07 Mar Antiguo patrimonio de los últimos judíos de Irak en riesgo a medida que las sinagogas caen en la ruina
POR: Salam Faraj
Un hombre camina afuera de la sinagoga del Profeta Nahum (que se remonta en su presente forma al año 1796), con la iglesia caldea Mar Gorgis vista en el fondo, en la ciudad del norte de Irak al-Qosh, a unos 50 kilómetros al norte de Mosul, 3 de febrero del 2022.
Raros esfuerzos internacionales para salvar los remanentes no son suficientes para preservar lo que queda de una comunidad judía que alguna vez fue próspera.
BAGDAD, Iraq (AFP).- En un concurrido distrito de la capital iraquí, Bagdad, hay poco para distinguir al edificio de ladrillos descoloridos, excepto por una inscripción en hebreo sobre la entrada.
La comunidad judía de Irak alguna vez fue una de la más grande de Medio Oriente, pero sus miembros se han reducido a un puñado, afuera de la región autónoma de Kurdistán.
¨Nuestro patrimonio está en condición lamentable¨, y las autoridades no se dan cuenta, dijo una miembro de la congregación que pidió el anonimato, temiendo represalias.
Su preciosa historia, incluida la sinagoga, está amenazada en un país desgarrado por décadas de guerra, corrupción y grupos armados.
Aunque los tesoros históricos arruinados por los yihadistas están siendo restaurados en Irak, los raros esfuerzos internacionales para salvar el patrimonio judío no han sido suficientes.
La sinagoga Meir Tweig de Bagdad, construida en 1942, parece haberse congelado en el tiempo.
Interior de la sinagoga Meir Tweig en Bagdad, Iraq, 7 de enero del 2022.
Detrás de sus puertas cerradas con candado, las bancas están cubiertas con telas blancas para protegerlas del sol. Las paredes del interior azul cielo con columnas de dos pisos se están desmoronando.
Los escalones que llevan a un gabinete de madera que contiene los sagrados rollos de la Torah se están deshaciendo.
Flanqueado por placas de mármol grabadas con el candelabro de siete brazos y salmos, el gabinete alberga los rollos escritos en caligrafía a mano sobre cuero de gacela.
¨Solíamos rezar aquí¨, dijo la feligresa. ¨Celebrábamos nuestras fiestas, y en verano estudiábamos cursos religiosos en hebreo¨.
Una sinagoga en el sur de Irak ha sido ocupada ilegalmente y convertida en una bodega, agregó la mujer.
¨Salven este patrimonio¨, dijo, pidiendo la ayuda de las Naciones Unidas.
Escrituras enmarcadas e imágenes del candelabro de siete brazos en la sinagoga Meir Tweig en Bagdad, Irak, 7 de enero del 2022.
Raíces profundas
Las raíces judías en Irak se remontan aproximadamente a 2,600 años, en la tierra donde el patriarca Abraham nació y donde el Talmud Babilonio fue escrito.
Más de 2,500 años después, en la Bagdad gobernada por los Otomanos, los judíos constituían el 40 por ciento de los habitantes de la ciudad.
Para el momento de la creación de Israel en 1948, totalizaban 150,000, pero tres años después, en medio de la persecución por parte de las autoridades iraquíes que aumentó tras el establecimiento de Israel, el 96% de la comunidad se había ido.
Un informe publicado en el 2020 enumeró los sitios de patrimonio judío en Irak y Siria, algunos remontándose al primer milenio Antes de la Era Común. El estudio identificó 118 sinagogas, 48 escuelas, nueve santuarios y tres cementerios entre los sitios de patrimonio judío iraquíes. Ahora la mayoría han desaparecido.
¨En Irak, sólo 30 de los 297 sitios documentados está confirmado que todavía existen¨, según el informe publicado por la Fundación para el Patrimonio Judío, con sede en Londres, y ASOR, la Sociedad Americana de Investigación en el Extrajeron sin fines de lucro.
¨De estos 30 lugares, 21 están en mala o muy mala condición¨, agregó.
Rollos de Sefer Torah se muestran en la sinagoga Meir Twei de la capital iraquí Bagdad, 7 de enero del 2022.
Los pocos judíos que quedan en Irak ¨trabajaron muy duro para proteger y preservar su patrimonio, pero la escala del trabajo estaba más allá de sus capacidades¨, dijo Darren Ashby, quien trabajó en el estudio.
¨Con el tiempo, mucho de este patrimonio se perdió debido a la incautación, la venta o la lenta decadencia y colapso¨, dijo Ashby, del Programa de Estabilización del Patrimonio de Irak de la Universidad de Pennsylvania.
Destellos de esperanza
En Mosul, la segunda ciudad de Irak y crisol de diversas etnias y comunidades religiosas, pinturas coloridas señalan las ruinas de la sinagoga Sasson en el recodo de un callejón.
La bóveda del techo colapsado expone arcos y columnas de piedra. Pero todo alrededor es escombros, chatarra y basura tirada.
Una vista de la dilapidada sinagoga Sasson en la ciudad de Mosul, al norte de Iraq, 2 de febrero del 2022.
Un funcionario local a cargo de las antigüedades, Mossaab Mohammed Jassem, dijo que el edificio del siglo XVII había ¨servido como una residencia por largo tiempo¨.
Dijo que pertenece a una familia local que tiene el título de propiedad, y que le pidió a las autoridades locales que se lo compren o lo restauren.
Aliph, la Alianza Internacional para la Protección del Patrimonio en Áreas de Conflicto, con sede en Suiza, ha expresado su voluntad de apoyar un potencial proyecto de renovación de la sinagoga Sasson.
Ha habido otros destellos de esperanza.
En enero, el consulado de Estados Unidos en Arbil, capital de la región Kurda que no experimentó el mismo nivel de violencia interna, anunció $500,000 en financiamiento para restaurar la pequeña sinagoga Ezekiel cerca de Akre.
Aunque algunos se han convertido al islam, otras familias de ascendencia judía viven en la zona kurda.
Los fondos estadounidenses también ayudaron a restaurar la tumba de Nahum, uno de los profetas menores del judaísmo, junto con apoyo financiero de Kurdistán y donantes privados.
Interior de la sinagoga Meir Tweig de la capital iraquí Bagdad, 7 de enero del 2022.
Un niño camina dentro de la dilapidada sinagoga Ezekiel, en el pueblo de Shush, al norte de Irak, a unos 100 kilómetros al este de la ciudad de Dohuk en la región autónoma kurda, 4 de febrero del 2022.
Interior de la sinagoga Meir Tweig en Bagdad, Irak, 7 de enero del 2022.
El exterior de la sinagoga del Profeta Nahum (que se remonta en su presente forma al año 1796), en la ciudad de al-Qosh, al norte de Irak, a unos 50 kilómetros al norte de Mosul, 3 de febrero del 2022.
Un relieve en hebreo a la entrada de la dilapidada sinagoga Sasson en la ciudad de Mosul, al norte de Irak, 2 de febrero del 2022.
Un hombre camina afuera de la sinagoga del Profeta Nahum (que se remonta en su presente forma al año 1796), con la iglesia caldea Mar Gorgis vista en el fondo, en la ciudad del norte de Irak al-Qosh, a unos 50 kilómetros al norte de Mosul, 3 de febrero del 2022.
Esta fotografía muestra la sinagoga Meir Tweig de la capital iraquí Bagdad, el 7 de enero del 2022. La comunidad judía de Irak fue alguna vez una de las más grandes de Medio Oriente, pero se ha reducido a un puñado, afuera de la región autónoma de Kurdistán. Su precioso patrimonio, incluida la sinagoga, está amenazado en un país desgarrado por décadas de guerra, corrupción y grupos armados que extorsionan lo que sea que quieren.
Interior de la sinagoga Meir Tweig en Bagdad, Iraq, 7 de enero del 2022.
Una vista del interior de la dilapidada sinagoga Sasson en la ciudad de Mogul, en el norte de Irak, 2 de febrero del 2022.
Un libro de oración judío en la sinagoga del Profeta Nahum (que se remonta en su presente forma al año 1796), en la ciudad de al-Qosh, al norte de Irak, a unos 50 kilómetros al norte de Mosul, 3 de febrero del 2022.
El exterior de la sinagoga del Profeta Nahum (que se remonta en su presente forma al año 1796), en la ciudad de al-Qosh, al norte de Irak, a unos 50 kilómetros al norte de Mosul, 3 de febrero del 2022.
Joseph Elias Yalda, director del Museo del Patrimonio de al-Qosh, señala viejas fotografías mostrando la sinagoga del Profeta Nahum, en el museo a unos 50 kilómetros de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, 3 de febrero del 2022.
Rodeado de campanarios de iglesias en el pueblo de Al-Qosh, el santuario de piedra ahora se ve casi nuevo. Construido bajo su actual forma en el siglo XVIII, podría remontarse al sigo X, según funcionarios locales.
Joseph Elias Yalda, un funcionario del museo del patrimonio de Al-Qosh, recuerda historias contadas por los ancianos locales, que decían que los peregrinos judíos llegaban durante una semana cada junio para rezar.
¨Venían de todas las provincias e incluso de países vecinos¨, dijo Yalda, quien tiene sesenta y tantos años. ¨Después de la conmemoración religiosa, había una celebración en el pueblo viejo, con bebida y baile¨.
Times of Israel contribuyó con este reportaje.
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil