12 Oct ´Estás viviendo una mentira´: Las cartas intercambiadas por la amante y la esposa de Moshe Dayan arrojan luz sobre el escándalo sexual
Por: Ofer Aderet
Hadassah Mor.
Un tesoro de cartas que fue encontrado recientemente en una calle de Tel Aviv ofrece un vistazo a una aventura amorosa del ex jefe del ejército israelí, que sacudió al país en los años 1960.
Hay que frotarse los ojos de asombro al leer las cartas que la amante de Moshe Dayan, Hadassah Mor, le envió a Ruth Dayan, su esposa y madre de los hijos del ex jefe de estado mayor y ministro de defensa, comenzando en 1959. Incluso desde una distancia de seis décadas, es difícil no preguntarse qué estaba pensando Mor cuando atacó a Ruth por ¨no liberar¨ a Dayan y por cerrar sus ojos ante las aventuras que él estaba teniendo con otras mujeres, entre las cuales estaba ella misma. Igualmente difícil de comprender es que se atreviera a pedir la ayuda a Ruth para dejar a Moshe después de entrar en los más mínimos detalles de su relación.
Las cartas fueron parte de un intercambio escrito por las protagonistas de un asunto que sacudió a la nación en los años 1960, y que vinculó los nombres de Moshe Dayan, Ruth Dayan, Hadassah Mor y su esposo, Dov Yermiya. En el momento, algunas de las cartas se pusieron a disposición de Uri Avnery, el editor de la revista semanal de escándalos Ha´olam Hazeh. Avnery decidió archivarlas. No fue sino hasta 1972, cuando Ruth y Moshe estaban divorciados, que él publicó algunas de ellas. Han pasado exactamente 50 años desde entonces, y ahora resulta que los textos publicados en el momento sólo fueron una pequeña parte de un intercambio más extenso de cartas entre aquellos involucrados en el asunto, preponderantemente entre las dos mujeres.
Recientemente, el tesoro de cartas fue encontrado tirado en la calle en Tel Aviv. Fueron adquiridas por un veterano coleccionista, que se especializa en artículos de la historia judía e israelí. Él, a su vez, se contactó con Haaretz para hacerlas públicas antes de venderlas a una tercera parte. Pidió que su nombre no sea divulgado.
¨Es simplemente difícil para mí entender por qué te enfadaste tanto conmigo, de todas las personas¨, le escribió Mor a Ruth Dayan en 1959, después de que se conociera la aventura de Mor con Moshe Dayan, quien en el momento estaba lanzando su carrera política. ¨¿Qué diferencia hace para ti si Moshe va con una dama o con otra dama? Mientras siga viviendo así con su esposa, estará a la puerta de otras mujeres¨, afirmó sin rodeos, echando sal a la herida. ¨No importa si es la Sra. Rabinowitz o la Sra. Yermiya¨-Mor estaba casada con Dov Yermiya en el momento -¨o alguna otra señora. Ni tú, ni el primer ministro, ni la opinión pública, y mucho menos su conciencia, le impedirán satisfacer sus deseos¨, agregó, como conocedora del comportamiento del esposo de Ruth. ¨A lo sumo, lo hará de manera menos demostrativa y con mayor secreto¨.
Mor lanzó acusaciones mordaces a Ruth, ¨Una de las cosas de las que estoy segura¨, escribió. ¨Si mi esposo se comportara así conmigo y me tratara de manera tan hiriente y humillante, declararía de cuando en cuando que no me ama y que me engañaría con cualquiera que pudiera -No viviría ni siquiera un día bajo el mismo techo [con él] y consideraría una desgracia para mí misma llevar su nombre¨. Despiadadamente, preguntó, ¨¿Qué estima puede haber para una esposa que vive con su esposo sólo porque le es conveniente y agradable llevar su distinguido nombre, y ser considerada una mujer de la alta sociedad gracias a su alta posición, y exhibir exteriormente a la ´dama´ y engañar a la gente sobre una vida familiar supuestamente normal, mientras que por dentro todo está vacío, corrompido y pútrido?
