Alex Bregman es la próxima estrella judía de la liga mayor de béisbol

El manager de Alex Bregman espera que el joven pelotero mejore aún más.

 Una combinación de compromiso y amabilidad hace que el recién llegado sea uno al que hay que tener en la mira -dentro y fuera del campo.

WEST PALM BEACH, Florida (JTA).- Sentado en un sofá cerca de su casillero en la instalación del entrenamiento de primavera de los Astros de Houston aquí a mediados de marzo, Alex Bregman está reflexionando sobre un encuentro que su padre tuvo en la Serie Mundial el otoño pasado.

Fue en Los Angeles, entre las entradas del juego de apertura. Sam Bregman se estaba dirigiendo a un puesto de concesión del Estadio de los Dodgers para tomar un refrigerio usando su camiseta de los Astros con el No.2 y su apellido cosido en la espalda -una copia del uniforme de su hijo. El Bregman joven, un tercera base, acababa de batear un jonrón ante el as de los Dodgers Clayton Kershaw.

Un fan agarró el brazo de Sam Bregman.

“Es usted el papá de Alex?”
“Lo soy”, respondió el mayor de los Bregman.
“Él es judío?”
“Si”

El hombre era un fanático de los Dodgers, pero aún así mostró lo que Sam Bregman describió como “una mirada de gran satisfacción” por el patrimonio del jugador de pelota.

“Me encantó”, dijo Sam Bregman en una entrevista telefónica cerca de su casa en Albuquerque, Nex Mexico. “Me hizo sentir tan orgulloso”.

La opinión de Alex Bregman sobre el encuentro: “Es definitivamente bonito tener fans alrededor del mundo que dan su apoyo. Te mantiene motivado saber que todos te respaldan”.

Alex Bregman batea contra los Dodgers de Los Angeles en el Juego 22 de la Serie Mundial en el Estadio de los Dodgers, el 25 de octubre del 2017.

Bregman puede esperar tener más fans en su vagón, judíos y de otro tipo, a continuación de una fuerte temporada en el 2017 y el primer título de la Serie Mundial para los Astros -a lo cual contribuyó poderosamente. Él bateó una carrera en cada uno de los cinco primeros juegos, añadió un segundo jonrón, lanzó a un corredor al plato de home para preservar el empate sin anotaciones en el Juego 4 y tuvo el sencillo que finalizó el épico Juego 5 en la 10ma entrada, 13-12.

Durante la temporada del 2017, el ex No. 2 del reclutamiento general del Estado de Louisiana promedió .284, anotó 39 dobles y 19 jonrones, y robó 17 bases.

Dos días después del camino a la victoria del Juego 7, Bregman celebró en el desfile del campeonato en Houston. Miles de fans se alinearon en las calles en una ciudad todavía recobrándose de la inundación del Huracán Harvey un par de meses antes.

“Ver su alegría pura”, dijo Bregman, “me dio escalofríos”.

La experiencia coronó un año memorable para Bregman que comenzó con su juego para el equipo estadounidense que ganó el título del Clásico Mundial de Béisbol en marzo.

El escuadrón de Israel, el cual terminó sexto en general en el Clásico Mundial de Béisbol, había buscado sus servicios.

En retrospectiva, dijo él, “Yo probablemente no debería haber” jugado para Israel “porque [sólo] tuve cuatro turnos al bate” jugando como reserva para el equipo estadounidense. Independientemente quién llame en el 2021, dijo Bregman, es poco probable que él participe.

Su Astros empezará defendiendo su campeonato el jueves en Arlington, Texas, contra los Rangers. Bregman cumplirá 24 años al día siguiente.

“Hay muchas cosas que quiero lograr en este juego. Ganar está ahí justo en la cima”, dijo Bregman. “Nosotros tenemos un gran equipo para repetir como campeones”.

El gerente de los Astros, A.J. Hinch, dijo que esperaba que Bregman “aproveche el impulso que generó en la postemporada y a través de toda la temporada el año pasado”.

“Aunque él se estableció a sí mismo como un jugador de la liga mayor…no está siguiera cerca de lo que él va a hacer”, dijo Hinch.

Él llamó a Bregman “una verdadera rata de béisbol”, alguien que “ama el juego, ama la práctica, ama estar alrededor de sus compañeros de equipo”.

Alex Bregman hace una jugada en el Juego 7 de la Serie Mundial en el Estadio de los Dodgers en Los Angeles, el 1 de noviembre del 2017.

