16 May Muere una israelí durante sus vacaciones en Grecia
Stav Halevi chocó contra un árbol mientras manejaba un quad junto a su prometido en la isla griega de Santorini. Falleció en el hospital varias horas después. «Era la persona más amable que he conocido, un alma pura», dice su hermana.
Stav Halevi, una joven israelí de 27 años y residente en Kiryat Bialik, falleció en un accidente de quad en la isla griega de Santorini durante unas vacaciones con su prometido, Mike.
«Stav era un ejemplo y un modelo para todos los que la rodeaban», comentó su hermana, Eden. «Era la persona más amable que he conocido, un alma pura sin malicia ni interés propio. Todos los que la conocían la querían», sumó.
Stav Halevi. (Cortesía)
Halevi cursaba quinto año de medicina en la Universidad de Jerusalem y trabajaba como enfermera adjunta en el Hospital Hadassah Mount Scopus además de ser analista en una empresa cibernética de Tel Aviv.
Se graduó en la clase de excelencia «Nahshon» del instituto Ort Kiryat Bialik y sirvió en la renombrada Unidad 8200 de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Stav Halevi en su trabajo como enfermera. (Cortesía)
«En el ejército, completó un prestigioso curso y sirvió en la reserva hasta hoy con el rango de capitán. Siempre decíamos que teníamos suerte de tenerla. Fue un regalo que recibimos. La familia está desolada por perderla, pero también la perdió la sociedad israelí. Es inconcebible», sostuvo Eden.
Miembros de la familia informaron que Halevi y su prometido llegaron a Grecia el viernes pasado de vacaciones y tenían previsto regresar el martes.
Su hermana Eden contó sobre el accidente: «Alquilaron un cuatriciclo. Mike conducía y unos metros antes del lugar del accidente cambiaron de sitio. A unos 50 metros, ella se desvió a la derecha y chocó contra un árbol. Estaba consciente, habló con él y le dijo que le dolía el pecho y el estómago y que le costaba respirar. Luego, la llevaron al hospital, pero al cabo de unas horas murió de una hemorragia interna».
Stav Halevi. (Cortesía)
El alcalde de Kiryat Bialik, Eli Dukorsky, elogió a Halevi: «Stav destacaba en todo y le esperaba un futuro brillante. Nos duele el corazón. Qué pérdida».
Su profesora de secundaria, Ruth Klein, escribió: «Es tan corta, la primavera y el otoño, y no hay palabras de consuelo, sólo recuerdos, un inmenso dolor por la luz perdida, la gracia, la belleza, la sabiduría, la bondad, los sueños y el vestido de novia que nunca llevará».
Fuente: Ynet Español