31 Ene Los Demócratas progresistas se encogen de hombros ante el rápido aumento del antisemitismo en Estados Unidos, mientras muchos observan con incredulidad
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El antisemitismo empeora a medida que salen a la luz incidentes «aterradores», dicen los residentes de DC
Los estadounidenses de la capital de la nación compartieron si el antisemitismo ha mejorado o empeorado en Estados Unidos desde la mortal emboscada de Hamás a Israel el 7 de octubre.
Cuando nuestros políticos, miembros de la academia y sus aliados en los medios de comunicación no condenan el antisemitismo, están cumpliendo las órdenes de nuestros enemigos.
POR: Betsy McCaughey
Los judíos se sienten cada vez más atemorizados e incómodos. Este mismo mes, las chicas del equipo de baloncesto de un colegio privado judío de los suburbios de Hartsdale, Nueva York, fueron señaladas y atacadas con insultos antisemitas por las jugadoras del Roosevelt High School de Yonkers. «Yo apoyo a Hamás, judía de mi*rda», espetó una jugadora del Roosevelt. El partido tuvo que suspenderse en el tercer cuarto, y las chicas judías necesitaron que la seguridad del colegio las ayudara a salir.
Los incidentes antisemitas ya habían aumentado en 2021 y 2022. Ahora han aumentado casi un 400% interanual desde el atentado de Hamás contra Israel el 7 de octubre, según la Liga Antidifamación (ADL por sus siglas en inglés).
El director general de la ADL, Jonathan Greenblatt, explica: «No estoy hablando de, ya sabes, tiendas que producen camisetas de las FDI. Hablo de una cafetería en Long Island, una heladería en la zona de la Bahía, un restaurante en Chicago». Le recuerda a la barbería de sus abuelos, que fue destrozada por los nazis en Alemania. «No puedo creer que esto esté ocurriendo hoy en nuestro país».
Créalo.
Los principales medios de comunicación optan por restarle importancia y el Partido Demócrata está, en el mejor de los casos, dividido. El antisemitismo ha venido a menudo de la derecha, pero parece que ahora viene de la izquierda.
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Cuando las presidentes del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad de Harvard y la Universidad de Pensilvania causaron indignación al decir en una audiencia en el Congreso en diciembre que los llamamientos al genocidio judío no violan necesariamente la política del campus – «depende del contexto»-, las reacciones de los Demócratas fueron diversas.
El senador Demócrata John Fetterman no tuvo problemas con la claridad moral. «No existe el ‘bipartidismo’ y no es ‘libertad de expresión’, es simplemente incitación al odio», dijo Fetterman. Debería ser «reflexivo» «condenar el antisemitismo».
Pero el ex presidente Barack Obama, jefe titular del partido, tuvo una respuesta diferente. Se puso en contacto con Harvard e hizo un esfuerzo entre bastidores para salvar el puesto de la presidente Claudine Gay.
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El 13 de diciembre, la Cámara de Representantes votó una resolución para condenar el antisemitismo en los campus y exigir la dimisión de las presidentes de Harvard y el MIT por tolerarlo. Los Demócratas se dividieron: 84 apoyaron la resolución y 125 se opusieron. El representante Jerry Nadler, Demócrata de Nueva York, calificó de «extralimitación» decir a las universidades a quién deben contratar.
Lo siento. Si la discriminación hubiera sido contra estudiantes negros, el voto habría sido unánime y los Demócratas habrían clamado por retirar la financiación federal a las universidades. Pero los estudiantes judíos pueden irse a machacar sal.
Los rehenes judíos, también. La indiferencia del público hacia los ocho judíos estadounidenses cautivos en Gaza, el silencio de los medios de comunicación y los tibios esfuerzos del presidente Joe Biden para conseguir su liberación son reveladores.
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Recordemos que, durante la presidencia de Jimmy Carter, 52 diplomáticos y ciudadanos estadounidenses fueron tomados como rehenes en la embajada de Estados Unidos en Teherán, y soportaron 444 días de cautiverio.
Durante aquel calvario, los estadounidenses ataron lazos amarillos a los árboles y Walter Cronkite anunció en las noticias nocturnas de la CBS cuántos días llevaban cautivos los rehenes. La incapacidad de Carter para sacarlos contribuyó a su aplastante derrota frente a Ronald Reagan en 1980.
Es improbable que eso sea un factor este noviembre porque esta vez, a tan pocos estadounidenses les importa.
Es cierto que sólo hay ocho rehenes y que no estaban al servicio de Estados Unidos de forma oficial cuando fueron secuestrados. Aun así, el silencio es preocupante.
En 2014, la Primera Dama Michelle Obama convirtió en causa célebre el secuestro de 200 escolares nigerianas. No eran estadounidenses, pero ella dijo: «En estas niñas, Barack y yo vemos a nuestras propias hijas».
ARCHIVO – Michael Levy abraza a Thomas Hand delante de carteles de secuestrados por Hamás en Nueva York, el miércoles 15 de noviembre de 2023. La hija de Hand, Emily, que cumple 9 años el 17 de noviembre, está retenida como rehén. Los hombres se enfrentaron a una mujer que arrancaba los carteles en Manhattan mientras los miraban.
Prominentes Demócratas hoy no sostienen carteles que digan «Traigan de vuelta a nuestros rehenes». Las familias de los rehenes estadounidenses lanzaron un anuncio televisivo el 7 de enero para llenar el vacío y crear conciencia.
A lo largo de los siglos, el odio a los judíos ha venido de muchas direcciones. La última oleada parece estar vinculada a la oposición progresista al trato que Israel dispensa a los palestinos, según un estudio realizado por Arie Perliger, director de estudios de seguridad de la Universidad de Massachusetts, Lowell. Todos los judíos deben cargar con la culpa, dice el pensamiento.
Al no condenar el antisemitismo, los políticos, los académicos y sus aliados mediáticos están cumpliendo las órdenes de nuestros enemigos. Recientemente, ISIS lanzó una diatriba de 67 minutos llamando a la destrucción de los judíos en todo el mundo para vengar los ataques israelíes contra Gaza. El mensaje era «mátenlos dondequiera que los encuentren».
Mientras tanto, las familias judías hablan en privado en la mesa sobre Ana Frank, esconderse en los áticos y a dónde podría llevar esta nueva ola de antisemitismo.
Es hora de que todos los estadounidenses lo denuncien.
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Fox News
