07 Sep Cuando Boston era la «capital» del antisemitismo de Estados Unidos
La violencia contra los judíos se intensificó cada año de la guerra
Antes de la guerra, Boston era un semillero de lazos con la Alemania nazi, tanto públicos como secretos. Durante la guerra, la juventud judía pagó un precio sangriento por años de virulento odio.
BOSTON.- Usted no lo encontrará mencionado a lo largo de la «Ruta de la Libertad» de la ciudad, pero Boston fue una vez el hogar de una próspera red de partidarios de los nazis. No solamente los activistas antisemitas de la Cuna de la Libertad recibieron fondos y dirección desde Berlín, sino que ellos también ayudaron a incitar «pequeños pogromos» contra los judíos bien entrada la guerra.
Durante los mismos años del Holocausto, «bandas antisemitas merodeadoras restringieron severamente el movimiento físico de muchos judíos en [Boston y New York], lo que hizo que les fuera difícil llevar a cabo actividades religiosas, empresariales, o sociales normales», escribió Stephen H. Norwood, un profesor de historia en la Universidad de Oklahoma.
En Boston y otras partes, el incitamiento anti-judío fue alimentando por el padre Charles Coughlin, el «fundador de la radio del odio». Aunque él estaba radicado en Michigan, la audiencia más grande de Coughlin estaba en Boston, donde los miembros de su Frente Cristiano escucharon las llamadas del sacerdote a organizar boicots y envíos masivos de correo contra los judíos.
«Cuando acabemos con los judíos en Estados Unidos, ellos pensaran que el trato que recibieron en Alemania fue nada», dijo Coughlin durante una diatriba en el Bronx. El propagador del odio también publicaba «Justicia Social», un periódico que reimprimió «Los Protocolos de los Caballeros de Sión» en 1938, justo mientras la persecución de los judíos alemanes alcanzaba un punto de fiebre.
Los adherentes estadounidenses mayoritariamente irlandeses de Coughlin le ganaron a Boston el apodo de, «la ciudad venenosa». Por ejemplo, el Frente Cristiano trabajaba con vendedores para incluir panfletos antisemitas con los productos, y se instaba a los dueños de restaurantes a incluir texto denunciando a los judíos entre los especiales en el menú. Éste no era un antisemitismo «cortés» detrás de puertas cerradas, sino una campaña de incitamiento en marcha.
Durante los años 1930 en Yaphank, New York, miembros del partido nazi marchan a través de la ciudad de Long Island, donde también organizaron un campamento de verano pro-Hitler
Liderado por el vendedor de seguros Francis P. Moran, el capítulo de Boston del Frente Cristiano se reunía para encuentros en el Hibernian Hall de Roxbury. Ahí, Moran una vez gritó, «Quiénes son los chupadores de sangre que conspiran para enviar a nuestros chicos a morir en Inglaterra?» Como si fuera una manifestación nazi en Alemana, la multitud rugió, «los judíos!»
No es sorprendente que la retórica del Frente contra los judíos se derramara por las calles. En los vecindarios de todo Boston, pandillas merodeadoras de adolescentes atacaban a los judíos y vandalizaban sus propiedades. Según los relatos contemporáneos, «las bandas irlandesas-católicas» organizaban «cazas de judíos», entrando a los vecindarios judíos para atacar a jóvenes judíos. Algunas veces, hasta media docena de matones se apretujaban en un carro y se lanzaban sobre un estudiante judío, atrapándolo por sorpresa.
Tan extendida estaba la violencia de pandilla contra los judíos en Dorchester, que la revista Newsweek le dedicó un artículo en 1943. Similarmente, el Atlantic Monthly trató de avergonzar a los líderes católicos por no condenar los ataques a los judíos, muchos de los cuales empezaban con los autores preguntado, «Eres judío?»
La conspiración nazi de Boston
Con su activo Frente Cristiano y varias universidades pro-nazis, la «ciudad venenosa» de Boston fue la principal base de reclutamiento para los nazis durante los años 1930.
