10 Feb Atraídos por los precios bajos y las viviendas de lujo, los árabes israelíes están adquiriendo casas en la Franja Occidental
POR: Tal Schneider
Una representación del vecindario Puerta de Jericó en Jericó, Franja Occidental.
Desde Nablus hasta Jericó y Rawabi, donde las unidades cuestan una fracción de lo que costarían en Israel, los árabes están aprovechando la oportunidad de propiedades de inversión, o una casa de vacaciones de ensueño.
Durante la semana, Khaled vive en Umm al-Fahm, una bulliciosa ciudad árabe israelí, donde trabaja como contratista de excavación. Pronto, él, su esposa y sus seis hijos en edades de 3 a 13 años, comenzarán a trasladarse los fines de semana a la ciudad de Nablus en la Franja Occidental, donde están uniéndose a una ola de israelíes que compran segundas casas al otro lado de la Línea Verde.
¨Tengo un apartamento, con vistas al norte, en el séptimo piso de un edificio de 11 pisos. La vista es preciosa, el barrio y las calles son geniales¨, dice Khaled, un seudónimo, de su nueva propiedad en construcción en la parte occidental de la ciudad palestina.
Si bien comprar propiedades en las áreas controladas por la Autoridad Palestina no es ilegal, la publicación de su nombre en relación con la tendencia podría causarle problemas tanto en Israel como en la Autoridad Palestina.
Pero en privado, Khaled, quien es un conocido, no duda en hablar sobre la compra de su propiedad. Y él no está solo.
En una conversación con un gran número de ciudadanos árabes de Israel, surge una fuerte tendencia anecdótica de compras casas o apartamentos en el 40% de la Franja Occidental, donde vive la mayoría de los palestinos y donde la Autoridad Palestina ejerce el control sobre la mayoría de los asuntos civiles. (El otro 60% se compone de áreas bajo control total o parcial israelí, que comprende los asentamientos judíos y los correderes entre ellos. La tendencia de los judíos israelíes que compran casas en esas partes de la Franja Occidental -aunque por razones muy diferentes -ha sido bien documentada desde 1967).
Una representación del vecindario Puerta de Jericó en Jericó, Franja Occidental.
Entre las áreas más populares están la Puerta de Jericó, un barrio nuevo planeado en las afueras de la ciudad del Valle del Jordán; Rawabi, la primera ciudad palestina planificada en la Franja Occidental, justo al norte de Ramallah; Tulkarm y Jenin, hogar de los campos de la Universidad Americana, donde casi la mitad del alumnado es israelí; y Rafidia en Nablus, donde Khaled compró su casa a un contratista palestino cuando sólo era un cascarón de cemento.
¨Hay restaurantes, parques infantiles. El edificio está en alto sobre las colinas occidentales de la ciudad, dándole la vista más hermosa de Nablus¨, dice Khaled.
¨Está a poca distancia de los cafés de narguila, cafeterías y restaurantes. Para nosotros, es un lugar de vacaciones. Planeo llevar a los niños al mercado de Nablus, a las tiendas de caramelo¨.
Khaled pagó 300,000 shekels ($95,000) por la casa de 200 metros cuadrados (2,150 pies cuadrados), y luego invirtió otros 245,000 shekels ($77,000) para mejorarla con gabinetes personalizados, pisos, carpintería y más, además de contratar a un diseñador de interiores local, para un precio final de 545,000 shekels ($71,000).
El precio es una fracción de lo que la mayoría de los israelíes pagan por un apartamento nuevo, incluso en el interior periférico del país.
Un palestino vestido como un personaje en el mercado central de Nablus, el 14 de junio del 2018.
Khaled también compró tres dunams (0.75 acres) de tierra agrícola cerca de al Funduq, un pueblo al oeste de Nablus.
¨La compré para los olivos¨, dice. ¨Simplemente disfruto yendo ahí, trabajando en la cosecha de aceitunas, comiendo aceitunas¨.
Todo el mundo lo está haciendo
Según la estimación de Khaled, alrededor de uno de cada cinco árabes israelíes tiene tierra o una casa en la Franja Occidental.
