21 Jul Cómo la Guerra del Líbano llevó a Bennett de los millones de la alta tecnología a la política
Naftali Bennett llamado al servicio de reserva en la Segunda Guerra del Líbano en el 2006
Un millonario de una empresa de iniciativa cambió completamente el curso de su vida después de luchar en Líbano en el 2006; Naftali Bennett habla sobre cómo la guerra lo empujó a entrar en la política.
El Ministro de Educación Naftali Bennett puede ser el ministro más franco en el gabinete de seguridad. Él no revela lo que es dicho detrás de puertas cerradas, pero a menudo es el único ministro en hacer conocer públicamente sus opiniones sobre lo que está siendo discutido y sus sugerencias tácticas de lo que Israel debería hacer, como lo hizo el fin de semana pasado, publicando un plan de 10 puntos para frenar la actual ola de terrorismo.
Bennett ha encarado la crítica por su franqueza sobre estrategia y ha incluso delineado puntos específicos citando lo que él piensa que el ejército y el gobierno deberían hacer. También ha hablado a los soldados y oficiales por iniciativa propia, pero está convencido por sus experiencias de que esta manera es la manera correcta. Está dispuesto a poner en peligro la coalición sobre esto, como lo hizo el pasado mayo, rehusándose a que su partido Bayit Yehudi votara para aprobar a Avigdor Liberman como ministro de defensa hasta que a los ministros del gabinete de seguridad les fueran dadas actualizaciones más regulares del Consejo Nacional de Seguridad.
De la manera como lo ve Bennett, estar informado y emitir opiniones que podrían sacudir a los altos mandos militares o a sus compañeros políticos es la única manera de asegurar que las decisiones correctas están siendo tomadas para el país y de que la gente sentada en el gabinete de seguridad no caiga víctima del pensamiento de grupo. Es la única manera de que los fallos en la Segunda Guerra del Líbano, en la cual él y los soldados que él comandaba vieron de primera mano el daño que un gabinete de seguridad ineficiente puede causar, no volverán a suceder.
Cuando la Segunda Guerra de Líbano estalló, la política era la última cosa en la mente de Bennett, pero la guerra fue el punto de inflexión que lo puso en su trayectoria actual.
Seis meses antes, Bennett se convirtió en un millonario cuando su compañía de software antifraude Cyota se vendió por $145 millones.
“Yo estaba viviendo una buena vida. Todo era grandioso2, recordó Bennett, hablando en su oficina de la Knesset.
“La alta tecnología israelí era mi pasión, y yo quería empezar una compañía importante. Mi plan era fundar la Nokia israelí”.
La fiesta de despedida de Bennett en Cyota fue el 11 de julio del 2006. El 12 de julio, los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev fueron capturados por Hezbollah, y Bennett fue llamado al servicio de reserva.
Como vice comandante de la compañía para los soldados cuyo trabajo era buscar y destruir los lanzadores de cohetes de Hezbollah, Bennett encontró un Líbano que era muy diferente del de sus experiencias anteriores en el ejército.
“El Hezbollah que yo conocí en los 90s estaba siempre a la defensiva. Ahora, ellos decían que tenían 30,000 cohetes. Nosotros oímos sobre ‘reservas naturales’, búnkers protegidos en arbustos que estaban llenos de cohetes. Ellos estaban muy listos [para la guerra]”, relató él.
Bennett también encontró unas Fuerzas de Defensa de Israel diferentes, unas que estaban menos seguras de lo que se suponía que debían hacer. Después de que le fueran dados a él varios planes disparatados, él les dijo a sus soldados que dejaran de preparar las misiones, las cuales se mantenían cambiando de todas maneras, y en su lugar ellos llevaron a cabo ejercicios para estar en forma en el campo.
Dos días antes de cuando los soldados estaban supuestos a entrar en Líbano, el entonces primer ministro Ehud Olmert anunció su “plan de consolidación” -el retiro unilateral de la mayoría de la Franja Occidental -lo cual dijo él que la victoria en Líbano traería consigo.