Pero su madre, Jackie, te dirá que su hijo es más que el béisbol. Su fundación, AB for AUDS, suministra computadoras tabletas a niños con autismo y síndrome de Down. Brady Columbus, un hijo del ex entrenador de bateo de Bregman y el ahijado de Bregman, es autista.

Jackie Bregman habló de la bondad de su hijo.

“Alex es tan paciente con la gente, y yo estoy realmente, realmente orgullosa de él por eso”, dijo ella en una entrevista telefónica.

Ella recordó a su hijo defendiendo a compañeros de clase de primaria siendo acosados. Y él estuvo también en el otro extremo: Un niño se burló de su pendiente bar mitzvah mientras él salía de la escuela para reunirse con el cantor, y un compañero de clase chino-estadounidense en el equipo de béisbol de Alex lo defendió.

Las experiencias, dijo ella, “le enseñaron lo que es ser marginalizado”.

Hace años, la familia asistió a una presentación de varios jugadores de la liga menor de los Isotopes de Albuquerque. Un jugador se mostró distante.

“Sam y yo le dijimos a Alex, ‘Nunca seas así,’”, recordó ella.

Pero Jackie Bregman también sabe que su hijo está impulsado a sobresalir en el campo.

Alex Bregman firma autógrafos en el complejo de entrenamiento de primavera de los Astros de Houston en West Palm Beach, Florida.

“Él no se mordía la lengua. ´Yo no quiero sólo jugar béisbol; quiero ser el mejor”, recordó Jackie Bregman diciendo a su hijo. “Él estaba decidido”.

En la secundaria en Albuquerque, Bregman asistió un campamento de béisbol de New Mexico. El entrenador de béisbol de The Lobos, Ray Birmingham, elogió su dedicación a la grandeza.

“Alex tomó eso tan literalmente que bateó en las jaulas de bateo hasta que tuvo callos”, recordó Sam Bregman, quien había crecido en el campo en el Estadio Robert F. Kennedy, donde su extinto padre, Stan, trabajaba como un abogado para los Senadores de Washington. Fue Stan, “Abuelo Zayde”, quien le dio a su nieto un juego de cartas de los jugadores judíos de béisbol.

Alguien más que fue testigo de su compromiso fue Darvin Ham, quien entrenó a los Thunderbirds de New Mexico, un equipo de la Liga en Desarrollo de la NBA que los Bregman poseían.

En las conversaciones posteriores al juego y en la casa de Bregman, Alex Bregman “era como una esponja” de información sobre los logros atléticos, dijo Ham, ahora un entrenador asistente con los Hawks de Atlanta.

“Él era un muy buen oyente. Tomaba notas mentales”, dijo Ham, quien considera a Alex Bregman “un hermano pequeño”.

Bregman explicó su temprano impulso competitivo.

“El entrenador Birmingham dijo que tú tienes que decidir”, recordó él. “Yo me levantaba a las 5 a.m. para ir a la jaula, a la escuela, a la jaula: defensa y bateo. Hice eso todos los días por años, [empezando] probablemente a los 12 o 13 años. Nunca fui al baile de la escuela”.

En este día, Bregman partió a un entrenamiento de campo y conversó en español con sus compañeros jugadores José Altuve y Carlos Correa, nativos de Venezuela y Puerto Rico, respectivamente, en segunda base durante un simulacro de carrera. Bregman habla fluidamente ese idioma.

Jerick Paquinto, un chico de 19 años de Houston vistiendo una camiseta de Bregman, estaba entre los cientos de fanáticos observando.

“Me gusta que él no es el tipo más grande y que tiene mucho corazón”, dijo Paquinto de Bregman, que mide 6 pies, palabras igualmente aplicables para Altuve de 5.6 pies, el MVP de la Liga Americana del año pasado. “Él me gustó desde que estaba con LSU [donde Bregman fue un parador en corto del primer equipo All Americans]. Lo vi batear un jonrón, y me enamoré de él como jugador”.

El trío corrió hacia una jaula de bateo, Bregman se detuvo para firmar autógrafos después de que terminó de batear. Él estará firmando muchos más cuando los Astros vengan a casa la próxima semana para su apertura en el Minute Maid Park. Sus padres estarán ahí.

Sam Bregman bromeó sobre guardar el anillo del campeonato que su hijo recibirá.

“Yo sé que la comunidad judía alrededor del país está tan orgullosa de él”, dijo Jackie Bregman. Refiriéndose a la colección de tarjetas de jugadores judíos, ella añadió, “Yo espero que un día él esté en esa colección”.

 

Fuente: The Times of Israel
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil



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