¨En realidad, no es ni siquiera un engaño¨ continuó Mor. ¨La gente no es tan estúpida como para no ver lo que está pasando en la casa de Dayan, incluso sin visitar [a su esposa]¨. Concluyó la estridente carta advirtiendo a la esposa de su amante: ¨En resumen, lo estás encadenando, encadenándote a ti misma y viviendo una vida de mentiras e hipocresía¨.
Moshe y Ruth Dayan, 1948.
La conexión Nahalal
Esta historia tiene sus inicios en los años 1950 en un campo de entrenamiento en Tzrifin, una gran base militar al sureste de Tel Aviv. Dov Yermiya (1914-2016) fue nombrado comandante del lugar de entrenamiento. Tenía 40 años, casado y padre de dos hijos. Detrás de él había una rica carrera en seguridad, que abarcaba los Escuadrones Especiales Nocturnos bajo el mando del elogiado oficial británico, Capitán Orde Wingate, los disturbios de 1929, el establecimiento del Kibbutz Hanita en la frontera con Líbano, el servicio en el ejército británico en la Segunda Guerra Mundial, la participación en el movimiento Briha que trajo a refugiados del Holocausto a Palestina, y batallas en la Galilea en la Guerra de Independencia de 948.
En Tzrifin, su oficina estaba en los cuarteles del comandante de la base. Su secretaria era Hadassah Mor, una maestra-soldado unos 16 años más joven que él. ¨Él tenía bondadosos ojos cafés…Tenía un cuerpo atlético que rebosaba energía …Proyectaba encanto y carisma¨, escribió Mor sobre su primera reunión en su libro ¨Honeycomb: Farewell Letter¨ [Panal de Miel: Carta de Despedida] (2005, hebreo). Sin embargo, ya entonces, recordó, discernió otros lados de su personalidad. ¨Bajo la piel hay fibras de sufrimiento, de calvario mental, que grabaron profundas arrugas en su cara¨, escribió.
El oficial y la secretaria se acercaron gradualmente. En su novela en clave de 1963 ¨Fiery Paths¨ [Caminos Ardientes] (hebreo), escribió, ¨Comencé a sentir deseo por él…Anhelaba verme sostenida en el abrazo de sus brazos. Sentir el calor que fluye de él¨. Sin embargo, de acuerdo con su relato, la aventura entre ellos comenzó sólo después de que completó su servicio militar. ¨La primera chispa que se encendió dentro de mí por él sólo ardió cuando escuché que era un Nahalali, que vivió y creció en Nahalal, escribió, refiriéndose a un moshav en el norte de Israel, fundado en 1921, donde había ido a una escuela agrícola para niñas. ¨Comencé a sentir curiosidad y pensar sobre las familias veteranas de Nahalal que ambos conocíamos¨, notó.
Así, se agregó el tercer y dominante lado del triángulo romántico: Moshe Dayan, que fue el jefe de estado mayor de las FDI entre 1953 y 1958. Dayan (1915-1981) y Yermiya habían crecido juntos en Nahalal. Estaban en la misma clase en la escuela, montaban a caballo a través del valle juntos y se embarcaron en carreras militares. ¨Vivíamos en el mismo barrio, cortejábamos a las mismas chicas, competíamos entre nosotros, las intercambiábamos o ellas a nosotros¨, recordó más tarde Yermiya.
En 1955, cuando ella tenía 24 años y Yermiya 41, lo acompañó a una ceremonia que concluía un curso de paracaidismo para oficiales de alto rango del ejército. Mor quedó fascinada con Moshe Dayan, que entonces tenía 40 años y era el oficial más alto en recibir sus alas ese día. ¨Lo miré por pura curiosidad…Mientras saludaba con la mano a [Yitzhak] Rabin, su mirada captó mi mirada de fascinación por él. Esa mirada se demoró durante largos segundos, los ojos fijos el uno en el otro¨, escribió ella.
