27 Mar Israel necesita recordar la importancia de la unidad judía – Opinión
Las masas se reúnen en el Muro de los Lamentos, el día antes de Yom Kippur, el año pasado. Fallamos en apreciar el milagro de que los judíos prosperen juntos en Israel casi dos mil años después de la destrucción del Segundo Templo.
Según el Talmud, la destrucción de ambos Templos, así como otras tragedias que sucedieron al pueblo judío, provienen del odio entre los judíos.
POR: Rowan Polovin
¨No odiarás a tu hermano en el corazón…porque el Segundo Templo fue destruido por odio al prójimo sin razón¨ (Ibn Ezra sobre Levíticus 19:17).
Elie Wiesel dijo famosamente que la historia judía no tiene coincidencias. Según los rabinos del Talmud, la destrucción de ambos Templos, así como otras tragedias que sucedieron al pueblo judío, no se debieron al odio a los judíos por parte de otros, Fue resultado de sinat chinam (odio infundado) entre los judíos. La historia judía está plagada de resultados amargos cuando los judíos llegaron a estar divididos unos contra otros.
Los judíos olvidan que están entre otros judíos y se dividen políticamente y se odian unos a otros, obsesionados con la legitimidad de sus propias posturas y ciegos a las tragedias de la división fraternal. Somos un pueblo fisíparo, discutiendo sobre nuestras divisiones religiosas, culturales y políticas. Quizás era inevitable que el estado judío se haya convertido en una de las coaliciones de gobierno de más pequeña mayoría con una corta longevidad.
Esta desunión entre judíos es interesante y, quizás, incluso entretenida -hasta que no lo es. Las divisiones políticas de Israel amenazan el futuro compartido del estado judío y, a través de él, del pueblo judío.
Las familias divididas se gritan unos a otros en hebreo en la mesa de Shabbat, sin poder apreciar el milagro de que son judíos, viviendo y prosperando juntos en Israel casi dos mil años después de la destrucción del Segundo Templo. El presentismo judío está olvidando ahora la historia judía que nos trajo aquí. La división nos ciega al hecho de que no tenemos futuro si perdemos nuestra unidad.
Judíos ultraortodoxos vistos en la calle en el barrio ultraortodoxo de Meah Shearim en un día lluvioso, 1 de febrero del 2023.
El afamado historiador Paul Johnson escribió de ¨un terrible problema¨ para los judíos. ¨Uno de sus mayores dones¨, afirmó, ¨era la facultad crítica. Siempre la habían tenido. Era la fuente de su racionalidad…Pero no eran solamente críticos; eran, quizás por encima de todo, autocríticos¨.
Israel acepta este problema. Debe ser el estado más autocrítico de la historia. Cada acción, expresión o estornudo debe ser examinado, explicado o disculpado.
Las Fuerzas de Defensa de Israel, que aseguran que Israel estará allí mañana, y mucho menos dentro de una década, albergan un ejército de abogados que aseguran que cada acción deriva su base legal de la autodefensa. La Corte Suprema de Israel, entre las más liberales en el mundo, está abierta a los ciudadanos y no ciudadanos por igual para peticionar en cualquier momento en contra de una acción u omisión del gobierno, y notablemente escucha más de diez mil casos al año.
El estado judío ha creado una industria de organizaciones no gubernamentales que son obsesivamente críticas de las acciones y no acciones de Israel.
Esta compleja situación se ve agravada por los judíos de la Diáspora, que sienten la necesidad de criticar al Estado Judío porque refleja unan parte de su propia identidad. Quizás, se preguntan, ¿si no fueran autocríticos serían judíos?
O, llevado al extremo, algunos judíos en todo el mundo sienten la necesidad de distanciarse a sí mismos completamente del estado judío, de disculparse por su existencia y sus acciones, con la falsa noción de que las acciones de los judíos o Israel como el estado judío, es una causa de antisemitismo.
Las reformas legales propuestas en Israel han generado debates significativos y acalorados y profundizado las divisiones entre los israelíes y, como si eso no fuera lo suficientemente cismático, entre la Diáspora e Israel. Los defensores de las reformas argumentan que son necesarias para abordar el desequilibrio de poder entre el poder judicial y las ramas legislativas del gobierno, mientras los críticos argumentan que los cambios socavarían la independencia del poder judicial y debilitaría las instituciones democráticas.
El debate por la reforma judicial expone las fallas de la sociedad israelí
Este debate ha expuesto fallas dentro de la sociedad israelí que tienen el potencial de socavar el tejido social del país, si no se aborda de una manera que promueva la unidad y la comprensión.
Lo que importa no es si uno u otro lado está en lo correcto o equivocado, o incluso que existan sombras de gris. Israel está dividido y eso es todo lo que cuenta. Es la propia división, no las razones para la división, lo que necesita nuestra atención. Israel se está fragmentando únicamente por malas razones.
Hay visiones contrapuestas de su futuro que deben fusionarse. Están apareciendo divisiones políticas en la cultura, en las empresas e incluso, peligrosamente, en el establecimiento de defensa. El faccionalismo judío está luchando contra sí mismo por interpretaciones matizadas de cómo promover, o proteger, un estado judío y democrático.
Esta inestabilidad dentro de Israel está siendo explotada por los enemigos de Israel política y militarmente. Mientras Israel lucha consigo mismo, un enemigo mucho mayor, letal y más peligroso que los antiguos romanos se está reuniendo a las puertas.
El ex asesor de seguridad nacional, Meir Ben-Shabbat, cita un análisis de un enemigo de Israel en el canal libanés de noticias Al Mayadeen: ¨Es cierto que Israel disfruta de un poder militar y un crecimiento económico considerable, pero la importancia y el valor de estos palidecen hasta la insignificancia en vista de las debilidades y la escalada del conflicto interno y la polarización¨.
Es imperativo que los israelíes reconozcan la importancia de la unidad y se esfuercen por salvar las divisiones que han emergido como resultado de este vociferante debate. La nación debe entablar un diálogo abierto y honesto, donde todas las perspectivas sean escuchadas y respetadas, a fin de encontrar un compromiso que fortalecerá las instituciones democráticas del país, mientras abordan las preocupaciones de aquellos que abogan por el cambio.
El Talmud habla de la importancia de la unidad junto con el valor de las diversas perspectivas entre los judíos. Sanhedrin 17b dice ¨dos hacen un tribunal y tres una ciudad¨. Esta noción destaca la importancia de la comunidad judía y la importancia de la unidad para un futuro común y fuerte. Hay poder y continuidad en una comunidad de compromiso y unidad, y debilidad en una corte de división y desacuerdo.
No obstante, a menudo olvidamos que somos una comunidad, y no una corte. Junto con esta importante enseñanza, aprendemos en Pirket Avot (Capítulo de los Padres, 5:17) la importancia de ¨los desacuerdos por el bien del cielo¨ El desacuerdo es valioso, si es por el bien de alcanzar verdades y entendimiento más elevados, en lugar de un juego final de desunión.
En última instancia, la historia judía es ciega para presentar políticas, opiniones, líderes o gobiernos judíos. Estos vienen y van y serán registrados y recordados en una página o dos de nuestro muy largo libro de la vida. Lo que importa es la continuidad, el éxito y la prosperidad de nosotros los judíos como un pueblo.
Israel es nuestra mejor apuesta para nuestra supervivencia y, por lo tanto, debemos trabajar duro para su supervivencia. Debemos hacerlo por el bien de Israel, y el bien del Cielo.
El escritor es el presidente nacional de la Federación Sionista Sudafricana (SAZF por sus siglas en inglés)
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Jerusalem Post