Hasta hace unos pocos años, la extensión de los lazos entre los antisemitas de Boston y el gobierno nazi no era clara. Tomó que un sacerdote católico romano con sede en el Boston College -Charles Gallagher de la orden Jesuita -conectara los puntos entre el Frente y los oficiales de las SS.
Los historiadores ya sabían que el cónsul-general de Alemania en Boston era un oficial de las SS y amigo de Heinrich Himmler, arquitecto del Holocausto. Como el principal diplomático del Reich en Nueva Inglaterra, Herbert Scholz colgó una gran bandera con una esvástica afuera de su oficina en Beacon Hill. Más significativamente, Scholz trabajó con Moran del Frente Cristiano para dirigir las campañas antisemitas, y -a través de contactos de las SS -financiar el capítulo de Boston.
Una conexión clave entre Scholz y Moran fue la transcripción del juicio de Scholz en Nuremberg, donde el diplomático nazi caído habló sobre trabajar en Boston con Moran. Adicionalmente, los fondos de las SS ayudaron a Moran a obtener oficinas en el elegante Hotel Copley Square, donde el Frente se constituyó cono un grupo de defensa de la Constitución hasta 1940.
El Hotel Copley Square en Boston, donde el Frente Cristiano pro-nazi tuvo sus oficinas hasta 1940, agosto del 2017.
También ese año, el FBI disolvió el Frente Cristiano de New York como una célula terrorista. Alarmados de que el Frente continuara operando en Boston, los líderes británicos autorizaron a espías del MI6 a crear un contra-movimiento de base en el corazón de Nueva Inglaterra: el Comité de Defensa Irlandés-Estadounidense. Compuesto de católicos opuestos al nazismo, la «guerra de sombra» del comité contra el Frente ayudó a llevar a los «nazis de Copley Square» a la clandestinidad en 1942.
«Pandillas antisemitas merodeadoras»
Incluso después que la policía de Boston cerró el Frente Cristiano en 1942, la violencia contra los judíos se intensificó durante cada año de la guerra. Una generación de incitamiento anti-judío había sido arraigada en todos los niveles de la sociedad, desde el presidente pro-nazi de la Universidad de Harvard hasta chicos adolescentes que acumulaban su cuenta de víctimas de la «caza de judíos».
En 1943, una de esas pandillas golpeó severamente a dos chicos judíos, Jacob Hondas y Harvey Blaustein. Al llegar a la escena, las fuerzas de la ley arrestaron a los adolescentes judíos y los llevaron a la Estación 11, donde los oficiales de policía de Boston los golpearon con mangueras de goma. Incluso después de estas afrentas, un juez falló en contra de las víctimas y las multó.
El padre Charles Coughlin, conocido como el fundador de la «radio del odio», fue un defensor líder del antisemitismo estadounidense durante los años 1930.
«Estos ataques a niños judíos son completa responsabilidad del Gobernador Saltonstall, el Alcalde Tobin, la iglesia y el clero -todos los cuales por tres años han alentado e ignorado la tragedia», declaró Frances Sweeney, editora del «Boston City Reporter» y una formidable oponente del Frente Cristiano.
Llamando a Boston la ciudad más antisemita en el país, Sweeney recordó al público la persecución anterior sufrida por sus compañeros católicos. Conocida como «la cruzada de una sola mujer» contra el Frente, Sweeney también operaba una «clínica de rumor» fuera del Boston Herald para combatir la propaganda del Eje.
Gracias a Sweeney y a otros, el antisemitismo en Boston remitió después de la guerra. La comunidad judía empezó a organizarse y un nuevo líder de la iglesia -el Cardenal Richard Cushing -alcanzó una reconciliación. Aunque la violencia contra los judíos acosó a algunos de los mismos vecindarios en las décadas por venir, esas tensiones no estuvieron relacionadas a los olvidados nazis de Copley Square.
El Bund germano-estadounidense marchando a través de New York City en 1939
Fuente: The Times of Israel
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil