23 May El caso del Pissarro del Thyssen reclamado por una familia judía irá al Supremo de California
Un juzgado de California decidió enviar a la Corte Suprema estatal el caso que enfrenta a la familia de origen judío Cassirer contra el Museo Thyssen-Bornemisza de España por la propiedad de un Pissarro expuesto en la pinacoteca madrileña desde 1993.
Camille Pissarro «Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia» Wikimedia Dominio Público
La disputa por el cuadro titulado «Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia» (1897) se complica a la hora de dictaminar qué ley aplicar, si la federal -que ya dio la razón al museo y que tuvo en cuenta la legislación española- o la estatal californiana, que impide la compra de un bien robado.
«Aunque se han juzgado muchos casos de residentes en California que han sufrido lesiones por acusados fuera del Estado, no encontramos ningún caso precedente en el que se trate la asignación de un bien robado», reza el documento judicial emitido.
Así, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito trasladó al Alto Tribunal californiano esta batalla legal abierta desde 2005, cuando el fotógrafo Cluade Cassirer descubrió que la obra colgaba de una de las paredes del Thyssen.
Entre los miembros de la corte, el juez Carlos Bea difirió de sus compañeros asegurando que, en este caso, la norma de conflicto que debe prevalecer es la española, que establece que si alguien adquiere de buena fe un bien se convierte en su dueño en tres años y, si lo hace con mala intención, pasa a ser su titular en seis.
La norma de conflicto es la que decide qué ordenamiento rige el proceso, si el español o el californiano, ya que el demandante es estadounidense y el demandado extranjero.
La pintura de Camille Pissarro que centra el desencuentro perteneció a la familia judía Cassirer hasta 1939, cuando se vieron obligados a entregarlo a los nazis a cambio de poder huir de Alemania e instalarse en Estados Unidos.
Luego, tras pasar por diversas manos durante la Segunda Guerra Mundial, fue adquirido por el barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza y en 1993 por el Gobierno español como parte de la compra de su colección privada.
El caso, que ha pasado por distintas etapas, alcanzó incluso el Tribunal Supremo de EE.UU., que el año pasado falló a favor de los Cassirer señalando que la legislación a aplicar es la del estado de California, donde se interpuso la primera demanda, y que el caso debía reabrirse en esa jurisdicción.
Por su parte, el juez federal John F. Walker había dado la razón al museo en 2019 y lo consideró legítimo propietario del cuadro según la legislación española. Entonces, el magistrado señaló que el barón no actuó de «buena fe» al adquirir el cuadro porque no verificó su origen, pero el museo sí lo compró de «buena fe».
El museo y el Estado español han defendido siempre que el cuadro es suyo y que el ordenamiento que prima es el español, que reconoce que, al no saber ni el barón ni el Gobierno su origen ilícito, la propiedad es legítima.
En la causa están personadas desde 2017 la Comunidad Judía de Madrid y también la Federación de Comunidades Judías de España, que se sumó al recurso. EFE
Fuente: Aurora Digital