Abril 3, 2023

Con una compilación en Ladino, la vocalista se pone en sintonía con la historia de su familia que se desvanece

De izquierda a derecha: Shaqed Druyan, Edmar Colón y Tutti Druyan fotografiados para su álbum ¨Kantika¨.

La israelí-estadounidense, Tutti Druyan, espera que el lanzamiento de la colección de canciones ´Kantika´ reavive el interés por el idioma judeo-español en peligro de extinción que algunas vez hablaron sus antepasados.

POR: Penny Schwartz

BOSTON.- Tutti Druyan creció en un hogar que reverberaba con la música como hija de dos exitosos músicos israelíes -la cantante Gitit Shoval, fue catapultada a la escena del pop israelí a los 13 años en el concurso previo a Eurovisión, y Ron Druyan, un músico graduado de Berklee College y un compositor arreglista solicitado.

Las melodías siempre presentes que reverberaron en la casa de la niñez de Druyan en la ciudad del centro de Israel, Moshav Shoresh, durante los años 1990 y principio de los 2000 incluían jazz, pop estadounidense e israelí, folk y clásica, haciéndose eco de la variedad de músicos que eran visitantes habituales.

La segunda de los cuatro hijos Druyan tomó el negocio de la familia desde la edad de tres años cuando se unió a Shoval en papeles protagónicos en las voces en hebreo para populares éxitos, incluyendo ¨Los Pitufos¨ y la Barbie fabricada para películas de DVD, producidas por la compañía de producción de sus padres.

En las décadas desde entonces, Druyan, de 32 años, ha establecido una carrera impresionante como una vocalista versátil e intérprete de doblaje.

Pero desde sus primeros recuerdos, Druyan se sintió atraída a la menos familiar música y cultura en ladino de su abuelo sefaradí, Nissim Shoval, cuya familia huyó de Bulgaria durante la Segunda Guerra Mundial y se dirigió al pre-estado de Israel. Aunque la madre de Nissim Shoval hablaba ladino, el idioma no fue transmitido a la madre de Druyan, que era israelí de nacimiento y hablaba hebreo.

¨Como con muchas familias, se detuvo ahí¨, le dijo Druyan a The Times of Israel. ¨Ya no hablamos ladino en mi familia. Pero para mí siempre ha sido una pasión y un área de interés¨.

Tutti Druyan fotografiada para su álbum ¨Kantika¨.

El Ladino, como es conocido el judeo-español, es el lenguaje hablado por los judíos sefaradíes que fueron expulsados de España en 1942 y se reasentaron principalmente en el imperio otomano. Pero la expulsión, los alcances lejanos de la Inquisición, y el asesinato en masa de los judíos durante el Holocausto afectaron el idioma.

Hoy, quedan poco parlantes de Ladino y el idioma fue clasificado por la UNESCO en el 2019 como en grave peligro de extinción.

Druyan tenía una sed de saber más, y a lo largo de los años buscó música en Ladino donde pudo.

¨Me enamoré de estas canciones¨, dijo Druyan, que incluye canciones en Ladino en sus presentaciones.

Ahora, con el próximo lanzamiento de ¨Kantika¨, una compilación que presenta música ladina, con nuevos arreglos de canciones tradicionales, así como originales, Druyan está haciendo realidad su ambicioso sueño de largo tiempo de crear una grabación que rinda tributo a su patrimonio sefaradí.

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Dirigida a los oyentes modernos de hoy, ¨Kantika¨-que significa ¨pequeña canción¨ en Ladino -se lanzó con un tráiler y una exhibición en vivo el 29 de marzo en el Brookline Booksmith, una popular librería y espacio de eventos en el barrio de Druyan. El programa multimedia incluyó la primera interpretación de unos pocos de los cortes del álbum y el arte original del álbum por Tiandra Ray.

Las seis pistas del álbum serán lanzadas una a la vez, comenzando a finales de la primavera.

Druyan, que concibió el proyecto, es su productora ejecutiva. Sus colaboradores musicales son su hermano menor, Shaqed Druyan, y su esposo, Edmar Colón, quien es originario de Puerto Rico.

Shaqed Druyan es un baterista, productor e ingeniero de sonido, cuyas populares bandas premiadas han abierto en escenarios mundiales para Peter Frampton, The Doobie Brothers, Matisyahu, y muchas otras bandas populares.

Shaqed  Druvan fotografiado para su álbum ¨Kantika¨.

Colón, un profesor en el Berklee College of Music es un saxofonista, pianista y compositor que ha trabajado con renombrados músicos de jazz desde el fallecido Wayne Shorter hasta Esperanza Spalding y Terri Lyne Carrington. Actualmente está trabajando en una comisión para los Boston Pops.

El proyecto recibió subvenciones del Fondo de Impacto Comunitario de Arte y Cultura de las Filantropías Judías Combinadas del Gran Boston y Live Arts Boston, una iniciativa filantrópica de artes de la Fundación Barr.

En el centro de cada una de las canciones de ¨Kantika¨ -incluidas las composiciones originales -están melodías y letras en Ladino de siglos de antigüedad animadas con un nuevo arreglo que envuelve el tradicional.

¨Estamos tomando estas canciones muy antiguas y haciéndolas nuevas. Nos mantenemos fieles a las melodías originales mientras agregamos el material nuevo¨, le dijo Druyan a The Times of Israel en una llamada de Zoom conjunta con Shaqed Druyan y Colón.

¨La antigua música en Ladino es el ancla¨, explicó Shaqed Druyan. ¨Alrededor de eso creamos algo más accesible para una audiencia más amplia y joven. La idea es presentar el Ladino como un idioma y también la historia y la música de una manera con la que mucha gente pueda relacionarse¨.

¨La Rosa¨, una evocativa canción de amor, abre con Druyan cantando la tradicional melodía y letra en Ladino, respaldada sólo por una guitarra. Luego entra y sale con la melodía original y letra en inglés, y adquiere un tempo pop percusivo y optimista.

Edmar Colón fotografiado para su álbum ¨Kantika¨.

¨La Más Afilada de las Espinas¨, la traducción lírica original al inglés de Druyan de la canción en Ladino, ¨Puncha, Puncha¨, abre con Druyan, a capella, cantando ¨Puncha, Puncha¨, en Ladino. Está embellecida con sonidos domésticos de fondo como homenaje a las mujeres que, a través de las generaciones, han llevado la tradición de las canciones sefaradíes al cantarlas a sus hijos, dijo.

Su voz ricamente texturizada se hace eco del inquietante lamento de la canción sobre el amor perdido, en una balada que se cree que es anterior a la expulsión de 1942.

¨Grabar las canciones de ¨Kantika¨ ha sido un viaje introspectivo a la idiosincrasia de las personas que llevaron estas canciones y las transmitieron de generación en generación¨, dijo Colón. ¨Están ahí para ser disfrutadas, pero también tiene un propósito más alto. Las canciones son casi sagradas¨.

¨Kantika¨ es uno de los signos esperanzadores del renovado interés en el Ladino que comenzó en los años 1990, según Gloria Ascher, profesora emérita asociada en Tufts University y una erudita en la cultura sefaradí y el Ladino. Druyan recurrió a Ascher como consultora de Ladino para el proyecto, para garantizar la autenticidad de las letras y la pronunciación.

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¨El Ladino está floreciendo, ¡grasias al Dío (gracias a D-s)!
escribió Ascher en un correo electrónico. La pandemia provocó un aumento inesperado de personas de todo el mundo registrándose para clases de Ladino en línea, dijo Ascher.

Durante los últimos dos años, Druyan se sumergió en la música ladina.

¨Uno de los más grandes tesoros que encontré fue la grabación de 1967 de ´BeShira Ladino´, por The Parvarim. De muchas maneras, ´Kantika´ existe debido a mi amor por este álbum¨, dijo Druyan.

Más allá de su amor por el Ladino, Druyan transmite un urgente sentido de responsabilidad de compartir un idioma que, tristemente, está desapareciendo.

¨Con suerte, una nueva generación de parlantes de Ladino puede emerger y transmitir este idioma, música y tradición¨ dijo.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel



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