15 Mar La ciudad israelí Nof Hagalil da la bienvenida a los judíos que huyen de Ucrania
El alcalde de la ciudad norteña afirmó que Nof Hagalil fue “construida a base de inmigración”. Agregó que el municipio “absorberá a tantas personas como sea posible” en medio de la actual invasión rusa a Ucrania.
La ciudad de Nof Hagalil, en el norte de Israel, ha abierto sus puertas a cientos de judíos ucranianos que huyen del ataque ruso en curso en su tierra natal.
Debajo de la oficina municipal de la ciudad, los voluntarios descargaron mantas y ropa donadas por los residentes de la ciudad para los refugiados que lograron llegar a Israel en medio de la invasión rusa a Ucrania, que el martes entró en su día 12.
Un niño ucraniano llega a Israel en medio de la invasión rusa. (Sivan Hilaie)
«Nof Hagalil se basa en la inmigración. Absorberemos a tantas personas como podamos», dijo el alcalde de la ciudad, Ronen Plot, quien llegó a Israel hace casi 50 años desde Moldavia. Después de que comenzó la invasión rusa, Plot publicó en Facebook invitando a «olim» ucranianos, o inmigrantes judíos, a su ciudad e instando a los residentes a colaborar.
“Si llega una gran ola de inmigración, estaremos felices de participar en el esfuerzo israelí”, escribió. Bajo la «ley de retorno» de Israel, los solicitantes con al menos un padre o abuelo judío tienen derecho a la ciudadanía.
Refugiados de Ucrania llegan al aeropuerto Ben Gurion. (Sivan Hilaie)
Entre los que respondieron a la invitación de Plot estaba Jaim Gershman, quien llegó a Nof Hagalil el jueves con su esposa Ora y sus cuatro hijos. Su madre Nelja, de 60 años, llegó un día después. Gersham sostuvo que, al llegar a Israel, eligieron ir a Nof Hagalil debido a las publicaciones del alcalde.
Equipos de rescate en la ciudad ucraniana bombardeada de Zhytomyr. (AFP)
«Vi a un hombre invitando, diciendo ven a nuestra ciudad, te daremos la bienvenida», relató. El alcalde contó que su comunidad ofrece un ambiente familiar porque más de la mitad de sus 50.000 residentes hablan ruso, y agregó que localizó 600 habitaciones de hotel vacías y 300 apartamentos vacíos para albergar a los ucranianos, que llegan «agotados».
«Soportaron mucha miseria, tienen hambre y están cansados y es horrible», señaló.
Fuente: Ynet Español