¨Todos están comprando¨, dice. Su amigo, profesor de su hija y farmacólogo, compró casas de vacaciones en Rawabi. ¨Van ahí los fines de semanas o las fiestas. Todos en torno a mí está comprando bienes raíces¨.
En esta fotografía del 4 de junio del 2016, una familia sale de su apartamento recién entregado en la ciudad de Rawabi, al norte de Ramallah.
Hace siete años, el parlamentario de la Lista Conjunta, Osama Saadi, compró un apartamento en Nablus para su hija, que estaba en la facultad de medicina ahí, ¨en lugar de gastar nuestros ahorros en rentas¨. Esta fue su tercera casa, después de que anteriormente comprara una en Jericó. Su hija desde entonces se ha mudado por una residencia médica en Jerusalem, pero él conserva su propiedad, completamente amoblada.
¨El plan era ir regularmente de vacaciones en Jericó o Nablus, pero desde que fui electo en la Knesset en el 2019, con cuatro campañas electorales consecutivas, no había tenido tiempo para ir¨, dijo.
Thabet Abu Rass, CEO de la organización de sociedad compartida Iniciativas Abraham y un geógrafo político, le dijo a The Times of Israel que había invertido algo de sus ahorros en comprar un apartamento en el área de Nablus.
Los miembros de la Knesset Osama Saadi (derecha) y Ahmad Tibi (izquierda) asisten a una reunión de comité de la Knesset, el 9 de septiembre del 2019.
¨Hay cientos de árabes invirtiendo ahí, debido a la crisis de vivienda en Israel¨, dice. ¨Sé menos sobre la extensión del fenómeno en Jericó o Rawabi, pero soy consciente de que hay muchas transacciones allá también¨.
Un proyecto que atrae mucha atención de los árabes israelíes es la Puerta de Jericó, un vecindario planificado de casas unifamiliares y dúplex de apariencia elegante ubicados a lo largo de calles sinuosas y ajardinadas en el borde sureste de Jericó, con vista hacia el Mar Muerto.
El proyecto está repleto de espacio para parques y los planes requieren centros culturales, espacios comerciales y desarrollos de uso mixto.
¨Algunos israelíes compran casas ahí para alquilarlas, como inversiones. Y hay quienes las compran como casa de vacaciones¨, dice Sami Ali, ex consultor político para la Lista Conjunta, que actualmente asesora a las compañías palestinas que comercializan casas y apartamentos para compradores dentro de Israel.
¨Yo personalmente conozco a dos personas que compraron casas para ellos aquí¨.
¨En el pasado, los árabes israelíes invertían en propiedades en Turquía, pero el retorno de la inversión ya no valía la pena¨, dice Ali. ¨Tenemos Ramallah y la Franja Occidental a una hora de distancia. Puedes ir de vacaciones cada semana; es el pueblo palestino, así que hay confianza mutua, solidaridad. ¿Por qué ir a Turquía y preocuparse por los ladrones que hay por ahí?¨
El vecindario Rafidia en Nablus.
Khalil Haju, un agente de bienes raíces de Haifa, dice que también ha notado a los árabes israelíes poniendo dinero en el proyecto de Jericó, así como en Rawabi, aunque estima que sólo el 5 por ciento de los compradores israelíes compran casas como unidades vacacionales.
¨Es principalmente para familias, pero los árabes israelíes las compran para alquilarlas o como una inversión, y no tienen la intención de ir a vivir ahí realmente¨, dice.
Saadi nota que Jenin, otra ciudad universitaria, también es un lugar popular para invertir, aunque él prefiere los encantos de Nablus.
Estudiantes palestinos celebran durante su ceremonia de graduación en la Universidad A-Najah en Nablus, el 4 de abril del 2017.
¨Hay muchos estudiantes en Jenin y Nablus, y existe la costumbre de comprar y alquilar apartamentos ahí¨, dice.
Akram Ragov, el gobernador de Jenin, confirmó que los israelíes estaban comprando propiedades en la ciudad, pero señaló que no tenía ninguna información concreta sobre la extensión del fenómeno.
Comprando bajo el radar
Resulta que nadie tiene datos concretos sobre los árabes israelíes comprando casas en áreas controladas por la Autoridad Palestina en la Franja Occidental. Si bien la autoridad fiscal tiene datos generales sobre los ingresos de inversiones israelíes generados en el extranjero, no especifica cuáles de estas son inversiones en bienes raíces, dijo el portavoz de la Autoridad Fiscal, Avital Lahav.
Además, la compra puede ser hecha a través de una corporación extranjera que actúa como un intermediario, ofuscando aún más la verdadera extensión del fenómeno, y no todos los israelíes informan sus inversiones extranjeras a la Autoridad Fiscal.
El Banco de Israel mantiene estadísticas generales sobre las inversiones israelíes en el extranjero, pero no tiene información lo suficientemente detallada como para permitir un análisis significativo de la tendencia.
Una gran señal de tráfico anuncia casas en Rawabi.
En el lado palestino, existen leyes para evitar que los israelíes de cualquier tipo compren tierra palestina. Para eludir las reglas, los árabes israelíes sólo compran parte de una propiedad -hasta el 49% -o compran un apartamento o un condominio en un desarrollo, que las autoridades palestinas a veces están dispuestas a pasar por alto, ya que no consideran que sea mismo como propiedad directa de una vivienda familiar en una parcela de terreno.
Sami Ali.
¨En años recientes, la Autoridad Palestina ha endurecido las condiciones para que los israelíes compren propiedades¨, dice Saadi, el parlamentario de la Lista Conjunta. Pero señala que en Rawabi, se hicieron excepciones. ¨Permitieron a los israelíes comprar apartamentos, ya que no otorga un título de propiedad de la tierra¨, dice.
Ali, el comercializador de bienes raíces, indica que las compras también son hechas a través de entidades ficticias registradas a nombre de palestinos, para desdibujar la propiedad israelí.
¨En principio, es más difícil adquirir la propiedad total de la tierra, a diferencia de un apartamento¨, dice.
Aquellos que compran apartamentos, dice, ¨lo hacen a través de un contrato de arrendamiento a largo plazo con el contracto registrado en la propiedad¨.
Tanto él como Thabet, el CEO de Iniciativas Abraham, dicen que la tendencia ha pasado desapercibida en su mayoría, con poco sobre esto en la prensa israelí o palestina, aunque muchos hablan sobre ello y Facebook está repleto de anuncios para casas palestinas dirigidos a los compradores israelíes.
¨Tanto en los medios de comunicación en hebreo como en los medios de comunicación árabe, no hay menciones de estas tendencias¨, dice Ali.
Tres dormitorios y vista por 525,000 shekels
Si bien aquellos que compran apartamentos hablan sobre vecindarios aptos para familias y nuevos apartamentos relucientes en calles arboladas, un atractivo aún mayor para la mayoría de los compradores es el precio atractivo, dice la gente.
Vista de Bat Yam, 13 de octubre del 2016.
Los costos de la vivienda en Israel se han disparado durante los últimos 15 años, lo que le ha valido a Tel Aviv, donde un apartamento de tres dormitorios cuesta 4 millones de shekels ($1.25 millón) como mínimo, el título de la ciudad más cara del mundo.
En el suburbio de clase trabajadora Bat Yam, un apartamento de tamaño similar, incluso de segunda mano, cuesta alrededor de 1.8 millones de shekels ($557,000) y en el lejano Kiryat Shmona, en la frontera libanesa, los apartamentos nuevos de tres dormitorios cuestan generalmente alrededor de 900,000 shekels ($283,000). Subir a 200 metros cuadrados ahí llevaría el precio a alrededor de 2 millones de shekels ($630,000).
El seguimiento de los precios de las viviendas en ciudades de mayoría árabe es más difícil, porque las propiedades a menudo se transfieren dentro de las familias. Sin embargo, en Nazareth las unidades de tres dormitorios tienen un promedio de alrededor de 1.1 millones de shekels ($346,000) -barato para los estándares de Tel Aviv, pero francamente exorbitante en comparación a Nablus o Jenin.
Mujeres árabes israelíes vistas cerca de la ciudad norteña de Nazareth, el 9 de diciembre del 2017.
Pero en la Franja Occidental, ¨puedes comprar un apartamento de 250 metros cuadrados (2,690 pies cuadrados) por 200,000 shekels ($63,000)¨, dice Saadi. ¨Esto no es una inversión financiera enorme¨.
Según Ali, los precios en Ramallah y Belén pueden llegar a ser relativamente altos. Un apartamento de 120 metros cuadrados (1,260 pies cuadrados) en Ramallah puede costar 400,000 shekels ($126,000).
¨Pero en el centro de la Franja Occidental, Jenin, Tulkarem y otros pueblos en el área, puedes comprar un dunam (cuarto de acre) de tierra agrícola por 50,000 shekels ($16,000)¨, dice.
En Rawabi, a sólo unos minutos de Ramallah, un apartamento de 120 metros cuadrados cuesta solamente alrededor de 300,000 shekels ($94,000).
Un anuncio para un proyecto ahí publicita una casa nueva de 171 metros cuadrados (1,840 pies cuadrados) con tres dormitorios con vistas a un paisaje de colinas y valles por $165,000 (525,000 shekels).
Incluso en comparación a las casas en el programa Buyer´s Price [la lotería de vivienda subsidiada para propietarios primerizos de Israel], los precios siguen siendo tres o cuatro veces más altos que en las ciudades palestinas¨, dice Ali.
Los precios en la Puerta de Jericó y otros proyectos de lujo pueden ser mucho más altos; Haju, el agente de bienes raíces de Haifa, estima que una casa unifamiliar en la Puerta de Jericó cuesta en promedio unos 2.5 millones de shekels ($786,000), pero por eso recibes un patio, una piscina y 300 metros cuadrados (3,200 pies cuadrados) de espacio habitable.
¨En comparación con la lujosa Cesárea, donde costaría al menos 6 millones de shekels, es relativamente barato¨, señala. Incluso en la lejana Eilat, una casa unifamiliar con una piscina puede costar entre 5 y 7 millones de shekels ($1.6-$2.2 millones).
Ali, quien dice que la tendencia ha aumentado en los últimos años, nota que un factor que impulsa el fenómeno es la falta de hipotecas bancarias disponibles en las comunidades árabes, donde los usureros controlados por la mafia se han apoderados del negocio de los préstamos.
Casas en construcción en Jericó, 1 de julio del 2020.
¨La mayoría de los árabes israelíes tienen dificultades para conseguir financiamiento de bancos en Israel¨, dice. ¨Creo que la mayoría de los compradores son personas simples que han trabajado todas sus vidas, ahorrado, y no quieren tirar el dinero de los ahorros en el banco. Invertir en negocios durante la pandemia de COVID no ha sido una opción atractiva, así que invierten su dinero en bienes raíces en la Autoridad Palestina y asumen que les traerá un buen retorno¨.
Estas ofertas pueden no durar
Comprar casas en la Autoridad Palestina se basa en la suposición de que la situación de seguridad seguirá en calma lo suficiente para hacer sostenible una casa de vacaciones en Jericó o evitar que una inversión inmobiliaria se derrumbe.
A pesar del dinero que ingresa, todavía hay mucho nerviosismo de que la situación podría cambiar en cualquier momento.
¨Creo que la gente todavía tiene miedo de un deterioro en la situación de seguridad y de la realidad bajo la ocupación y pueden incluso tener miedo de perder sus inversiones. Pero aún así, hay un cierto porcentaje que continúa invirtiendo¨, dice Ali. ¨Sienten que las relaciones económicas entre Israel y la Franja Occidental son buenas, que hay una buena producción en la Franja Occidental y que existe una cooperación comercial y económica mutua. Y, por lo tanto, también hay prosperidad y un aumento en la compra de bienes raíces ahí¨.
Un soldado de las FDI monta guardia en Nablus durante la Operación Escudo Protector en el 2002.
Para Saadi, la Operación Escudo Protector del 2002, en la que soldados israelíes invadieron varias ciudades palestinas en respuesta a un bombardeo suicida, convirtiendo algunos vecindarios en zonas de guerra y causando una ¨gran destrucción¨, es un recordatorio de lo mal que se pueden poner las cosas en la Franja Occidental.
¨No creo que las inversiones están siendo impulsadas por una expectativa de calma¨, dice él. ¨Es simplemente que los precios están tan bajos ahora¨.
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil