50,000 cada uno con las líneas de suministro extendidas y una demanda que supera con creces la oferta.
Judi Garrett, COO del JRNU, dice que existe la idea errónea que, para la mayoría de los civiles, la guerra ya no es una amenaza activa. ¨Ese no es el caso. Tantos necesitan nuestra ayuda.
Un temido invierno sin agua ni electricidad
El rabino Shaul Horowitz, codirector de Jabad-Lubavitch de Vinnitsa, en el centro de Ucrania, sabe demasiado bien lo que un invierno sin electricidad y calefacción significa. El invierno pasado, al inicio de la guerra, un niño pequeño de Mariupol pasó por Vinnitsa, que se ha convertido en un campo de refugiados. ¨No tenía agua ni electricidad¨, le dijo Horowitz a Chabad.org. ¨Me mostró un trozo de metal tosco que había sacado de su bolsillo, explicándome que con esto rompía el hielo y lo calentaba en un balde sobre el fuego para así tener agua. ¨Lo había traído consigo por si acaso¨.
Horowitz informa que actualmente están experimentando medio día sin electricidad. ¨Pronto, las temperaturas caerán por debajo del punto de congelación. La única cosa que podemos hacer es comprar generadores para calentar nuestros centros comunitarios -Jabad tiene dos ubicaciones en la ciudad -porque sin generadores, será mortal¨.
Más de 35,000 kits de supervivencia para el invierno serán distribuidos en toda Ucrania por los equipos de JRNU en el terreno.
Jabad de Vinnitsa -y docenas de otros centros de Jabad en toda Ucrania -abrirán sus puertas a cualquiera que busque un lugar caliente, salvando invariablemente muchas vidas. ¨Todos conocen nuestra dirección¨, dice Horowitz. ¨Ahora necesitamos los generadores¨.
Recientemente recuperado de una emergencia médica durante la temporada de las Fiestas Altas, donde Horowitz tuvo que ser trasladado en avión a Israel para cirugía -dejando la comunidad en manos de sus tres estudiantes rabínicos enviados por la sede de Jabad-Lubavitch en New York -el rabino dice que está agradecido de estar de pie en ambos pies, y ha llegado al suelo corriendo. ¨Estamos entregando mantas, ropa abrigada, todo lo que podemos, antes de que llegue el invierno¨.
Pero, señala, que la vida y celebraciones judías continúan: Justo antes de Sukkot, un hombre de 70 años tuvo un brit y durante Sukkot la comunidad se reunió para bailes festivos -interrumpidos por una sirena antiaérea. El hombre, Baruch Chazyn, observó hace un año mientras su hijo se hacía el brit milah y el pidyon haben, y sintió que era tiempo para él de finalmente entrar en el Convenio de Abraham también.
Después de que el suministro de agua de Nikolaev fue destruido, JRNU intervino para cavar un pozo.
En el sudoeste, en la ciudad de Sadhora, ubicada en el distrito Chernovtsy, un área llena de historia jasídica, se encuentra el lugar de entierro del santo Ruzhiner Rebbe, rabino Yisroel Friedman. El rabino Menachem Glitzenstein, co-director de Jabad de Chernovtsy con su esposa, Pnina, siente la inspiración del santo tzaddik en la ciudad. ¨El viernes (28 de octubre), el yahrzeit del Ruzhiner, cuatro hombres fueron circuncidados¨, informa Glitzestein.
Estas circuncisiones no están teniendo lugar por casualidad.
En Simjat Torah, el honor de cantar los versículos que preceden a las hakafot son tradicionalmente subastados a los mejores postores. Pero en tiempos de guerra, surgió una nueva tradición: ¨Nadie tiene trabajo o dinero para gastar. Así que, la subasta no es por dinero, sino por resoluciones de mitzvot¨, explica Glitzenstein. ¨En Simjat Torah, estos cuatro hombres tomaron sobre sí hacerse el brit milah¨.
Pero mientras las fiestas terminan y el otoño da paso al invierno, las preocupaciones de Glitzenstein están aumentando. Ha estado ayudando a los miembros de la comunidad a emigrar a Israel o a Europa, pero muchos no pueden irse por todo tipo de razones. ¨Las personas aquí están asustadas. La temperatura cae a menos 15, no hay gas, y el suministro de electricidad no es confiable. Va a ser duro¨.
En Vinnitsa, la guerra no evitó que la comunidad celebrara durante los días intermedios de Sukkot.
Cuando Chabad.org habló con Chaya Wolff, co-directora de Jabad de Odesa con su esposo, el rabino Avraham Wolff, la escuela que dirige recién había experimentado un corte de energía de cuatro horas. ¨Sin luces, sin computadoras, sin tableros inteligentes -no tenemos farolas de la calle en la ciudad durante la noche¨, dice. ¨Necesitamos cuatro generadores comerciales urgentemente. Y sólo hay dos disponibles para comprar localmente, a decenas de miles de dólares cada uno¨.
Pero, como indica Wolff, con suficiente financiamiento, pueden importar generadores del exterior, posiblemente de Rumania o Moldavia.
En Kharkov, Jabad-Lubavitch está trabajando para asegurar que amigos y vecinos tengan lo que necesiten para mantenerse calientes.
Personas hacen fila en Odesa para recibir los paquetes de comida de Jabad.
¨Estamos dando cientos de calentadores y mantas a las personas que los necesitan¨, dijo Miriam Moskovitz, quien, junto con su esposo, el rabino Moshe Moskovvitz, ha estado dirigiendo Jabad de Kharkov por unos 30 años. Temen un largo y brutal invierno por delante. ¨Estamos ayudando a las personas a cerrar sus ventanas y renovar las ventanas que están rotas y sellar las grietas alrededor de las ventanas para que las casas estén lo más cálidas posible.
Jabad también está trabajando en tapar las ventanas y restaurar la calefacción en la Escuela Judía Diurna Ohr Avner. Aunque la escuela está en pie y funcionando, las clases continúan e línea solamente. Las ventanas de la escuela se rompieron como resultado de los muchos cohetes que cayeron en Kharkov durante los primeros días de la guerra.
En la Sinagoga Coral Jabad, que ha sido usada como refugio desde el inicio de la guerra y desde la cual Jabad organiza sus muchas distribuciones de comida, y gracias a la ayuda de la JRNU, se han establecido generadores para asegurar que la energía permanezca encendida y puedan continuar su trabajo que salva vidas incluso cuando la red de la ciudad falla.
En Nikolaev, JRNU ayudó a excavar un pozo a 50 pies de profundidad después de que el suministro de agua de la ciudad explotara, proporcionando agua potable limpia y segura y agua para ducharse para la comunidad.
Escuelas en muchas ciudades, como esta aula en Vinnitsa, están abiertas, pero la falta de energía confiable dificulta las cosas a medida que se acerca el invierno.
Baruch Chazyn, derecha, se sometió a un brit recientemente en Vinnitsa.
Garret de la JRNU dice que la urgencia que fue sentida por los donantes en el extranjero se ha disipado parcialmente, pero las necesidades nunca han sido más apremiantes. JRNU está enviando kits de supervivencia para el invierno al menos a 35,000 familias en todo el país, con mantas, ropa abrigada, paquetes de baterías portátiles, linternas, termos y vales para facturas de servicios públicos.
¨Las personas están sentadas en casa, ansiosas sobre cómo sobrevivirán el invierno. Será un invierno frío y difícil. El año pasado, no tuvimos este problema¨, dice Wolff. En una nota positiva, ¨un niño nació en la comunidad y tuvimos el brit la semana pasada. La vida continúa, y puede que este horror acabe pronto¨.
Donaciones para ayudar a los judíos en Ucrania pueden ser hechas en el sitio web de JRNU aquí
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Chabad.org