Posteriormente, Yermiya se divorció de su esposa para casarse con Mor y los dos tuvieron un hijo en 1956. ¨No estoy convencida de si lo hubiera deseado tanto si hubiera sido soltero¨, escribió, y añadió, ¨Necesitaba la existencia de la otra mujer, para que yo me enfrentara, por así decirlo. En el instante en que me propuso matrimonio, supe que, de hecho, la había derrotado¨.
La trama se espesó inmediatamente después. Yermiya usó sus conexiones con Dayan para obtener un nuevo apartamento para él y Mor, en Yaffo, donde se mudaron poco tiempo después. Llegó una invitación para cenar con el jefe de estado mayor y su familia en Tzahala, un barrio nuevo y elegante de Tel Aviv que estaba destinado para los oficiales de las Fuerzas de Defensa de Israel (¨Tzahal¨ es su acrónimo en hebreo). Nuevamente, Mor y Moshe Dayan se miraron a los ojos.
¨De repente, sentí la mirada intensa de Moshe siguiendo mis movimientos todo el tiempo¨, escribió. Dayan, relató, preparó bebidas para los dos, y se acercó a ella hasta que casi se rozó contra ella. Más tarde, le mostró orgullosamente su colección de objetos arqueológicos, que había excavado ilegalmente. ¨Él me condujo, ocasionalmente sosteniéndome por mi brazo desnudo y delgado¨. Al final de la noche se dijo a sí misma, ¨Este es un hombre con el que me acostaré algún día¨.
Mor en una foto sin fecha.
Dayan, ya estaba casado con Ruth (de soltera, Schwartz, a quien conoció cuando ella se mudó a Nahalal en 1935, cuando tenía 18 años) y era el padre de tres niños. Sin embargo, comenzó a cortejar a Mor a espaldas de Yermiya. ¨Comenzó a visitarme en las mañanas. El esposo salía a trabajar y la esposa está en las etapas de levantarse, él viene a preguntar cómo está…una visita domiciliaria prohibida a la mujer, la esposa de su amigo¨, escribió. En una de esas visitas él cruzó la línea y se puso toquetón. ¨Se acercó y se paró frente a mí, muy cerca. Olas de calor y deseo irradiaban de su cuerpo hacia mí¨. Después, en su descripción, Dayan ¨dio un paso más cerca hacia mí -podía sentir su aliento en mi cara. Sostuvo mi cintura con ternura¨. Entonces ella se escapó de su apretón.
Las relaciones entre Mor y Dayan se hicieron más cercanas. Ella le pidió que le arreglara un apartamento en los dormitorios de la Universidad Hebrea de Jerusalem, donde estaba estudiando educación especial. Dayan arregló un apartamento cercano para él, cerca al de ella, mientras estudiaba en la universidad también, después de concluir su período de servicio como jefe de estado mayor en 1958. Tenía 43 años. ¨Si estás aburrida, ven. Estoy en mi apartamento¨, le dijo, según su relato. ¨A la luz tenue del calefactor, sentí el movimiento de sus manos y sus gruñidos cuando encontró dificultades para eliminar los ´obstáculos´ en su camino hasta que me conquistó completamente …En el segundo, cuando todas las barreras entre nosotros cayeron, casi grité desde las profundidades de mi corazón, ´Que este momento nunca, nunca termine, que dure por la eternidad´¨.
Al mismo tiempo, las relaciones de Mor con Yermiya se deterioraron. Lo describió como egoísta, inflexible, avaro, frustrado y fanático; todo lo que había querido, afirmó ella, era que ella le diera un hijo. ¨La explotación físico-sexual de él hacia mí como una madre sustituta para tener a su hijo -y después él, la inundación¨, escribió. Especialmente mataba su deseo los argumentos ideológicos con él, trataba de persuadirla sobre las virtudes del comunismo. Posteriormente, la dejó y se mudó con su hijo al Kibbutz Sarid, al norte de Israel. Mor continuó viviendo en Jerusalem y manteniendo la aventura con el ex jefe de estado mayor, la cual continuó después de que fue nombrado ministro de agricultura en 1959.
Como el rey David
La primera carta publicada en Ha´olam Hazeh era de Yermiya a Dayan, enviada en agosto de 1959. Etiquetando a Dayan como un ¨maldito y vil adúltero¨, un ¨villano bastardo¨ y un ¨prostituto¨, agregó, ¨Que seas condenado para siempre¨. La segunda carta en ser hecha pública fue enviada por Ruth Dayan a Yermiya al siguiente mes. ¨Ninguno de los disparates de Moshe me sorprende. Sólo me asombran los tontos que todavía creen en él y lo adulan. La ilusión con la que viví por años -llamada ´Moshe Dayan´- hace mucho que no existe. Para mí es un hombre enfermo y tosco, sin ningún tipo de base humana¨.
Entre las cartas recién descubiertas está una que Yermiya le escribió a Ruth Dayan unas pocas semanas después de la carta de reproche que le había enviado a Moshe Dayan. ¨No puedo aceptar la idea de que un hombre tan bajo pueda disfrutar de la confianza de cualquier mujer, y mucho menos de una mujer como tú¨, escribió. ¨Me imagino que conoces y sufres muchas de sus hazañas, pero sobre esta última necesitas saber. Es mi obligación, no sólo como alguien que soportó un sufrimiento indecible por ello, sino como un que debe abrir tus ojos y sacar las más extremas conclusiones, contarte sobre él. Es inconcebible que un hombre supuestamente grande ande por este país y goce de todos los títulos posibles de respeto, de la admiración pública…subiendo y escalando las escaleras más altas de la sociedad y el estado, y ser un villano tan vil en su vida personal¨.
Yermiya continuó para relatar cómo Dayan ¨había convertido a Hadassah en su amante regular¨. Recurriendo a un lenguaje cáustico, Yermiya escribió que según lo que Mor le dijo, Dayan ¨realmente la coaccionó con la fuerza de su personalidad, su influencia y su virilidad para acostarse con él, y con el tiempo lo convirtió en un hábito y un círculo vicioso del cual no pudo salir¨.
Yirmiya y Dayan en la Nahalal de los años 1930, donde ambos crecieron.
Yermiya también se refirió a su carta anterior a Dayan. ¨Conozco bien a Moshe, y supongo que, incluso después de la corta carta que le escribí, en la que lo despedazaba como se lo merece …no se le movió ni un nervio, y así como siempre supo pisotear y pasar por encima de las almas en su camino, también lo hará en el futuro¨.
A la luz de esto, Yermiya instó a Ruth a dejar a Dayan inmediatamente. ¨Bajo ninguna circunstancia tienes que sufrir esto por más tiempo. Escúpele en la cara y dile que se vaya al infierno…Ármate de valor para golpearlo en la cabeza con el golpe que se merece y aléjate de este marco embrujado y maldito, del que intenta disfrutar desde hace décadas, en medio de la traición vil y la explotación de otros, explotándote cínica y traidoramente, sin límite¨.
Divorciarse, imploró a Ruth, también tendría un aspecto explícitamente público, señaló. ¨Deja que todo el país se entere, y deja que su custodio espiritual [David Ben-Gurion] sepa…la imagen de este monstruo, que se erige como un símbolo y el modelo para la generación joven y toda la nación¨, resumió.
De hecho, Yermiya también le escribió a Ben-Gurión sobre las hazañas de Dayan. El ¨Viejo¨ le respondió dos cartas, que Ha´olam Hazeh publicó en 1972. ¨Entiendo lo que quieres decir y no me sorprende la pena, el dolor y la ira que están brotando de tu interior. No hay nada más natural¨, escribió Ben-Gurion. ¨Los murmullos del corazón corren más profundamente que las consideraciones del intelecto, y son, quizás, también más genuinos¨. Sin embargo, al final rechazó las acusaciones sobre la personalidad de Dayan, explicando que Yermiya debería distinguir entre dos niveles: el personal y el público.