“Sentí como un puñetazo en el estómago que nuestro primer ministro dijera que si nosotros ganábamos la guerra, él evacuaría Judea y Samaria. Fue una declaración impactante. Uno de mis soldados fue evacuado desde Homesh [en el norte de Samaria, cuando el asentamiento fue abandonado durante la desconexión del 2005], y él no sabía qué hacer. Convencí a un grupo de soldados que tenían dudas de que nosotros estábamos luchando por el Estado de Israel, no por el gobierno”, dijo Bennett.
El momento que llevó a Bennett a volverse hacia la política fue cuando sintió que a su división le fue dado un “absurdo” plan operativo que él pensaba que no podía tener éxito. Habló con su batallón y sus comandantes de división, quienes le dijeron que no había nada que hacer sobre ello. A través de un amigo mutuo, Bennett se contactó con un importante ministro en el gabinete de seguridad, uno con años de experiencia en seguridad, y el ministro le dijo que Bennett podía estar en lo correcto en su evaluación, pero que un ministro no tiene influencia.
Después de una semana en Líbano, destruyendo cohetes pero no los suficientes para hacer que Hezbollah dejara de disparar a civiles israelíes, Bennett y sus soldados sentían que su trabajo “no tenía sentido”, recordó él, y que ellos habían sido enviados a “misiones inútiles”.
Motivado para efectuar el cambio, Bennett se unió a los reservistas en manifestaciones después de la guerra, y pronto tomó un trabajo como jefe de gabinete del entonces líder de la oposición Benjamin Netanyahu.
“En ese momento, yo creía en Netanyahu y mi meta era hacerlo primer ministro. Pensé que si él está ahí, y yo estoy a su lado, puedo influir para que así el liderazgo de Israel sea serio, minucioso y responsable”, dijo Bennett.
“La meta me llevó más alto de lo que esperaba, y [ahora] estoy en el gabinete de seguridad, influyendo en las decisiones más importantes para la existencia de Israel”.
Bennett señala que, por ley, el gabinete de seguridad comanda a las Fuerzas de Defensa de Israel, no el primer ministro o el ministro de defensa solos, lo cual es la razón por la que él no permitirá volverse él mismo como el ministro con el que habló durante la Segunda Guerra de Líbano.
“Yo veo mi trabajo en el gabinete como representando a los soldados y comandantes en el campo quienes no están dispuestos a ceder y aceptar órdenes poco claras. Yo quiero información exacta y real”, dijo él.
El ministro de educación señaló la Operación Margen Protector del 2014, cuando él fue a hablar a los comandantes y soldados, y regresó al gabinete de seguridad haciendo un llamado para destruir los túneles de Hamas, una amenaza sobre la que el gabinete no había sido informado.
“Yo no estaba dispuesto a oír cosas sólo de intermediarios. Yo mismo fui al campo, y aprendí, y pude convencer al gabinete -tres semanas demasiado tarde, creo -de la necesidad de destruir los túneles antes de que hubiera un ataque aún más horrible”, recordó él.
Un gabinete de seguridad informado salva vidas, afirma Bennett.
“Mi deber no es poner el sello de goma del gabinete. Es obtener información y tomar las decisiones correctas en tiempo real”, dijo él. “Yo vi en la Segunda Guerra del Líbano lo que sucede con un gabinete ciego, y lo vi otra vez en Margen Protector, y no dejaré que eso suceda otra vez”.
Esa es la razón por la que Bennett puso el destino de la coalición en la balanza hace semanas, hasta que él empezó a recibir informes de seguridad más regulares, y ahora está satisfecho de que recibió lo que pidió.
“Cuando yo levanto una mano para enviar a soldados al peligro, tengo que saber que no hay otras alternativas, que nosotros hicimos todo lo necesario para prepararnos, y que los soldados tienen todas las herramientas para ganar”, dijo él. “Mientras yo esté en el gabinete, haré todo lo que pueda para asegurar que las decisiones sean tomadas a conciencia, después de sopesar todas las alternativas”.