11 Oct El Manual Completo de las «Cuatro Especies»
Directrices y consejos básicos para convertirse en un consumidor experto de las Cuatro Especies
Belleza
La Torá (Levítico 23:40) nos ordena tomar un fruto «hermoso». A pesar de que la Torá se refiere al etrog, empleando la metodología talmúdica, los Sabios deducen que el requisito de obtener un bello producto se aplica a las otras tres especies también. Por lo tanto, mientras estudiamos las diversas causas que posiblemente pueden invalidar cualquier de las Cuatro Especies, también es importante elegir especimenes que sean frescos y estéticamente agradables. Y puesto que «la belleza está en los ojos del espectador,» no hay dos personas que compartan el mismo gusto en la elección de sus juegos.
El Vendedor
Es de suma importancia que usted compre sus Cuatro Especies de un proveedor de confianza, temeroso de Di-s, y que el etrog esté rabínicamente certificados. Un etrog que se cosecha de un árbol que se injertó junto con otra especie —una práctica que es, por desgracia común, pues el producto híbrido es muy hermoso —no es válido para el uso en Sucot. La certificación rabínica garantiza que el etrog es de un árbol que fue inspeccionado para comprobar que se trata de «pura sangre».
Esta es una de las razones por las que muchos prefieren usar un etrog que viene de la provincia italiana de Calabria, también conocido como etrogs «Yanover«. Los huertos de etrog en esta región han estado proporcionando etrogs durante siglos y son conocidos por ser de pedigrí sin mancha.
El Lulav
Todas las hojas de un lulav son naturalmente duplicadas, con las dos mitades de cada hoja dobladas y perfectamente conectadas entre sí. La hoja del medio en la parte superior del lulav, llamada t’yomet —es decir, la hoja que se extiende desde la parte superior de la columna del lulav, en oposición a las hojas que se desprenden de sus dos lados —es crucial, porque si está significativamente dividida el lulav es invalido. Si, sin embargo, está sólo un poco dividida, el lulav sigue siendo kosher, pero lo ideal es que trate de comprar un lulav cuya t’yomet está completa.
La t’yomet es muy delicada, y es muy fácil de dividir. Por esta razón, el lulav siempre debe manipularse con cuidado, uno nunca debe permitir que su punta choque contra algo.
Aparte de la t’yomet, al elegir un lulav, uno debe tratar de encontrar uno que sea recto y fresco (más verde, menos amarillo).
El Etrog
La belleza de un etrog está determinada por su limpieza —es decir, su falta de cualquier defecto o decoloraciones —y su forma. El etrog ideal es un poco oblongo, no redondo como una pelota, lleno de baches, no liso, y su tallo debe sobresalir de una depresión en su parte inferior.
Un etrog al que le falta aunque fuera un ápice de su corteza es invalido (a menos que fuera atravesado cuando todavía estaba en el árbol y una nueva capa de piel creció hasta alcanzar a cubrir la cavidad). Tenga cuidado con las uñas al manipular el etrog.
Si el etrog tiene burbujas que se proyectan desde su exterior en más de dos lugares, no es válido. Del mismo modo, no es válido si presenta una decoloración en más de un área. La decoloración sólo invalida un etrog si es notable cuando echa un vistazo preliminar a la fruta, no hay necesidad de examinarla muy de cerca con este fin. Muchas veces, un etrog tiene manchas marrones en su piel —similares a una costra —como consecuencia de una hoja apoyada en esa zona mientras crecía. Estos puntos no invalidan un etrog. Manchas negras en el etrog, sin embargo, representan un problema si se pueden observar con facilidad y aparecen en más de un punto.
Muchos etrogs —pero no todos —crecen con un Pitum, un tallo como de madera que sobresale de su parte superior. Si el Pitum cae completamente o es quitado por completo, dejando al descubierto la fruta, el etrog es inválido. Un etrog que creció sin Pitum es 100% kosher.
Del mismo modo, el etrog es inválido si su tallo, en su parte inferior, es quitado por completo.
La belleza principal de un etrog se encuentra en su tercio superior, la parte que se inclina hacia el exterior. En este ámbito, aunque sea una burbuja o área de decoloración lo invalida.
Los Hadasim
Para que un hadas (rama de mirto) sea kosher, sus hojas deben sobresalir del tallo en grupos de tres (o más). Este patrón es conocido como mishulash, «triplicado». Si las hojas crecen en grupos de dos, con la tercera hoja más alta o más baja que las otras dos, el hadas no es válido. Sin embargo, es kosher, siempre y cuando la parte superior de 10,8 cm. del hadas es mishulash. Hoy, la mayoría de los hadasim vienen envasados y con certificación kosher.
Los Aravot
No hay requisitos reales para la aravá (rama de sauce), excepto que sea de la especie correcta de sauce: el sauce de «río». (Una cosa a tener cuidado: las aravot son a menudo bastante largas y se recortan para que se ajusten al lulav. Se debe tener cuidado de que se recorten sus partes inferiores, no la parte de arriba.)
Fuente: Jabad.com