11 Jul Las provocaciones de Hezbolá en la frontera presagian una guerra inminente
Un funcionario de Ghajar afirma que la nueva valla fronteriza fue construida y financiada para proteger a los residentes de los animales salvajes, mientras que Hezbolá acusa a Israel de utilizarla para consolidar su ocupación de tierras libanesas.
Tras meses de provocaciones recurrentes a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano y un intento de hacer estallar un explosivo letal en territorio israelí, Hezbolá insinuó que la situación actual podría desembocar en una guerra contra Israel, justificándolo con el argumento de que están cumpliendo con su deber de ser los «defensores de Líbano». La narrativa de la organización se basa en gran medida en la toma israelí del territorio septentrional del pueblo árabe alauita de Ghajar, situado en los Altos del Golán, una zona que, según la decisión de la ONU en 2000, pertenece a Líbano.
Hace casi un año, el consejo local finalizó la construcción de una nueva valla fronteriza, acompañada de un muro, que según Hezbolá las FDI habían construido para completar la ocupación de la parte libanesa del pueblo.
Frontera entre Israel y Líbano. (Avihu Shapira)
El grupo respaldado por Irán pidió al gobierno libanés que tomara medidas inmediatas para «liberar» la aldea y «devolverla a su patria». Desde la perspectiva del poderoso grupo chií, parece que sus militantes estaban preparados para una reyerta, ya que sus intentos de entrar en conflicto con las FDI son cada vez más dramáticos y frecuentes.
El domingo, micros llenos de turistas israelíes llegaron a Ghajar, descargando a docenas de visitantes. En septiembre de 2022, militares abrieron el puesto de control que había estado cerrado a los visitantes del pueblo desde la retirada del Líbano en 2000. Desde la apertura y hasta hoy, se vio inundado de turistas.
«Desde que se abrió, la aldea ha sido visitada por no menos de 900.000 visitantes», comentó Bilal Khatib, portavoz del consejo local. «Vienen a disfrutar de la auténtica cocina sirioalauita y del paisaje. La gente disfruta mucho y dice que se siente como si estuviera en el extranjero, visitando un pueblo griego o italiano», agregó.
Tropas de las FDI en la frontera con Líbano. (AFP)
Tras el lanzamiento de un misil desde Líbano el jueves, las FDI y la Policía de Fronteras replegaron tropas en la puerta de entrada de Ghajar. Mientras se entrevistaba a Khatib, no lejos del edificio del consejo, varios miembros del parlamento libanés se reunieron como parte de la campaña de Hezbolá, que aparentemente pretende influir en la opinión pública libanesa y prepararla para una guerra inminente.
«La provocación del enemigo israelí en la parte norte de Ghajar es una agresión extremadamente peligrosa, un ataque sostenido a la soberanía del Líbano y una violación de todas las normas internacionales», declararon los parlamentarios alineados con Hezbolá, que publicaron fotos con Ghajar de fondo en las redes sociales.
«Este es nuestro territorio, y los libaneses lo saben muy bien, incluso los viejos mapas sirios lo muestran», explicó Jatib, presentando dichos mapas que indican que la aldea estaba bajo control sirio y no libanés antes de la Guerra de los Seis Días de 1967. Khatib culpó a Ehud Barak, por permitir que la ONU dividiera la aldea por la mitad y la declarara libanesa: «Está claro que no rechazarán el regalo que les hizo, pero nosotros no hemos invadido territorio ajeno y vivimos bien en nuestras tierras y en casas de horas», agregó.
La entrada a Ghajar. (Avihu Shapira)
En contra de las acusaciones de Hezbolá de que la «agresión militar» de Israel en Ghajar tenía como objetivo allanar el camino para una confrontación militar, Khatib dijo que en realidad fue el consejo local de Ghajar el que construyó y financió la nueva valla y el muro.
El refuerzo de la seguridad en el pueblo no sólo impidió la entrada de animales salvajes, sino que provocó una afluencia de visitantes y un turismo sin precedentes. «Hezbolá tiene envidia y no quiere que el gobierno israelí invierta», explicó Avi Garyani, un veterano de las FDI de la guerra del Líbano que visitó el pueblo por primera vez.
Ephraim Avraham, veterano herido de la guerra de Yom Kippur, miraba con interés a los libaneses que chapoteaban en las aguas del río Hasbani, cerca de donde el jueves por la mañana impactó el misil antitanque, al parecer en respuesta a la operación militar en Jenín. «No tenía miedo de venir», dijo.
«¿Por qué íbamos a tener miedo? Luchamos contra ellos y no les tenemos miedo. ¿Por qué tiene que mostrar miedo nuestro gobierno? Tenemos un ejército fuerte, ¿por qué no utilizarlo?», agregó.
Antiguos mapas sirios indican que Ghajar estaba bajo control sirio. (Avihu Shapira)
Tal Be’eri, director del think tank Alma Center, especializado en la frontera entre Israel y Líbano, está convencido de que las recientes provocaciones de Hezbolá, que comenzaron el pasado mes de abril con la detonación de un artefacto explosivo en el arcén de una importante autopista del norte, se llevan a cabo con el claro convencimiento de que pueden conducir a la guerra.
«La posición de Hezbolá es más fuerte que nunca, tanto militar como políticamente, y ésta es la oportunidad ideal para que se enzarcen en una guerra mientras Líbano está en crisis y podrían aumentar potencialmente su control sobre el Estado que se desmorona», afirmó.
La frontera con Líbano en Ghajar. (Avihu Shapira)
Be’eri, ex oficial de inteligencia con años de experiencia en los escenarios libanés y sirio, dijo que desde la semana pasada, Hezbolá ha estado moldeando la opinión pública y construyendo la narrativa y las justificaciones para la guerra, incluso dentro de Líbano y nombrando el asunto del muro en Ghajar como una razón central para participar en una confrontación con Israel.
Fuente: Ynet Español