¨Es imposible (y en mi opinión prohibido) sondear la vida secreta e íntima -ya sea un hombre o una mujer -y de ello determinar su status y mérito en la sociedad¨. Escribió Ben-Gurion, y continuó para explicar: ¨Una persona puede ser un monje santo toda su vida y no ser adecuado para una misión pública, y quizás lo opuesto¨. Para respaldar su argumento, Ben-Gurion invocó la historia bíblica del rey David, que se acostó con Bathsheba y envió a su esposo, Uriah el Hitita, a morir en batalla.
La siguiente carta que fue enviada estaba escrita a Ruth Dayan por Mor, parte de la cual aparecen al inicio de este artículo. Mor comienza reprendiendo a Ruth por tratar de abrir una brecha entre ella y su marido, Yermiya. ¨Nunca se me hubiera ocurrido escribirte si no hubiera descubierto que has asumido el deber sagrado de separarme de Dov¨, escribe. ¨Es posible que con un poco de esfuerzo tendrás éxito en tu tarea y persuadirás a Dov de dejarme, porque es fácilmente influenciable. Sin embargo, incluso si es persuadido, ciertamente no tengo intención de ser persuadida de la misma manera, y sabes que no es suficiente que sólo uno de los lados desee una separación para que eso suceda¨.
Parte de una carta escrita por Hadassah Mor a Moshe Dayan en agosto de 1961. ¨No sé el porqué de este boicot contra mí. Si estas enfadado, dilo en palabas y no en silencio. Si hice algo o me comporté de una manera que no era de tu agrado, no lo hice por malicia¨.
Ruth respondió con moderación. ¨Me quedé estupefacta con el contenido de tu carta y tus acusaciones…Yo no soy la que abrió una brecha entre ustedes¨, afirmó. Acusó a Mor de entrar en la vida de su familia en contra de sus deseos y ofreciendo a su esposo Moshe ¨una vida de prostitución a plena vista del público¨. Agregó que ¨no hay forma de borrar de un plumazo¨ su relación con Moshe, que había existido por un cuarto de siglo y había generado tres hijos ¨y un pasado rico en historia, en preocupaciones mutuas, en eventos felices y tristezas¨, En esta conexión agregó, ¨Acostarse con Hadassah y con toda la serie de respetables señoras que se sienten atraídas por un nombre famoso no será suficiente para borrar ese pasado, y ciertamente no unas cartas infantiles y tontas como las tuyas a Moshe¨.
En esto, Ruth insinuó que había leído las cartas de Mor para Moshe, o escuchado sobre ellas por Yermiya. Dos de ellas aparecen en el intercambio de correspondencia actualmente a la venta. Ruth concluyó su carta con la petición de que Mor no interviniera en su vida, agregando: ¨Quizás, incluso hasta te he hecho un favor aquí, y tú, también, dejarás de aproximarte a los maridos de otras mujeres y te conformarás con tu hijo y tu esposo, quien verdaderamente merece ser tratado justa y honestamente. Y, de todos modos, mi deseo es que ustedes dos encuentren la manera apropiada de reconciliarse¨.
Mor aparentemente le contó a Yermiya sobre su dura carta a Ruth, ya que en una carta a Ruth le pide perdón en nombre de su esposa. ¨Me dolió mucho lo que hizo Hadassah en su carta para ti, además del dolor y la pena que te causó …Conociéndola y conociendo su serio complejo sobre las mujeres que han tocado uno u otro de los círculos de su vida, puedo imaginar el mal gusto y la crueldad de su carta, y lo lamento¨, escribió.
Yermiya continuó para contarle a Ruth que había decidido tratar de reparar su relación con Hadassah. Ella ¨ha confesado todos sus pecados y pedido continuar su vida conmigo fielmente¨, escribió, agregando que ¨ha aprendido la lección¨ y ese ¨episodio ha terminado completamente¨.
De hecho, la aventura entre Mor y Moshe Dayan continuó intermitentemente durante este período, hasta 1962. Al inicio de 1960, Mor le envió a Ruth Dayan otra carta, en la que se disculpaba por su carta anterior, calificándola de ¨agresiva y descarada y, quizás, también injusta¨. Agregó que se había comportado ¨impertinentemente¨ y ¨arrogantemente¨ hacia ella, y que después se sintió abrumada por los sentimientos de culpa. ¨Escribí esa carta porque estaba en un estado de guerra. Y en una guerra tienes que defenderte, y para defenderte necesitas atacar, y eso es lo que hice. Si te lastimé de alguna manera, por favor perdóname¨, le rogó.
El resto de la carta refleja claramente la confusión de Mor sobre el episodio, y podría traer a la mente la trama de una telenovela barata. La mujer que engañó (Hadassah) le pide consejo a la mujer que fue engañada (Ruth) sobre cómo deshacerse del marido de esta última (Moshe), y también se queja de él con ella.
¨No sé si tiene mucho sentido que te escriba esta carta, pero hay situaciones en las que una persona se ve impulsada a hacer algo sin rendir cuentas a sí misma lógica y razonablemente por hacerlo. Me parece que estoy en esa situación¨, escribió. ¨Y esta no es una decisión apresurada. Se me ocurrió anoche, tan pronto como Moshe salió de mi habitación y cerró la puerta tras él¨ -revelando, por lo tanto, que su aventura con Dayan continuaba.
¨Me quedé con un sentimiento de indefensión e impotencia¨, continuó, ¨y cuando pensé sobre qué hacer a fin de escapar de ese sentimiento, se me ocurrió la idea de escribirte. A ti, de entre todas las personas. Tú eres la única que conoce bien a la persona en cuestión¨, agregó Mor. ¨Lo que quiero ahora es que me ayudes, y no sólo por tu conocimiento real de la situación, a salir del enredo de mi opresiva relación con Moshe. Simplemente, no veo una forma de salir de esto, y no veo a dónde llegaré con él¨.
Los Dayan en una visita a Broadway, en 1970.
Siguió para describir su relación y la personalidad de él en duros términos. ¨A lo largo de los dos años y más que me he estado encontrando con él, a menudo juré que no lo vería otra vez. Sabía que no era el hombre con quien cualquier mujer debería tener algún tipo de contacto¨, escribió. ¨Sabía y sé muy bien que es egoísta, frío, agresivo, utilitario. No se inmuta ante la mentira, tiene una consciencia muy débil y es capaz de recurrir a los medios más bajos y despreciables para lograr su objetivo y conseguir lo que quiere. Y lo interesante es que tiene éxito tanto en lograr su objetivo como en conseguir lo que quiere¨, escribió.
Mor también detalló cómo evolucionó su relación con Dayan, cuando la invitaba a su habitación en los dormitorios de la universidad. ¨También me impuso su deseo por mí. Y aquí tuve bastante culpa…Me invitó a estar con él desde la primera noche…y yo, en mi inocencia, fui a él. No me imaginaba que era un lobo depredador, a pesar de todas las historias sobre él. Era obvio para él que yo acudiría a él, tan pronto como me insinuara con un movimiento de cabeza que entrara¨, le escribió a Ruth Dayan.
Mor en el 2021. Sobrevivió a los Dayan, así como a su primer esposo.
¨Y aquí la lucha comenzó. Moshe no es la clase de persona que aceptará que una mujer le diga explícitamente que no lo desea. Reunió todos sus encantos varoniles e inventó todo tipo de estratagemas para vencer mi resistencia. Y, de hecho, fue difícil resistirse a él por mucho tiempo. Y debido a que mis relaciones con Dov eran entonces…bastante tensas, y porque él no es un hombre especialmente repulsivo, y porque soy, en definitiva, una mujer como todas las mujeres, bueno, me halagaba su cortejo. Tal vez hubo, incluso, un ápice de provincianismo sobre el hecho de que disfrutaba teniendo al ex jefe de estado mayor de las FDI cortejándome tan amablemente. En resumen, acudí a él. Fui, y sabía que estaba haciendo algo tonto¨.
Según Mor, pensó que no sería más que una aventura de una noche. ¨Me consolé [con el pensamiento] de que era un episodio pasajero que sería olvidado una vez que no lo viera por un cierto período¨, escribió. Sin embargo, después de las vacaciones de verano, la visitó ¨el famoso y encantador vecino, seductor y sinvergüenza por igual¨, como lo puso ella. Al principio, ella rechazo su cortejo, pero entre más ¨grosera y descaradamente me comportaba con él, más se aparecía, y era infinitamente cordial. De hecho, una excelente forma de atraer a los hombres¨, escribió. Finalmente, ¨mi resistencia se quebró¨, señaló. ¨Simplemente no era lo suficientemente fuerte. Cedí y me sentí aliviada¨.
Mor compartió con Ruth el hecho de que Yermiya había estado de acuerdo en darle a la relación entre ellos una segunda oportunidad. Pero luego, indicó, ¨me asaltó el deseo de ver a Moshe¨, y renovaron su relación. ¨Me molestó un poco que estuviera de acuerdo con ¨terminar¨ conmigo, simplemente debido a la presión que sentía debido a las ¨convenciones sociales´, [pero] estuvo de acuerdo en hacerlo cuando se lo pedí¨, escribió.
Dayan ya era ministro de agricultura; Mor había empezado su tercer año de estudios.
¨La distancia desde la Knesset o el ministerio de agricultura, o desde el hotel [donde Dayan se quedaba cuando la Knesset estaba en sesión) no era muy grande¨, escribió, refiriéndose a su residencia en el momento. ¨Y una vez más, un nuevo ciclo comenzó. Sin ningún cambio. Uno vez se aparece en la mañana y no abro la puerta, y otra vez la abro corriendo, y este círculo vicioso continúa¨, escribió. No sé realmente qué quiere de mí. Después de todo, no hay escasez de mujeres en este país que considerarían un honor responder a su invitación. Aparentemente, nos involucramos demasiado profundamente el uno con el otro, y ya no hay fuerza para salir de eso…No quiero esta relación… [Pero] mi sistema de principios y valores morales no son lo suficientemente fuertes¨.
Posteriormente, Mor buscó el divorcio de Yermiya, y en junio de 1960 le informó a Ruth sobre su deseo. ¨Otra operación de tu hombre, el héroe del pueblo, tuvo éxito¨, escribió él. ¨Entre las principales razones para su fatal decisión de dejarme justo en este momento, después de que la perdoné y la traje de regreso conmigo en un intento de reconstruir nuestra vida, fue que se sentía culpable con Moshe por los ´problemas´ que le había causado, y que no estaba segura de que pudiera resistirse si él renovaba sus abominables incursiones hacia ella¨.
Agregó, ¨En todo su comportamiento conmigo, tanto físico como espiritual, sentí el ser espiritual y físico de Moshe, su vileza y su falta de control¨. Escribió además, ¨En la lucha que se llevó a cabo entre D-s y Satán en su mente…él le inyectó su satanismo…Y estoy seguro que en el futuro también, continuará explotando la debilidad de esta desdichada mujer, que está cautiva de pasiones retorcidas y severos desórdenes mentales [que involucran] la búsqueda de estímulos sexuales y sociales, la búsqueda de esplendor externo, e ignora la verdadera esencia de la humanidad, la vida de la mente y la vida del amor¨.
En agosto de 1961, Mor escribió a Moshe Dayan, desconcertada porque la había estado ignorando. ¨No sé el porqué de este boicot contra mí. Si estas enfadado, dilo en palabas y no en silencio. Si hice algo o me comporté de una manera que no era de tu agrado, no lo hice por malicia…Si no quieres que mi alma perezca, ven a mí el domingo en la tarde o en la noche a mi habitación en Jerusalem. Te estaré esperando…Por favor ven¨. Firmó una nota de advertencia: ¨No estires la cuerda demasiado fuerte. Al final, es probable que se rompa -y eso, según mi leal saber y entender, no es lo que quieres¨.
Ruth Dayan, en casa en el 2013.
A fines de ese año, Yermiya escribió a Ruth nuevamente. Esta vez su situación era mucho mejor. Le contó sobre su nueva esposa, Menuha, a quién llamó ¨maravillosa¨, y agregó, ¨Toda mi vida ha cambiado para mejor¨.
Escribiendo el libro
La última carta de esta colección fue enviada a principios de 1962 de Mor a Moshe Dayan. Se desprende de la carta que los dos se reunieron en Jerusalem de una manera que fue ¨apresurada debido a todos los factores objetivos y tus obligaciones sociales¨. Mor comparte con Dayan su decisión de publicar un relato de sus hazañas en una novela. ¨El asunto es el libro que estoy escribiendo. Realmente no es amable de tu parte menospreciar una de las tareas más difíciles que he asumido. La verdad es que no sé hasta este día, tu reacción cuando te lo insinué, si admiras y valoras el hecho de que estoy escribiendo, o lo desprecias…Si te gusta o no, continuaré y terminaré el libro ¡Ven de todas maneras!¨
En su carta, Mor pide la ayuda de Dayan sobre detalles que necesita para el libro. ¨¿Cuál es tu opinión? Por favor, no estés enojado conmigo por esto. Te prometo que al final disfrutarás leyéndolo, aunque con algunas sorpresas adicionales aquí y allá¨, escribió. ¨No estoy segura si será una obra maestra desde un punto de vista puramente artístico y literario. Sin embargo, en los términos de venta y distribución, será un éxito de ventas rentable. La decisión está en tus manos ahora. Podrías estar molesto conmigo para siempre por eso, pero no cambiará mi posición sobre el tema, y seguro como que me llamó Hadassah, el libro se imprimirá¨.
¨Una segunda posibilidad¨, continuó, ¨es que trates de persuadirme de dejar de escribir [el libro]. Dudo que tengas éxito, pero si lo haces, responderé y archivaré lo que he escrito. Una tercera posibilidad es que me ayudes con la escritura. Esa es la posibilidad más deseable para mí. Como tú desees. Generalmente estoy en mi cuarto en las noches. ¿Recuerdas la dirección? Por cierto, nunca imaginé que tuvieras un umbral tan alto para el sentimiento y un poder de contención tan supremo. Tienes toda mi estima y admiración. Pero, por el amor de D-s ¿por qué este sacrificio?¨
No se sabe que haya respuestas de Moshe Dayan a ninguna de la correspondencia.
Publicado en 1963, ¨Fiery Paths¨ causó un furor público. Mor luego publicó siete libros más -que fueron una mezcla de novelas autobiográficas y memorias -y también tuvo carreras como periodista y abogada. Después, se casó por tercera vez. Murió este pasado agosto a la edad de 90 años, sobreviviendo a Moshe Dayan (que murió en 1981, a los 66 años), Ruth Dayan (2021 a los 103 años) y Dov Yermiya (2016, a los 101). Tuvo cuatro nietos y dos bisnietos. El año pasado, en una entrevista con la sección Galería en hebreo de Haaretz, Mor dijo: ¨La relación que tuve con Moshe Dayan, en sí misma, fue una experiencia conmovedora. Sin embargo, el hecho de que esta relación siga despertando el interés público después de todos los años que han pasado desde entonces, es bastante asombroso¨.
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Haaretz